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María Teresa León y José Antonio Primo de Rivera

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Por José Mª García de Tuñón para elmunicipio.es

«La memoria puede tener los ojos indulgentes. Ya no llegan a nosotros los ruidos vivos, sino los muertos. Memoria del olvido, escribió Emilio Prados [poeta malagueño], memoria melancólica, a medio apagar, memoria de la melancolía». Son palabras de María Teresa León, «la brava» como la llamó Antonio Machado, nacida en Logroño el 31 de octubre de 1903. Su familia pertenecía a la alta burguesía y una tía carnal estaba casada con Ramón Menéndez Pidal. María Teresa León que vivió su juventud en un mundo privilegiado,  de la noche a la mañana se convirtió en una ferviente militante comunista, hasta tal punto que Giménez Caballero dijo de ella que fue la que llevaría hacia el sueño comunista al poeta Rafael Alberti con el que llegaría a casarse.  Anteriormente lo estuvo con Gonzalo Sebastián con quien tuvo dos hijos.

Su padre era militar y había seguido al general Primo de Rivera en su aventura dictatorial sublevando a su regimiento. A María Teresa León le gustaba salir con su padre, ir a las carreras de caballos, sentarse con él en las Ramblas. «Éramos tan felices cuando nos íbamos juntos a conquistar el mundo. Decían que nos parecíamos», comenta en su libro Memoria de la melancolía. Un día de aquellos paseos, María Teresa se encontraba muy feliz y como siempre iba cogida del brazo de su padre. Eran ya los tiempos del golpe militar de Primo Rivera. De pronto entre un grupo de soldados ve a los hijos del dictador. «Uno de ellos era muy rápido, muy inteligente. A la muchacha le parecía absurdo no poderles ya sonreír porque estaba casada y qué diría el teniente coronel del segundo si la viese. Era un buen mozo. ¿Quién cerraría los ojos de aquel soldado que yo no volví a ver? ¿Y por qué cayó si tal vez…? Sí, tal vez fue una equivocación política. ¿No hubiera sido más acertado mandarlo a morir a otra parte, por ejemplo a Burgos? Años de guerra civil. Aquel soldado que yo nunca más volví a ver estaba preso, preso político. ¿Qué efecto hubiera producido José Antonio Primo de Rivera en Burgos, frente a frente con el Caudillo? Seguramente no hubiera sido trasladado a hombros por toda España para ser enterrado con una sonrisa de triunfo en El Escorial porque… el eliminado que mejor eliminare mejor eliminador será».

En el año 1939, ella y Rafael Alberti se exilian a Francia, país que dejarían más tarde para trasladarse a Argentina donde permanecen hasta 1963 que se instalan en Roma. En 1977 regresan ambos a España cuando el matrimonio estaba prácticamente separado. La clase intelectual española la recibe con indiferencia. El actor Salvador Arias que trabajó junto a ella en Las Guerrillas del Teatro  declaró a un periodista que a su regreso no se le había hecho ningún caso. La enfermedad ya había comenzado a hacer mella en ella, pero mantenía todavía su capacidad intelectual. Los nuevos amos de la cultura que ya comenzaba a florecer por aquellos años en la que la escritora regresa a España miran para otro lado porque se encuentran con una mujer enferma; son los herederos de aquellos que no supieron rodear la muerte de Antonio Machado del consuelo y del honor que merecía. Ni tan siquiera hubo un político rojo que en su huida a Francia  metiese en su coche al poeta andaluz, tuvo que cruzar la frontera a pie. Lo había presentido él hacía mucho tiempo: Y cuando llegue el día del último viaje / y esté a partir la nave que nunca ha de tornar / me encontraréis a bordo ligero de equipaje / casi desnudo, como los hijos de la mar. En otro momento y como  corazonada de su triste final, el poeta escribió: Señor, me dejaste solo / solo, con el mar a solas.

María Teresa León y Goyri autora de la obra Cervantes. El soldado que nos enseño a hablar, falleció en una clínica geriátrica, situada en la localidad madrileña de Majadahonda, el 13 de diciembre de 1988. Quiso ser, y lo cumplió, la estela de un cometa rutilante y gaditano llamado Rafael Alberti. Y aunque apagada hacía algunos años, la estela brilló tanto como el cometa, aunque fuera siempre a su zaga. El día del sepelio solamente un reducido grupo de personas acompañaron en silencio a una de las mujeres que había sido calificada de bellísima, que había pertenecido a la  Generación del 27 y que dejó una extensa obra literaria.

                                                                  JOSÉ MARÍA GARCÍA DE TUÑÓN AZA

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3 COMENTARIOS

  1. excelente articulo lleno de objetividad sin mirar ideologias. destacar lo que pensaba y escribio maria teresa leon refiriendose a jose antonio. un ruego a garcia de tuñon. que sigue descubriendonos estos pasajes de la historia tan reciente y tan poco conocidos

  2. ¿Por qué tantas gentes de familia «conservadora» se hacen revolucionarios y crean ríos de sangre roja roja, mientras siguen soñando en sus ínfulas de heroínas que sueñan que un Príncipe Azul con capa Roja Roja, le saque de su aburrimiento de espíritu, alma y cuerpo…si, cuerpo, creo que ahí está el quiz y secrto, la puerta y cerradura cual clave es la razón de …del Convento al fuego del Batallón….Cantinera, cantinera, he seguido a muchas mozas de altos lustre, y al final he visto a muchas en el lodazal de la puerca…donde como los compañeros de Ulises, devorando las mondas de la Hechicera…

  3. ¡¡Gracias, maestro de la objetividad, concienzudo como pocos!! Me has hecho descubrir muchas cosas que ignoraba, de estupendas personas «tergiversadas» por menos concienzudos que tú al documentarse!!
    Algún día sabrás el bien que haces con tu «siembra». Nos acercas a valores auténticos seguros de que eres un investigador fiable, como bien demuestras. Además ¡Da gusto leerte! ¡¡Qué bien escribes!! No son cuestiones fáciles pero sabes hacerlas asequibles…, aunque confieso que lo he leído tres veces: Una para «entender» y dos para disfrutar. ¡¡Gracias, Maestro! Un abrazo Mercedes Colubi

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