Por Eduardo López Pascual para elmunicipio.es
A mi me parece que actitudes como las que ha tenido en la tarde de la Diada catalana este año, el jugador de fútbol del club deportivo del Barcelona y de la selección española, Piqué, no permitiría a la conciencia nacional que vistiera ni un día más la camisola de nuestro equipo. Al menos, estoy convencido, no pasaría en cualquier Estado de Derecho democrático y homologado, y con una clara y neta realidad nacional. Esta demanda, no sería tan solo por la asistencia personal acompañado de su hijo, de corta edad, sino que además lo es porque se ufanaba de su apoyo a la demostración separatista – (y hay que desmentir con firmeza que no era una manifestación sobre el derecho a decidir, que lo que hay en el fondo, es una exigencia secesionista)-, incompartible por coherencia y honestidad, con alistarse como futbolista profesional en el país que mantiene una muy grave controversia en ese peligroso asunto. Lo de Piqué no tiene nombre, y si su acción no genera una respuesta acorde con lo que podría calificarse de feo desacato, es para preocuparse de veras y demostraría que el país ha perdido su pulso y su dignidad. No hace falta llegar a descalificaciones personales, ni a insultos de ningún tipo, pero si es necesario que nuestras autoridades españolas a nivel institucional, pero sobre todo deportivo, reaccionen simplemente por vergüenza, torera, eliminando para siempre de cualquier convocatoria como componente del equipo nacional, a quién como él, deviene en un una provocación independentista. Pero que conste que no será una represalia, más bien, sería la lógica salida para el que no se siente español, o antepone su fervor identitario , antes que se condición de ciudadano y deportista de España. Ya está bien de concesiones que parecen movidas por perversos chantajes extra deportivos, (Iribar, Estiarte), y otros, y si el futbolista Piqué hace pública su opción separatista, no estaría fuera de tono, el liberarlo de cualquier obligación deportiva en la selección. ¡Qué menos¡ Ocurre, no obstante, que tenemos la sospecha de que los responsables federativos nacionales pasen por alto acto tan impresentable y contrario a toda sensibilidad española, para dar una ligera regañina, que ni eso, y olvidar o minimizar torpemente el golpe dado a nuestra nación.
Tiene toda la razón del mundo López Pascual. Gentecilla de esta calaña por muy estrellas del fútbol que sean, no tienen, o no debieran tener sitio en la selección de España precisamente por el daño que hacen a nuestra patria exhibiéndose como separatistas, que a mi me parece muy bien que lo sean, pero entonces que den un paso al frente y dejen de jugar con la selección que representa a España.
Piqué ha dicho: «Llevo en la selección desde los 16 años, nunca he fallado, lo he dado todo, he intentado dejarme la piel en cada partido. Otra cosa es sentirme catalán, estar de acuerdo con la consulta, que es algo democrático que debe suceder. La gente debe tener su derecho a poder votar». Pues eso, como todos tenemos derecho a votar, yo voto porque dejes la selección española de fútbol por independentista.