Un abogado madrileño ha denunciado ante la Real Federación Española de Fútbol, el Ayuntamiento de Isla Mayor (Sevilla) y los juzgados de Coria del Río, que en las instalaciones deportivas municipales de Isla Mayor entrena y juega el equipo Fútbol Club Villafranco, bautizado así «en honor» al dictador Francisco Franco. Dado que el club recibe «ayudas y subvenciones municipales», la denuncia avisa de una vulneración de la Ley 52/2007 de Memoria Histórica.
ABC / En su denuncia, el abogado recuerda que, durante la dictadura franquista, Isla Mayor «varió su denominación, llamándose Villafranco del Guadalquivir, honrando a quien entonces gobernaba España», si bien en el año 2000 recuperó la denominación de Isla Mayor. No obstante, la denuncia expone que «los efectos de dicha redefinición no fueron alcanzados al equipo Villafranco F.C.», que en efecto a día de hoy sigue funcionando bajo dicha denominación. Dado que el club recibe «ayudas y subvenciones municipales», la denuncia avisa de una vulneración de la Ley 52/2007 de Memoria Histórica, reclamando medidas al respecto.
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Enrique Gutiérrez, presidente del Fútbol Club Villafranco, se defendía este viernes y aseguraba que «nadie» del equipo «es franquista ni el club hace apología del franquismo». En este sentido, argumentaba que la vigente directiva lleva «una sola temporada» al frente del equipo y que es consciente de que tiene «pendiente el cambio del nombre». No obstante, avisa de que es necesario realizar determinados trámites para que la redenominación del club no implique «la pérdida de la antigüedad, la categoría y los derechos logrados en el campo».
«No es cambiar y ya está»
«El club Nació en 1968 y tomó el nombre del pueblo», explicaba, remitiéndose a la época en la que Isla Mayor se denominaba Villafranco del Guadalquivir en reconocimiento al dictador. En el año 2000, Isla Mayor recuperaba su nombre original, aunque el club, que milita en la segunda regional sevillana, mantenía su actual nombre. «Aquí nadie se opone a cambiar el nombre ni hay nadie franquista», aseguraba Enrique Gutiérrez, quien añadía que la directiva resolverá este asunto. En este sentido, achacaba el problema a que la actual directiva lleva «una sola temporada» al frente, aunque reconocía que su junta «es consciente de que está pendiente cambiar el nombre» del equipo.
No obstante, avisa de que «cambiar el nombre del equipo no es sólo modificar el nombre y ya está», porque es necesario garantizar en todo momento «que no se pierda la antigüedad del equipo, la categoría y los derechos logrados en el campo». Según asegura, al club debe llegar «una comunicación» de las instituciones acerca de la incidencia de la Ley 52/2007 de Memoria Histórica en el equipo, para tramitar la redenominación con plenas garantías de que «no se penaliza» al club y el mismo conserva todos sus «logros».
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