Los concursantes de Gran Hermano exponen su vida 24 horas en la caja tonta y eso, deben de considerar en la de Telecinco, tiene mucho valor.
Y es que los concursantes de GH no son tan tontos como parece y la incultura tiene un precio. El caché de los grandes hermanos de esta edición oscila entre los 800 y los 100 euros semanales, según desvela el diario El Comercio.
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Un sueldo que ya quisieran muchos para sí por el mero hecho de pelear, enamorarse, soltar exabruptos por la boca o no tener ni idea de cuál es la capital de Asturias, eso para algunos no importa. Como ya dejara demostrado hace unos días, los concursantes del reality de Telecinco no andan muy sobrados de cultura que digamos.
La suma total mensual asciende hasta cerca de los 4.000 euros que, multiplicados por los cerca de tres meses que pueden llegar a estar en Guadalix, puede alcanzar los 12.000 euros. De convertirse en ganador, habría que sumar los 300.000 euros que ofrece el concurso al elegido del público.
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Pero la cosa y el cachondeo de la incultura no finaliza de esa manera
Una vez fuera de la casa, los bolos en discotecas se multiplican, en función de lo polémico que uno haya sido dentro del concurso, y los sillones de los programas de cotilleo de la cadena aguardan vacíos para su llegada.
Viendo el panorama, al final va a resultar que los concursantes de Gran Hermano no son tan ingenuos como creíamos. Nunca antes la incultura estuvo tan bien pagada ante la sociedad.
