Por Eduardo López Pascual para elmunicipio.es
“A mí me educaron de otra forma, a mi me enseñaron a trabajar por una patria, llena de paz, amor y luz, como rezaba una vieja canción del Frente de Juventudes, de donde procedo” Eduardo López Pascual
Me entero con profunda irritación que dos personajes con responsabilidad política, aunque residual, que dicen defender un ideario falangista se ven acusados formalmente por la Fiscalía anti violencia en Madrid, por proponer y justificar respuestas violentas al secesionismo español, durante unos actos producidos en octubre pasado en la ciudad de Barcelona. Se trata de dos personajes tristemente conocidos por liderar respectivamente dos formaciones políticas que, por desgracia, solo sale en los medios por sus acciones siempre o casi, pegadas a la violencia. En las querellas presentes se acusa a Alianza Nacional y a FE/La falange, de fomentar el odio, de justificar la violencia, en la que si hay que matar por España se haría sin más.
Los nombres de estos dos sujetos ya lo conocéis. Han venido dando pruebas de su deriva política y doctrinal, – la violencia dejó de ser un método aceptable por parte de los falangistas democráticos y actuales-, mientras estos utilizan a cualquier hora un lenguaje belicista, enfrentador, excluyente que en nada se acerca a los principio éticos de la Falange de José Antonio, recurriendo a una fraseología y unas acciones de fuerte olor fascista. Una actitud o una estrategia que en absoluto compartimos, que queremos denunciar con toda intensidad y que, exigiremos que esté lo más lejos posible de la norma y conducta de nosotros, falangista, a quienes nos repugnan cualquier signo de beligerancia violenta.
Nuestra, o al menos, mi convicción de una patria común, mi deseo perenne de la indivisible unidad de España, mi honda devoción por nuestra historia, estará siempre dispuesta a revindicar y luchar siempre desde la inteligencia, siempre por las vías del diálogo y las opciones democráticas, frente o en contra de actitudes irresponsables, de gestos y obras cargadas de violencia o de discursos rompedores. Nunca caminaré junto as quienes frente a la provocación en cualquier campo y aquí en el secesionista, quiera responder con sangre y muerte. A mí me educaron de otra forma, a mi me enseñaron a trabajar por una patria, llena de paz, amor y luz, como rezaba una vieja canción del Frente de Juventudes, de donde procedo.
Pero lo malo de esta situación, la de esa acusación por fomentar odio y muerte, es que por desgracia, se extiende a formaciones falangistas, como la mía, que declara su repugnancia por gente así, porque dos individuos disfrazados de azul, aparecen en la prensa como energúmenos fascistoides. Realmente preocupante. El hecho de que los falangistas suframos violencia, de todo tipo, no significa que la única respuesta sea también la violencia. Hay leyes, hay una constitución, vivimos en democracia que, aunque sea mejorable, tiene que ser nuestra vía de conducta. Lo demás es pura actitud fascista o estalinista, lo mismo, y que personalmente denuncio y acuso. No todos caben en lo que llamamos Falange, y ahí está uno de los motivos, no somos lo mismo. No todo es falange aunque así se llamen chorlitos como esos.
Hace muchos que venimos diciendo quienes nos forjamos en lFE de las JONS al calor de los textos de José Antonio,que cuando éste reclamaba «abrir brechas de serena atención», no se estaba refiriendo a abrir cabezas.
Entre los peores enemigos del «modo de ser» de los falangistas, están los energúmenos, que se disfrazan de azul para perpetrar sus fechorías, que luego quieren envolver en la bandera roja y negra, que tantos otros supieron cubrir de gloria.
Aplaudo al camarada López Pascual, pues ya me siento camarada suyo, y le digo que comparto totalmente el sentir de su artículo. Es hora de que pongamos al margen de nuestras banderas a tanto facineroso que pretende colar entre nuestras filas mercancía de contrabando. Esforcémonos justo en lo contrario, en leer a José Antonio, en preguntar lo que no entendamos, en escuchar a quienes se han formado durante años en su pensamiento y en intentar vivir de forma cotidiana ese pensamiento traducido a la realidad de cada día.
Ética y estilo. Formación. Clase y señorío de españoles que luchan por una España mejor. Creo que no hay mejor consejo.
Un fuerte abrazo, camarada.
Este personaje se cree que aún esta tocándose los cataplines cantando canciones en el Frente de Juventudes confiado en que el denostado y despreciado caudillo sea el eterno garante y guardián de la Unidad de España.
¡Que se puede esperar de quien aparece retratado ante una bandera prostitucional! Lo raro es que no acusase a Jose Antonio ante la fiscalía del odio por aquello de «los puños y las pistolas» en la esperanza de que tuviese algun correctivo «post mortem».
Y mientras que Bildu no condena el terrorismo, los hipotecados hacen escraches a la familia de quienes votan, la extrema izquierda grita aquello de «la proxima visita será con dinamita» mientras atenta contra templos como el del Pilar de Zaragoza, Podemos hace gala de frases de como «el miedo ha cambiado de bando»…
El mundo azul sigue siendo el eterno nido de putas traidoras que venden a sus hermanos por una mención en la prensa o para ser el único motivo para actualizar sus blogs masturbatorios de consumo propio.
A esta pobre gente, cuya penuria intelectual les incapacita para analizar la realidad y tomar conciencia del contexto en el que viven y cuya miseria moral les anima a hacer tan sanguinarias declaraciones de intenciones, no les hubiera venido mal haberse dado un garbeo por el valleinclanesco callejón del gato o por alguna barraca de feria para comprobar cuán ridícula y grotesca aparece la imagen del más sublime héroe clásico, distorsionada ante un espejo cóncavo. Posiblemente, y dada su personalidad, habría sido inútil, pero se habrían dado de bruces con el horrible esperpento en que están convirtiendo- desgraciadamente para los demás- a los nobles ideales que dicen defender. Ni José Antonio Primo de Rivera, ni los españoles que aguardan aún conocerle merecen tan malísima propaganda.
Estamos de acuerdo Eduardo López Pascual
Claro, claro, José Ignacio. Pedro Pablo Peña tiene penuria intelectual. Claro, claro ¿No te da vergüenza escribir eso? Podrás estar más o menos de acuerdo con él. Podrá ser incluso tu enemigo. Pero no seas tan poco gallardo y negar la evidencia de que Pedro Pablo es un hombre brillante. Lo que pasa es que Pedro Pablo, que lleva militando desde que era un niño, es consecuente. Y no un «azul» de salón que se queda en casita criticando a los demás para justificarse ya que lo que realmente te pasa es que perteneces a la familia de las gallináceas, burguesas, eso sí, gallináceas burguesas. Sois una rémora.