Por Eduardo López Pascual para elmunicipio.es
De aquí a pocos meses tendremos nuevas elecciones generales, y me temo si Dios no lo remedia que los falangistas una vez más, daremos el espectáculo de o no concurrir, y así contribuir a su desaparición, o -y esto tampoco es algo trivial-, aparecer cada uno por su lado, hacer una vez más el ridículo y dar otro empujón a su total destrucción. Como se ve, un panorama realmente desolador. Pero, claro, frente a este pésimo augurio, ¿qué planes tienen nuestros líderes?. Todos o casi todos hacen caso omiso de las recomendaciones que llaman a una especie de acuerdo final, electoral, pedidos por personalidades del mundo nacional sindicalista como el incombustible camarada Ceferino Maestú (que debería ser un referente para nosotros), pero que como yo mismo (que no soy nadie y nada mas que aporto mis muchos años de militancia), ni siquiera escuchan una somera atención.
Y así nos luce. Vamos a conseguir que la sociedad ni tan solo piense en nosotros. Muchos demasiados, nos dan ya por amortizados, pasados, muertos políticamente porque somos incapaces de mantener presencia en la sociedad y claro, menos en poder aparecer ante nuestro pueblo como adalides de seriedad, de proyecto común, de unidad de tierras y hombres, si ni siquiera podemos ofrecer una imagen única. Desde luego es urgente el que los responsables máximos de las distintas corrientes falangistas -que no son tantas- dejen por esta vez diferencias accidentales, ante la grave situación por la que atraviesa la nación. Personalmente también me deja absorto, ante la múltiple cantidad de asociaciones y organizaciones de color azul: Hermandad Doncel, Frente de Juventudes, Avance social, Ademán, Plataforma 2003, Fundación José Antonio, etc, que hacen poco y si no es así que me perdonen, por crear una conciencia de alianza electoral que creemos realmente imprescindible incluso para la supervivencia de lo que es Falange.
Creo que ya es hora de abandonar posturas irreductibles, que no se excluya a nadie que, bajo principios de respeto al mensaje falangista, vocación de servicio y clara defensa del ideal democrático, -aún aspirando a su mejora y perfeccionamiento-, vengan a reivindicar la participación en el proceso electoral que se nos avecina. Por eso, es necesario que los equipos de los diferentes partidos de índole falangista, se reúnan y honestamente busquen una solución a nuestra presencia en próximos comicios. Otra vez más, se pide a Norberto Pico, a Antonio Bencomo, a Juan Luis Bagués, hoy los máximos representantes de esas formaciones, para que lancen una misma bandera, un mismo logotipo, un mismo mensaje. España, y Falange, merecen este intento y en ellos quedan esta grave responsabilidad.
Pincha en el enlace para saber más: —Llamada urgente a todos los falangistas—
O sea que estos tres personajes que nombra son los que tienen que unirse por ser segun usted los mas representativos: JA, JA, JA!
No diga vanalidades fuera de Cieza que le tomaran por el pito del sereno.