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Principales sustos en la declaración de la Renta

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1. Jóvenes en casa que no desgravan. Muchos jóvenes han cumplido los 25 años a lo largo de 2012. El problema es que el paro juvenil llega a más del 55%, y un gran porcentaje de jóvenes vive con sus padres. Malas noticias: sus padres ya no se pueden reducir en la declaración de la renta la convivencia con sus hijos.  La deducción por hijo menor de 25 años es de 1.836 euros, que asciende a 2.040 por el segundo, a 3.672 por el tercero y a 4.182 a partir del cuarto. Al no poderse acoger a esta importante ayuda, muchas familias tendrán que pagar más impuestos. Por lo tanto si a 31 de diciembre de 2012, el hijo ya tenía 25 años, no se puede aplicar la reducción por hijos. Pero si tiene un grado de discapacidad del 33%, el progenitor puede seguir aplicando la reducción.

2. Profesionales castigados. A los contribuyentes que han tenido rendimientos de actividades profesionales se les retiene un 21% por IRPF (al principio era una retención del 15%, luego se elevó al 18% y el año pasado se fijó en un 21%) en cada factura (sus pagadores les retienen esa cifra). Problema: si esos rendimientos sobrepasan cierta cantidad, los profesionales deben pagar más impuestos, cosa que ignoran muchos contribuyentes hasta que llega esta fecha. Por ejemplo, un profesional que ha ganado unos 30.000 euros en 2012 debería haber tenido una retención del 28%. Dado que en sus facturas solo ha abonado un 21%, ahora tendrá que ponerse al día hasta llegar al 28%: 7 puntos más.

3. Las retenciones bajas dan sustos. Las personas que empiezan a trabajar en una empresa y estrenan nómina se sorprenden alegremente de que solo les retengan un 2% cada mes. Eso sucede cuando los contratos se realizan con el año bastante avanzado. El susto llega al año siguiente. Una persona que, por ejemplo, haya ganado 25.000 euros solo en seis meses de 2012 con retención del 2%, deberá abonar la diferencia en impuestos hasta su base imponible real a partir de esta declaración.

4. Hay que retratar las ganancias. La crisis ha obligado a muchos contribuyentes a echar mano de sus ahorros en 2012. Pueden proceder de la venta de fondos de inversión, de inmuebles o acciones. En caso de que hayan obtenido beneficios con alguna de esas tres opciones, tendrán que pagar impuestos por las plusvalías. Y ahora, en esta declaración de la Renta, llega el momento de retratar esa ganancia, mal que le pese a muchos. O les devuelven menos dinero, o tienen que pagar más impuestos.

5. Familiares fallecidos que cuestan dinero. Los herederos de una persona que ha fallecido en 2012 piensan que con presentar y pagar el impuesto de sucesiones, ya se han liquidado los impuestos. No saben que aún faltaría liquidar el IRPF del fallecido (y la plusvalía municipal). En caso del IRPF, si el fallecido ganaba mucho dinero, a lo mejor sus herederos tienen que abonar más impuestos de lo que esperaban. Tendrán que pagar la plusvalía muncipal si hay bienes inmuebles urbanos en la herencia.

6. El paro y la pensión también son rentas. Una persona que haya estado parada seis meses, y los otros seis meses haya entrado a trabajar a lo largo de 2012, puede llevarse el susto de que tiene que declarar esa renta y pagar unos impuestos que no esperaba. Las prestaciones de la Seguridad Social, las prestaciones por desempleo, y las pensiones, están sujetas a retención, y se suman a los ingresos laborales o profesionales. Solo está exenta la incapacidad permanente absoluta y gran invalidez.

7. Subidas de sueldo que quedan en nada. A muchos contribuyentes que han disfrutado de una subida salarial (pocos, es verdad) les sorprende que tengan que pagar más impuestos en la declaración de la Renta de estos meses, cuando ellos creían que la empresa ya les había hecho las retenciones. Eso sucede porque el contribuyente entra en un tramo superior de la Renta, y debido a ello, pierde algunas ayudas sociales de las que había disfrutado (por ejemplo, ayuda escolar o becas). Quizá les devuelvan menos dinero del esperado, o simplemente les salga una declaración positiva por primera vez y tengan que pagar impuestos. Además, deben recordar la subida del IRPF del llamado «recargo transitorio de solidaridad» aprobado, en principio para 2012 y 2013.

8. Cataluña, récord en impuestos. Los contribuyentes que hayan tenido ingresos elevados  y hayan trasladado su domicilio fiscal a Cataluña descubrirán que el tipo marginal máximo no es un 52% sino un 56% para ingresos superiores a 300.000 euros. Ahora tendrán que ajustar cuentas con Hacienda por más cantidad de la que esperaban. Además, deben contar con el citado recargo transitorio.

lainformación.com

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