Nadie puede dudar que la mundialmente famosa, siempre atractiva y más que singular feria de los Sanfermines gira alrededor del toro, de los encierros matinales y de las corridas vespertinas. Sin el toro de por medio no habría Sanfermines. Por eso es ridículo que desde hace algunos años vengan celebrándose en Pamplona manifestaciones y exhibiciones antitaurinas en las que se pide a gritos cuando no a insultos la supresión de los encierros y de las corridas de toros. Supina imbecilidad que, por supuesto, jamás logrará tener éxito. Ya pueden ponerse como quieran. Hasta desfilar en pelota picada recorriendo las mismas calles por donde la transcurren los encierros, como hacen algunos y algunas todos los años desde hace varios. Es igual. Ganas de hacer el ridículo. Y es que, aparte de la afición taurina, la fuerza de los encierros y de los particularísimos festejos vespertinos, es tan grande y depara tal cantidad de beneficios a la capital Navarra que a nadie que tenga dos dedos de frente ni por lo más remoto se atrevería a pensar en la desaparición de estas fiestas. Para muchísimos españoles y extranjeros, sobre todo los norteamericanos, los Sanfermines es la fiesta más grande y más larga de cuantas se celebran en todo el mundo. Nueve días y nueve noches consecutivos sin que cese la jarana en toda la ciudad.
Por lo que respecta al cartel de las corridas, este año hay cierta mejoría por la mayor y más intensa presencia de figuras aunque no todas las actuales estarán presentes. Desde luego que echaremos en falta a José María Manzanares, principalmente. Pero estarán la mayor parte de los que actualmente encabezan la primera fila y algunos haciendo doblete. El más distinguido será El Juli, siempre fiel a esta plaza como también lo fueron muchas grandes figuras de otros tiempos. En mis primeros años sanfermineros, nunca faltaban Antonio Ordóñez, Diego Puerta, Paco Camino, El Viti, Manazanares padre que un año cortó cuatro orejas en una misma corrida –que lo sepa su hijo–, Paquirri, Palomo, Ángel Teruel, Dámaso, Capea. Y los que siguieron, Espartaco, Rincón, Enrique Ponce… todos los que ejercían de figuras o pretendían serlo y a ninguno se le ocurría faltar, hasta que llegó Joselito Arroyo que fue el primero que hizo ascos. Hasta Morante de la Puebla vuelve este año tras su ausencia del pasado y, supongo, que ilusionado con protagonizar su gran éxito de 2011. Juan José Padilla se hizo querer más que nunca en su reaparición y por eso vuelve y repite esta temporada. También doblan Fandiño y David Mora. Y en una sola corrida, estarán Miguel Ángel Perera y Alejandro Talavante.
La Gaceta
