Jorge Fernández Díaz se reunió en 2014, antes de la celebración de la consulta separatista del 9N, con el jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, con la intención de desacreditar a dirigentes de ERC y CDC. Según se desprende de las grabaciones filtradas a Público, el ministro del Interior puso al tanto de estas conversaciones a Mariano Rajoy: «El presidente lo sabe».
LD / Más de dos años después y a cuatro días de las elecciones del 26 de junio, alguien ha filtrado estas grabaciones al diario Público provocando un auténtico seísmo en la campaña electoral. Una operación típica de las ‘cloacas del Estado’, ese submundo de las fuerzas de seguridad e inteligencia, que este Gobierno lejos de combatir ha utilizado en su beneficio cuando lo ha necesitado.
En una reunión celebrada el 2 de octubre, el director de Antifraude dijo al ministro que están «investigando cosas de ERC», aunque «son muy débiles», e indica que tienen «cuatro adjudicaciones al hermano de Oriol Junqueras» y que está intentando «convencer al Grupo Planeta para que haga una investigación que no sea sospechosa» sobre un posible «enriquecimiento en el municipio de Puigcerdà del padre de Oriol Junqueras con un tema de terrenos y demás».
Poco después, Fernández Díaz pregunta por Felip Puig, de CDC. Responde de Alfonso: «Las dos cuñadas que eran categoría D, actualmente pasaron a ser C pero eran D en el momento, trabajaban en un departamento de la Generalitat y por un decreto firmado por Francesc Homs se las colocó como eventuales e interinas para hacer sustituciones de baja por maternidad y demás en nivel A-27 (…). Y eso lo tengo ya cerrado, por eso he traído el maletín, para mostrártelo (…) Y hay dos firmas de Francesc Homs, una carta donde dice que las nombren o se le nombre en concreto a una de ellas en dos ocasiones (…). Se las nombra porque sí a un A-27 sin esperar a que salga el concurso resuelto y además se hace por dos ocasiones». «Afinando podríamos decir que la firma del primer decreto por parte de Francesc Homs podría ser un acto prevaricador», añade.
Dos semanas después, Daniel de Alfonso y Jorge Fernández Díaz se volvieron a reunir. Entonces el ministro le dijo que «el presidente del Gobierno lo sabe» –el plan- y que está de acuerdo con las gestiones. «Yo se lo dije a él, es un hombre discreto donde los haya (…) Le conozco muy bien, de muchos años», agregó.
Pesquisas en Interior
Fernández Díaz ha ordenado la apertura de una investigación en relación con la publicación de estas conversaciones. Interior ha informado de que el ministro ha solicitado abrir esta investigación al comisario general de Policía Judicial para averiguar las «circunstancias concurrentes» en el caso.
Fernández Díaz, candidato del PPC a las elecciones generales por Barcelona, ha pedido «respeto» tanto para él como para De Alfonso y ha señalado que «hablar de grabaciones es una cosa seria», por lo que «si alguna persona ha grabado que responda él».
«Decir que alguien conspira con el director de la Oficina Antifraude de la Generalidad, que es un magistrado elegido por el Parlament, en contra de altos cargos de la Generalidad, creo que es una ofensa para este magistrado que dirige la OAC. Un respeto para él, para mí también, pero sobre todo para él, porque decir una cosa así sinceramente es demasiado grave», ha sentenciado.
De momento, las sospechas se centran en el propio De Alfonso como autor de la grabación pero éste lo niega rotundamente. Sin embargo, el director del diario Público, Carlos Enrique Bayo, apunta hacia él como «muy probable autor» de la grabación. Dice que en las conversaciones grabadas «queda clarísimo que es él quien está grabando», porque parece un «audio selfie» en el que De Alfonso «está hablando para la grabación», dejando claro que «está dispuesto a hacer cualquier cosa para beneficiar los intereses» del ministro.
De Alfonso apuntó en un primer momento a enemigos de Fernández Díaz dentro del propio Ministerio del Interior. Comentó que su teléfono estaba «monotorizado» por la Policía y que alguien pudo activarlo a distancia para grabar al ministro, aunque después ha hablado de un posible micrófono oculto en el despacho del ministro.
Fuentes de Interior han evitado hablar de teorías sobre la autoría aunque han señalado que todas las hipótesis están abiertas, lo que incluiría la posibilidad de que alguien hubiera accedido al despacho y después filtrado la conversación o que el autor sea el propio De Alfonso.
