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“Falange, europea”

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Por Carlos León Roch para elmunicipio.es

Como brillantemente afirma mi entrañable  -y polémico- amigo y camarada Eduardo López Pascual, innumerables excamaradas que felizmente “nos arrastraron” a la permanente inquietud, frustración y dichosa esperanza de la Falange , se muestran ahora, en el mejor de los casos, como exclusivamente “joseantonianos”, renuentes a la aspiración legítima de toda fuerza política, que no es otra que la de alcanzar el gobierno de la nación. Y eso, por muy  difícil y aparentemente inalcanzable que sea la empresa, la historia de la humanidad está llena de grandes gestas realizadas por un puñado de personas, varias veces solo doce (eso sí, con un gran “JEFE”).

Naturalmente, divulgar, promover, editar y divulgar las virtudes y comportamientos humanos de nuestros fundadores constituye una loable actividad en la que muchos falangistas también participamos. Pero, asimismo,  a muchos de nosotros solo la actividad política falangista, el nacional-sindicalismo, puede justificar nuestro paso, sublimar nuestras nostalgias e iluminar a nuestros descendientes.

Y es que la Falange nunca puede ser referida hacía el pasado, porque en su permanente -y frustrante- esfuerzo de síntesis, está abierta plenamente a este siglo XXI  y hacia un futuro indefinido…

Sobre nuestras anchas espaldas (¡aunque los años propicien la cifosis!) llevamos los epítetos de “fascistas”, que muchos incluso sorprendente e injustamente  asumen; “falangistas”, con el que las derechas cerriles nos azuzaban antaño; utópicos; franquistas; antifranquistas, etc… Y cuando gritamos que no somos de derechas ni de izquierdas somos conscientes de que, en la mayoría de los casos, los que se adjudica en esa identificación son, en realidad, de derechas. Pero nadie puede legítimamente negarnos un enorme esfuerzo  en mantenernos  en ese fino e inestable vértice que delimita ambas “laderas”.

Ahora, muchos excamaradas, incluso muchos joseantonianos, consideran que la inevitable “evolución”, obliga a votar al “menos malo” (naturalmente, siempre de derechas, liberal-conservador…) porque dicen defender la Patria, la familia (¿?), etc.

Pero, en mi opinión, una de las características diferenciadoras de la Falange está en un planteamiento triangular de la aspiración política.

Desde el comienzo, al considerar al hombre como “persona”, como “individuo social” se  asciende a la familia como primer núcleo social; se incrementa con el municipio, la región, y otros elementos de agrupación para ascender a la Patria, que hace 100años, era  el  supremo ámbito de convivencia, y que los falangistas ansiábamos ampliar a “las Españas”, a esas grandes naciones americanas y asiáticas arrancadas, finalmente, por la derrota del 98.

Y ahora, al margen de nuestra ilusionada e irrevocable vocación hispana, el mencionado “vértice” de convivencia se concreta, también, en la Unión Europea, ambicioso proyecto que ha contado con España desde nuestro Carlos I de España y V de Alemania, y que las guerras de religión – y otras guerras- han pospuesto durante cinco siglos…

Por eso Falange, no es que sea “europeísta”, es que “es” europea, así, en sustantivo; del mismo modo que no es xenófoba sino mestiza.    

Este escrito se encabeza, con “Falange, europea”. El colmo de nuestra felicidad sería poder suprimir la “coma”, para que nuestra Falange, la Falange , sea también un proyecto común europeo, una unidad de destino en lo universal que nos vincule a todos, como culminación hacia la universalidad  de nuestra  entrañable “familia, municipio, región, Patria…”

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11 COMENTARIOS

  1. No quiero ser europeo moderno, sino africano antiguo. M. Unamuno.
    Eres tú, oh Patria, en taparrabos u hopa marca africana y no arrabal de Europa. Felix Ros.
    Lo que os faltaba a los falangistas de Primo tener aspiraciones europeizantes , no os dais cuenta que si el europeismo fuera tan bueno los anglosajones no nos dejarian entrar en la UE o demas entelequias que puedan crear ni a los españoles y demás mediterraneos?. El Nacional-Sindicalismo siempre estará en contra de esta forma de globalización llamada Europa. Tambien estaremos en contra de los “jefes redentores”. Jefes no, juntas si!.

  2. Gracias,Sr.Ubalde por distanciarte de nosotros, al escribir “os faltaba a los falangistas…” porque denota que nunca ha entendido el espiritu de la España ” alegre y faldicorta”, abierta a un futuro integrador.

    • Nunca ha sido alegre la Europa anglosajona que padecemos ni mucho menos integradora sino triste y xenofoba. Por mucho pangermanismo de Narciso Perales que llevo al paredon a dos camaradas en Gibraltar por seguir sus consignas. Los de Primo no habeis aprendido nada.

  3. Este Ubalde, de tanto repetir Primo, Primo, Primo…, resulta ser mucho más primo, primo, primo…, de lo que él se cree y algunos veníamos sospechado.

    • El que se esconde tras el nombre tergiversado del primer anticapitalista de historia no merece contestación a sus banalidades de corte inculto. Mijail Bakunin siempre en la memoria!.

  4. Señor Ubalde:
    Hablando de “corte inculto”, creo yo que ha caído en un desliz incultural, con perdón por el neologismo. Había escrito “banalidades”, que es correcto, y usted mismo se corrige y sustituye esta palabra por “vanalidades”, que es incorrecta. La verdad es que a mí, que me gusta aprender todos los días por aquello de “no te acostarás sin saber una cosa más”, esta vez usted no me ha enseñado nada, todo lo contrario. Bueno, lo dejamos para otra vez. Yo estoy dispuesto a aprender de todo el mundo, también de don José Ubalde.

  5. a los que hay que apoyar es a proyectos asociativos, como los hogares sociales… los partidos políticos entendidos a la manera tradicional, son antinaturales para nosotros

    • Sin duda. Tan antinaturales son que nada más nacer o ser creados se convierten en trampas contra la democracia; en definitiva, vienen a pasar de partido a partida o partidas varias de escaladores de la política, ambiciosos, desfalcadores, etc., y, muchos, acaban, si no es que nacen ya así, en antipatriotas, villanos y traidores.

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