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Rafael López Diéguez, dirigente de AES: “Nosotros no estamos situados en la derecha española”

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¿AES es un partido más de tantos como hay en la derecha española?
AES es una opción, una posibilidad, una esperanza, un deseo, una necesidad. Cuando irrumpimos en la vida pública explicamos que lo hacíamos porque entendíamos que existía un conjunto de españoles que no tenían representación y, por tanto, voz. Nos definimos como socialcristianos y edificamos nuestra propuesta en consonancia con la Doctrina Social de la Iglesia. Nos comportamos como católicos en política y no queremos ser nominalmente políticos católicos que luego olvidan o venden su Credo. Por ello tenemos una visión transversal de la política.

Nosotros no aspiramos a ser uno de tantos, para eso no hacía falta crear un nuevo partido. Ni tan siquiera estamos situados en eso que usted llama la “derecha española”, entre otras razones porque sociológicamente, para la inmensa mayoría de españoles existe una identidad entre derecha y PP, y porque no queremos renunciar a representar a esos otros españoles que no se sienten de izquierdas pero que acaban votando a la izquierda nominal porque no creen en esa derecha.

Me va a permitir que, para precisar, me extienda en esta cuestión. Es evidente que a nivel coloquial parece que vivamos en el siglo XIX o en el XX y que la opcionalidad político-ideológica se reduce al binomio derecha-izquierda, lo que es una perversión porque con esa terminología lo que se acaba es legitimando el bipartidismo y trasladando lo de derechas e izquierdas al duopolio que nos gobierna de PP-PSOE.

Hoy tenemos una gran bolsa de españoles que ya no están en ese duopolio, que, en cierto modo, no se sienten cómodos en ese traje de derecha-PP izquierda-PSOE. A ellos nos dirigimos. En algunos aspectos, seremos más de derechas que el PP, pero en otros, a algunos, les parecerá que nuestro discurso es de izquierdas.

¿No existe demasiada atomización de partidos de derechas? ¿Existe alguna posibilidad de que se unan?
Si se refiere usted a partidos y grupos con los que nosotros podemos tener elementos comunes o próximos es cierto que existe un número excesivo. Yo entiendo que es preciso que se produzca una optimización en ese espacio que podemos situar, a efectos léxicos, a la derecha del PP, y que ésta pasa por la convergencia. No le voy a ocultar las dificultades que tiene conseguir una unidad, pero nosotros desde que comparecimos en la vida pública buscamos esa posible unión. Yo le diría que la situación política nos obliga a ello.

¿Por qué todos estos partidos ven al PP como su adversario y no a la izquierda como debería ser?
No soy portavoz de esos partidos por lo que sólo puedo contestarle como Secretario General de AES. Quizás debiera recordarle un detalle que a quienes lanzan esa “acusación” se les suele pasar por alto: el PP está en el poder, es el gobierno. Por lo tanto, es lógico que un partido como el nuestro, que está en la oposición, pues no forma parte del gobierno, critique al ejecutivo. Y compartirá conmigo que el gobierno y el PP en estos momentos tienen muchas cosas que criticar.

Nosotros hemos estado en la calle para denunciar al PSOE. Fuimos el primer grupo que salió a la calle, a los pocos meses de constituirse el gobierno, bajo el lema de “Zapatero embustero”. Nos hemos manifestado reiteradamente en Ferraz, ante la sede socialista, al igual que lo hemos hecho frente a Génova. Es nuestra obligación.

Otra cosa es que el PP sea un partido que aparenta defender Principios y Valores que después traiciona y que muchos votantes, honestamente, piensen que cuando dan su voto lo hacen para, por ejemplo, acabar con el aborto. Esa estafa organizada es lo que nosotros denunciamos.

¿A qué aspira? ¿Llegará a tener representantes en el Congreso?
Nosotros no aspiramos, cumplimos con un deber que nos impone nuestra conciencia. Naturalmente que esperamos llegar al Congreso, como hemos llegado a algunos Ayuntamientos. Es preciso estar en las instituciones para dar voz a unos españoles que hoy no tienen voz.

¿Quién es Rafael López-Diéguez? ¿Qué hace en política donde dicen que cada día hay que desayunar un sapo?
Rafael López-Diéguez es un español preocupado, indignado, como tantos otros. Un hombre que está en política en razón de su Credo -católico por supuesto- y por su amor a España. Que no viene a servirse de la política sino a ponerse al servicio del bien común. Un hombre, como los que están en los cuadros de AES, que ya tiene su carrera profesional y no es un profesional de la política. Por ello, nos tenemos que comer pocos sapos. Nosotros lo que buscamos es convencer a los españoles y no adaptarnos al discurso más conveniente sacrificando las ideas por los votos.

¿España está en crisis financiera o en crisis de valores? ¿Qué le falta y qué le sobra?
En realidad lo que España padece es una crisis económica, social, nacional y de valores. Todo está entrelazado. Resulta evidente que la mayor parte de los españoles lo que capta son las consecuencias de la crisis económica más que financiera, aunque también perciban la crisis del régimen político de la Transición y la inviable organización territorial del Estado que tenemos.

