Por Eduardo López Pascual para elmunicipio.es
No soy yo quien tenga razones suficientes para intentar un escrito de crítica a ningún partido político, y menos a los que se conocen como nuevos o emergentes, que quizá no tengan aún tiempo suficiente para haber posado sus estrategias. Pero esto no obsta para que pueda expresar libremente -faltaría mas-, mi opinión ante algunas cosas que se dan por buenas. Por ejemplo, alguien se deja decir que en realidad Podemos y Falange tienen un fondo político común, por cuanto por ejemplo, el primero tiene una estructura de partido, los Círculos, similar al que utilizaban los falangistas con sus Círculos José Antonio. Pero eso no es más que una coincidencia en el lenguaje que no tiene más argumento. También, cono no podía ser menos, se afirma esa semejanza entre Podemos y Falange, al observar la lista de exigencias sociales; como la nacionalización de la Banca, la estatalización de las industrias estratégicas: (Hidroeléctricas, los astilleros, transportes, siderurgia, refinerías, etc), que es verdad, la Falange ya lo proponía en sus 27 puntos iniciales; así como unos servicios nacionales en educación o sanidad, universales y gratuitas, expuestos ochenta años antes de que aparecieran los Podemitas.
Pero claro, esa concurrencia de aspiraciones no dan base para conceder una igualdad política entre unos y otros – falangistas y podemitas, por cuanto su concepción de la sociedad y de la vida dista un mundo de distancia y separación. Falange cree en esos principios de justicia e igualdad Universales que, por otra parte, es común en todas las ideologías civilizadas; pero Podemos asienta sus acciones desde una visión materialista del hombre y sus necesidades ya que, como pista para entenderlo, su líder, Pablo Iglesias, justifica la violencia (la hemeroteca es testigo de lo que decimos) en casos particulares como machacar a los fachas o cuando se sienten ofendidos. Podemos y sus inscritos /nueva fórmula para evitar llamarse afiliados/ abogan por defender el aborto y la eutanasia, frente a quienes como nosotros consideramos la vida como nota esencial en la humanidad. O que decir de concesiones a los terroristas (justificación del etarra Qtegi, que Falange- cualquiera de sus denominaciones-, no podrían jamás aceptar. Idea que se extiende a su comprensión de Patria y España, que Iglesias y sus compañeros reducen a un decidir manipulado, que deja fuera el compromiso histórico de un destino común, en una nación hecha a fuerza de gestas, de glorias y fracasos, de cultura y tradiciones ancestrales.
Hay también un rumor que corre por ahí, en apoyo de ese imaginario parentesco entre unos y otro, por la evidente lucha interior que hoy, aparece en las filas podemitas en lo que muchos analistas, ven una guerra declarada por el poder, lo mismo que le sucedió (y aun quizá pase) en los falangistas de la primera hora, cono esas graves desavenencias que tuvieron José Antonio y Ramiro Ledesma. Mas aunque fuera cierto, que eso parece, sus diferencias fueron de fondo y no de postureos como da la impresión en los de Podemos, donde Iglesias y Errejón, discuten solo la forma de llegar al poder. O sea, en definitiva, no creo que hayan condiciones objetivas (una concesión marxista) para alegar semejanzas que no se sostienen tras un análisis preciso
Con ello no quiero decir que no podamos encontrar una meta social. a compartir, que sería alguna conquista puntual, un reconocimiento evidente, pero es claro que las razones de unos y otros, falangistas y podemitas, son en lo esencial, distintas y en muchas ocasiones, contrarias y diferentes. Falange todavía cree en el Hombre como portador de valores trascedentes, y por eso acreedor de todas las exigencias de justicia, integridad y libertad, frente a una interpretación, en Podemos, demasiado materialista, que es lo que nos diferencia. Por lo demás, ojalá, nuestros gritos en favor de la mejor sociedad, nos permita caminar algún tercio juntos y en compañía.
