Por Juan Luis Bagüés para elmunicipio.es
Soy de la opinión de que las falanges no son una alternativa política eficiente, desde luego no a corto plazo.
Creo que las falanges tienen su sitio y su función, por eso pido que no se tomen mis palabras como derrotismo. Si fuera derrotista no les estaría quitando tiempo a mi familia y a mis quehaceres para entregárselo a algo absolutamente infecundo.
Las Falanges tienen una importante labor, y es la de decir todo aquello que aún siendo políticamente incorrecto son verdades como puños.
Las Falanges tienen que ser revolucionarias o no ser, asumir el estigma que ello supone y sobreponerse a los complejos. Es decir, si soy falangista no es para dorar la píldora al sistema sino para decir las verdades que duelen.
Aunque parezca improductivo, si podemos acceder a las tribunas necesarias, o sino crearlas, con imaginación, como hizo la Auténtica en su tiempo (Gracias, Pedro Conde, y tantos otros anónimos y no tan anónimos), la Falange puede ser un vehículo perfecto de agitación intelectual y social.
Mientras tanto, siendo prácticos, y mientras nos preparamos para nuestra España soñada, nuestra sociedad justa, una iniciativa como la que propone mi buen amigo Josele, a quien tanto he dado el coñazo para que diera el paso, es al menos un parche, un apósito para que no se nos desangre el paciente y quede algo por lo que luchar.
No tiene porque significar renunciar a ningún principio, ni político ni mucho menos moral.
No debería ser difícil, con una dosis adecuada de generosidad, firmeza en las convicciones y la vista puesta en un futuro más o menos cercano, llegar a un acuerdo de mínimos.
Confío en Josele porque me consta que no busca un “frente nacional” estilo ultra de los que tanto se llevan por Europa y que por desgracia parecen ser referentes para muchos de nosotros. Creo en este caso, como hizo JAPR en su tiempo, en buscar en la originalidad y las peculiaridades de la España que amamos aunque no nos guste, las tierras fértiles donde la semilla arraigue.
Hay que plantearse seriamente no cometer los mismos errores una y otra vez, no mirarnos en espejos ajenos y buscar dentro de nosotros que es lo que queremos realmente.
Los errores recurrentes a los que me refiero, son caer en formar mil organizaciones al gusto de cada cual, y ahí es donde entra la generosidad a la que me refería.
DAS ha hecho un gran trabajo durante mucho tiempo, es decir, hay mucho avanzado. Además, me consta que hay generosidad por su parte a la hora de recoger las preocupaciones de todos y desde ese punto arrancar.
Creo que habría que explorar esa posibilidad antes de abrir más “sucursales”.
Honestidad suficiente para hacer que un proyecto así tenga alguna posibilidad, y me consta que hay unos cuantos más como él a los que no nombraré, que llevan tiempo trabajando.
Bien sabe Josele que puede contar conmigo, como un currito, porque confío en él, porque le considero una persona con el suficiente carisma y carácter, y por su puesto con la valentía y la honestidad suficiente para hacer que un proyecto así tenga alguna posibilidad, y me consta que hay unos cuantos más como él a los que no nombraré, que llevan tiempo trabajando. No obstante seguiré trabajando por la Falange, porque tenga voz y porque crezca en la medida de lo posible.
Contad conmigo
Pincha en el enlace para leer la iniciativa de Josele Sánchez: —Ante una situación límite: ¡Hagamos algo grande!—
Felicidades Juan Luis Bagües y felicidades al Movimiento Falangista de España. Secundar la propuesta de Josele Sánchez para la formación de un nuevo partido político es un paso muy importante. Ahora hace falta Norberto Pico y FEJONS, Bencomo y FA y Andrino y La Falange den también un paso adelante.
En principio se trata de plantear unas bases ideológicas para presentarlas al resto de partidos y formaciones realizadas por falangistas independientes