Es evidente que, más tarde o más temprano, superaremos la crisis económica, aunque probablemente lo hagamos sin corregir nuestros problemas estructurales, por lo que la crisis seguirá teniendo comportamientos cíclicos en nuestro país. El gobierno, que se justifica con un socorrido “es el único camino”, exige sacrificios a los españoles, pero yo no observo que se esté aprovechando el esfuerzo para sentar las bases de un nuevo modelo de PIB que urge construir.

Como le decía, la crisis económica se superará pero el problema, la raíz, está en una profunda crisis de valores. Sin valores se acaba en la explotación del hombre, en situar el beneficio a cualquier precio en la cúspide de nuestro sistema de valores. Así nos encontramos con que el hombre no es la base del sistema político y económico sino que se convierte en un servidor del mismo.

En síntesis nos falta un proyecto coherente de futuro y nos sobran Autonomías y políticos.

¿Por qué está tan deteriorado el concepto de España?
Porque durante más de tres décadas se ha despreciado, vulnerado y atacado. El actual sistema político nació volviendo la espalda al patriotismo. Hace treinta años llevar una bandera de España podía causarte graves problemas. Una parte importante de nuestra clase política e intelectual decidió acabar con el concepto de España, esquivaban hablar de España y utilizaban en todo momento el término país. Varias generaciones han sido educadas prescindiendo del concepto y la idea de España, aunque el sentimiento subsista pese a todas las artificiosas barreras creadas.

El Estado Autonómico ha contribuido a deteriorar el concepto de España. En su desarrollo necesitaban elementos identitarios que, de algún modo, se oponían al concepto de España. Hemos llegado a absurdos como reinterpretar la Historia de España en función de Comunidades Autónomas inexistentes hace treinta y tantos años. Hoy, en una biblioteca pública, se puede encontrar en la sección de música una división por Comunidades, como si ésta tuviera una identidad regional… Es una imbecilidad mayúscula.

Como dijo el comunista César Vallejo ¿España debe cuidarse de su propia España?
El problema es que España es una idea y un concepto, por lo tanto ese cuidado depende de los españoles. Corrijo la intención de César Vallejo. No es que España tenga que cuidarse de sí misma; España debe cuidarse de aquellos que lo que quieren es poner fin a la idea y el concepto de España.

Si yo digo Gibraltar ¿usted qué me contesta?
Reivindicación permanente. Sueño con ver ondear para siempre la bandera española en lo alto del Peñón.

¿Y si digo Bolinaga?
Asesino. Burla. Cárcel hasta el penúltimo día de su vida.

¿Y si digo aborto?
Asesinato con connivencia de todos aquellos que han abdicado de la necesidad de su proscripción.

¿Y si digo Bárcenas?
Bomba política de efectos retardados que no sabemos hasta dónde podrá llegar. Producto de una forma de entender la política como servicio a uno mismo. Talón de Aquiles del Partido Popular.

¿Y si digo casta política?
Asociación, club privilegiado, de presuntos políticos que han sustituido la idea del bien común por la del bien personal.

¿Y si digo corrupción?
Régimen que surge cuando la política se pone al servicio del partido o de uno mismo y no del ciudadano ante el que muchos españoles prefieren mirar para otro lado siempre que los corruptos sean los suyos.

¿Y si digo Cataluña?
España, España, España.

¿Y si digo Zapatero y PSOE?
Zapatero es sinónimo de incompetencia, incapacidad, inutilidad, ocurrencia, sectarismo… los calificativos serían interminables. El PSOE es la otra cara del duopolio que nos gobierna, un freno a la democracia, fuente de corrupción… Creo que le sobran tres letras: socialista, obrero y español.

¿Y si digo Rajoy y PP?
En la actualidad una estafa para millones de españoles porque se presentaron a las elecciones con un programa político que han vulnerado.

¿Es tan grave el separatismo periférico como aparenta ser?
Lo es porque es un problema al que no se quiere hacer frente y que, por tanto, va a ser cada vez más grave. Si se observa el recorrido político del separatismo desde 1977 es evidente que no sólo se ha ido extendiendo socialmente en Cataluña o en Vascongadas, o ha adquirido cierta importancia en Galicia, sino que además existe una clara permisividad en una parte de la población de esas regiones que ya no es beligerante frente al separatismo. En Cataluña se está creando una situación alarmante porque el gobierno de la Generalidad se está colocando fuera de la ley sin que exista reacción alguna.

El separatismo vive de mitos, se alimenta de falsedades, se expande porque se permite que en determinados territorios controle la educación y, fundamentalmente, porque el Estado ha renunciado a difundir la idea y el concepto de España.

¿Se presentará AES a las Elecciones Europeas?
Categóricamente, sí. Lo que no puedo en estos momentos confirmarle es si lo haremos en solitario, integrados en una coalición o plataforma o si formaremos parte de un partido paneuropeo que es una nueva forma de acudir a estos comicios que podrá utilizarse por vez primera en esas elecciones.

Entrevista realizada por el Diario Liberal

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