Nigel Farage no piensa pedir perdón, ni por el póster anti-inmigración ni por sus explosivas declaraciones. A su paso por Clacton, el líder del Partido de la Independencia del Reino Unido (Ukip) y agitador del ‘Brexit’ respondió muy directamente a los dos preguntas formuladas por EL MUNDO.
– «¿Qué les diría a los expatriados británicos que temen por su futuro en España?».
– «Les diría que no se crean la propaganda para meterles miedo que están usando los partidarios de la permanencia», declaró Farage. «A los españoles les interesa que se queden y se sigan gastando su dinero».
El líder del Ukip, que en plena crisis de la eurozona hizo un llamamiento a sus compatriotas para que hicieran la maletas, fue aún más allá: «Si no fuera por el dinero que se gastan los británicos en la Costa del Sol, el sur de España pasaría terribles problemas económicos… Así que no creo que tengan problemas para poder quedarse».
– «¿Y qué ocurriría con Gibraltar? «, le preguntamos sobre la marcha a su paso por la costa de Essex.
– «Lo divertido en este caso es que se supone que estamos en una unión política con los españoles», advierte. «Pero es que la conducta del Gobierno español en la cuestión de Gibraltar ha sido terrible, con los problemas en la verja y las incursiones en nuestras aguas». «Si los españoles van a persistir en su postura, la pregunta debería ser ¿qué hacemos en un unión con un país que nos amenaza?», se pregunta Farage. «Mi impresión es que en cualquier caso seguirá habiendo problemas con Gibraltar».
Encantado con su protagonismo de última hora, mal que le peses a Boris Johnson, el líder nacionalista ha culminado en Londres su galopada final con idéntico mensaje, dirigido a sus hordas de seguidores con las banderas del Ukip: «¡Se acerca el día de nuestra independencia!» Se acerca el día en que retomaremos el control de nuestras fronteras, el control de nuestras leyes, y el control de nuestros hospitales y nuestras escuelas, desbordados como están por la inmigración».
Farage se negó a pedir disculpas por su cartel anti-inimigración, pesentado en público apenas 90 minutos antes del asesinato de la diputada laborista Jo Cox. «Siento mucho el «timing» del cartel, que coincidió casi con la tragedia», reconoce como mucho. «Pero no voy a pedir perdón por la verdad. El mensaje sigue siendo igualmente válido: la necesidad de controlar nuestras fronteras. Lo que me revienta es que se metan con nosotros y que nadie condene el póster de Operation Black Vote, con un «skinhead» apuntando a una mujer india. Ese póster sí que es auténticamente racista».
Sobre las divisiones en el frente del ‘Brexit’ asegura que son exageradas, pese las acusaciones de «xenofobia» contra su cartel anti-inmigración en boca del ex alcalde de Londres Boris Johnson: «No vamos a entrar en discusiones entre nosotros porque estamos en el mismo barco y nuestro ojetivo es el mismo: sacar al Reino Unido de la Unión Europea».
«Vamos a dejar de fingir sobre el objetivo real del proyecto europeo», proclama Farafe, enarbolando con orgullo su pasaporte británico en la mano (y obviando el detalle de que está casado con una alemana). «La UE tiene un himno, tiene una bandera y está construyendo su propia policía y su propio ejército. ¡Nosotros no queremos ser parte de una superestado!».
La puntilla llega por cuenta de David Beckham y su fichaje por la permanencia… «Sala a la vista que la campaña para quedarnos en la UE está manos de los ricos y del establishment. Nuestra campaña es la de la pequeños empresarios y la gente común».
