Por Carlos Cervera López para elmunicipio.es
Ahora que se acercan las elecciones autonómicas en España, volvemos a asistir al numero bochornoso de ciertas organizaciones que lejos como siempre de ofrecer verdaderas alternativas siguen con el mismo juego de siempre, sabiendo que muchos de los ciudadanos ya no pasan por el aro que quieren ellos. El caso de valencia es un caso concreto, después de 25 años en el poder como alcaldesa de Valencia, rita barberá no se cansa de llevar a la comunidad autonóma al nivel de una ciudad del modelo montecarlo, llena de casinos y locales de fiesta mientras barrios de los trabajadores como es el caso del barrio del cabañal, se ha visto en serio peligro de desaparecer. Aún con todas esas, no ha tenido suficiente y se ha dedicado a crear fama con el famoso “caloret”.
Una frase que ha tapado una vez mas, toda consecuencia irresponsable en cuanto estar al mando del ayuntamiento de la ciudad durante como he dicho, 25 años. Aún después de aquel bochornoso teatrillo de Pan y Circo, no se les ha ocurrido otra que pretender dar propaganda, incluso para el tema de estas elecciones próximas que usar el eslogan de “caloret”. Horrorizado me ando de ver como la figura del político a pasado de ser alguien que se supone da el ejemplo con verdaderos actos sociales y nacionales y ya se dedica a llamar a programa del cutre corazón de media tarde o sacar provecho de una frase tonta.
Un resultado que no va a traer nada positivo, por lo menos hacia los votantes que somos conscientes de ello, mientras los “tontos” de carrera y maletín, siguen saliéndose con la suya.
Durante unos cuantos años he propuesto a mi allegados la idea de una verdadera representación que rompa con la sucia imagen de un votante que va cada cuatro años a las urnas, digo sucia por que como persona que soy que añora la verdadera libertad a la hora de poder decidir quien va a ser mi futuro representante de zona, me siento engañado y mas con el paso de los años donde se está haciendo mas evidente las muestras de dejadez y la nula transparencia de los representantes oficiales.
Cuando he propuesto años atrás lo que debe ser una verdadera representación basada en los cauces naturales de convivencia, donde todos nosotros somos verdaderos participes de nuestro futuro.
Cuando planteé en su momento aquello, hubo quien se atrevió a llamarme alarmista, vemos que con el paso del tiempo ha sido vista aquella idea que propuse como algo que verdaderamente hace falta y los movimientos sociales, las manifestaciones que en un principio salieron a la calle de forma espontanea, lastima que cayera aquello en el olvido y acabara en manos del sistema como ellos pretendía, salían con esa idea, la de representación popular. Aún así todavía se sigue pensando bajo la idea de dependencia de partido, tanto a nivel social como político he incluso en ciertos núcleos intelectuales, donde se sacude el fantasma de la dictadura militar y la vuelta al pasado. Gran ejemplo a la ignorancia es ese. Seguimos la sociedad sin haber pegado el estirón, sin haber dejado de ser menores de edad.
Lo que necesita verdaderamente España es eso. Ser mayor de edad y poder participar en su futuro sin que nadie le siga metiéndole miedo, por el miedo es lo que hace que las clases dominantes sigan haciéndose mas fuertes.
Felicidades, Carlos, un buen artículo para debutar en El Municipio. Salud