Mons. Munilla destaca que «entre todos los escaños electos en las elecciones del 20 de diciembre para el nuevo Congreso de los Diputados, por el momento no consta que haya ni un solo parlamentario que defienda públicamente la tutela del derecho a la vida humana desde el momento de su concepción hasta la muerte natural. Es la primera vez que se produce semejante escenario en la vida política española». —Las propuestas sobre aborto, eutanasia e ideología de género de los partidos políticos—
El obispo denuncia que no exista «un partido político con representación parlamentaria que defienda la convicción sostenida por una parte importante de la población, en materia de familia y vida».
Don José Ignacio apunta al hecho de que «nunca como ahora los partidos políticos habían comulgado sin fisuras con el pensamiento único de la ideología de género, y nunca como ahora se habían encontrado con una dificultad tan grande para ponerse de acuerdo en el ejercicio del poder político». —Munilla: “El PP ha hecho suyos el aborto y la ideología de género”—
El prelado vasco advierte que «la experiencia nos dice que tras el «interés general» se esconde una lucha de intereses «particulares», en la que siempre tiene las de perder el más débil. En el caso que nos ocupa, la vida de los «inocentes» concebidos y no nacidos».
Por otra parte, Mons. Munilla se felicita del descenso del número de abortos en España durante el año 2014, que atribuye al hecho de que el debate sobre esa práctica infame estuviera muy presente en la sociedad, algo que cree que debe mantenerse siempre: —Un exmasón maestro grado 14º: “Las leyes contra la familia son promovidas por logias”—
«cada vez que en España se reabre el debate social sobre el aborto, disminuyen el número de abortos. Cuando deja de debatirse, aumentan. De lo cual se desprende que, a pesar de que en la legislatura que se inicia no quepa esperar iniciativa política alguna en favor de la defensa de la vida humana, es muy importante mantener encendido el debate social sobre el aborto».
Don José Ignacio alaba la labor social de las organizaciones que ayudan a las mujeres embarazadas en situaciones de riesgo y acaba su artículo recordando la oferta del perdón a quienes ya han participado del crimen de matar a los no nacidos:
Y por último, la invitación el Papa Francisco a pasar por la «puerta de la misericordia» a cuantos se vieron implicados en el aborto. La oferta de este perdón no tiene nada que ver con una relativización del mal cometido, cuanto con la proclamación de la misericordia infinita de Dios, capaz de sanar y rehacer la historia de nuestra vida.
