Por Eduardo López Pascual para elmunicipio.es
Creo que ya es hora de ser falangistas, y para eso se precisa que los líderes de las tres formaciones que se consideran nacional sindicalistas, más esa presencia de personas sin partido, tengan la inteligencia, no voy a decir generosidad o valentía, para en honor de esa Falange que todos se atribuyen, solo por inteligencia y mucho por supervivencia, Pico, Bencomo y Bagües, hagan un ejercicio de pura lealtad a los principios y se sienten en una mesa para firmar, ya está bien de excusas, un manifiesto de unidad ante un programa mínimo.
No voy a caer en descalificaciones que no conducen a nada sino a levantar muros más altos entre nosotros. Pero la historia os juzgará negativamente, es decir como personajes que con negligencia y torpeza, desoyeron los signos de la época, para destrozar el porvenir de un ideario casi inédito, capaz de dar una respuesta a las regresiones e involuciones de patria, pan y justicia, que esta España insegura y desbocada nos golpea cada día.
Ha pasado el tiempo de las divergencias tácticas o personales; España no puede perder años enteros en recuperar un destino común, un ansia de servicio, una propuesta auténtica de integridad, libertad e igualdad entre todos los españoles. Hay que conquistar las viejas consignas de un hogar, una lumbre y un trabajo y pan para todos. Ante esto, Pico, Bencomo, Bagües no podéis permanecer jugando al yo soy más. Tenéis la responsabilidad de hacer posible al menos, la continuidad de nuestro mensaje. Cuando en España proliferan las dejaciones, los populismos de izquierda y derecha, las traiciones a la historia y al espíritu de España, es necesario tomar la decisión de reinventar la Falange.
Con un lenguaje moderno, con una mentalidad constructiva, con una imagen actual, pero con una fidelidad que no nos devalué, olvidando lastres que nos dividan o impidan llegar a nuestro pueblo. ¡Qué buen pueblo si hubiera buen señor! Vosotros tenéis el deber y la obligación de encontraros en un camino común, y resolver para siempre, esta situación que como veis, solo conduce a la soledad y al desierto político. La Historia no os perdonará el empecinaros en una postura excluyente y maniquea sino sois capaces de obrar con esa responsabilidad que se exige a los líderes políticos. Y esto, lo escribe quien, a lo largo de treinta años, luchó por devolver a nuestra primera falange desde otras posiciones, pero la realidad de nuestra Patria nos convoca, con urgencia, y con respeto, a dar una salida a la pobre realidad de nuestro mensaje.
Así, Pico, Bencomo, Bagües los falangistas os convocamos a una empresa insoslayable. Marchemos juntos por la senda de la Falange, y yo el primero.
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El Sr. D. Eduardo López Pascual, que el mismo se declara falangista de izquierdas y a pregonado varias veces, esa su condición, ahora después del fracaso de los titulados “Falange Autentica”, sigue demostrando su poco sentido de la UNIDAD, con esta carta, en primer lugar la dirige solamente a los tres grupos, que le han apoyado alguna vez en su pretensión de crear una falange de izquierdas. No creó necesario recordar una de nuestras afirmaciones más categóricas “Ni izquierdas ni derechas”.
No acaba ahí su despropósito se olvida de FE LA FALANGE, quizás el grupo más afín a nuestra doctrina y de ideología clara NACIONAL SINDICALISTA.
Existe una máxima que dice “respeta y serás respetado” y ello viene a cuento, por la falta de respeto de dicho señor (no puedo llamarle falangista cuando pregona una falange de izquierdas), a todos aquellos falangistas que sin ser franquistas, respetan la memoria de aquel insigne patriota no falangista que se llamo Francisco Franco.
Sí UNIDAD, pero para todos los grupos nacional-sindicalistas, que respetan y armonizan la justicia social con el amor a la Patria, sin decantarse por la izquierda o la derecha, que sería contrario a nuestra doctrina.
¡¡Arriba España!!
Ricardo Fernánde Coll “Richi”
Falange siempre ha sido un plagio de Nacional-Sindicalismo sobre todo desde 1935 cuando los Nacional-Sindicalistas fundadores abandonaron por inoperancia la formación del marqués de Estella. En la actualidad los partidos con esta denominación carecen de democracia interna directa y sindical con unos estatutos prevaricados para mantenerse todopoderosos los «jefes» actuales en sus «jefaturas» eternamente sin contar con las bases. El autor del artículo en una actitud estalinista pretende hacer una unidad de arriba hacia abajo. No ofenda la inteligencia ajena, Juntas si «jefes» no!
Este señor se olvida ( adrede ) de D. Manuel Andrino Lobo, Jefe Nacional de FE- LA FALANGE, quizás la mas digna de llamarse Nacional Sindicalistas.
Totalmente de acuerdo contigo, querido Eduardo. Un fuerte abrazo
y ¡Arriba España!