Debemos saber que…
- El piercing puede favorecer que se acumule en esa zona la placa dental o sarro.
- Inflamación de la zona donde se ha colocado el piercing y/o sangrado.
- Deformaciones linguales, alergias y úlceras
- Fracturas dentales. Es más frecuente de lo que puede parecer, al producirse un choque con el piercing.
- También puede dañar el esmalte, las encías o los empastes.
- Alteración del gusto y del proceso del habla
- Dificultades para masticar y salivación excesiva.
- Problemas de halitosis si la presencia del piercing no permite realizar una higiene bucal completa o el mismo piercing acumula bacterias.
- Ingestión de forma accidental al soltarse. ¡Cuidado al practicar deporte!
- Más riesgo de cáncer oral.
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