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Memoria Falangista: “Camilo Olcina”

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Memoria Falangista: “Camilo Olcina”

(IDENTIFICADO EL, HASTA AHORA “DESCONOCIDO”, GUARDAESPALDAS DE JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA)

Vieja Guardia de la Falange de Madrid, alicantino, ingresó en la misma prácticamente desde el momento de su fundación en octubre del año 1933.

Por su profesión de radiotelegrafista de la marina mercante, conoce a Julio Ruíz de Alda, en una travesía en barco desde Nueva York, allí tuvieron muchas horas para hablar y compartir sus inquietudes políticas, antes de la fundación de Falange.

Camilo en aquellos momentos, era secretario del Sindicato de la CNT de la Marina Mercante, y Delegado Nacional e Internacional del Sindicato, habiendo acudido a diversas reuniones de su Federación Internacional incluyendo a un congreso internacional.

Al ser su madre miembro de la Alta Sociedad madrileña (Alvarez de las Navas), al ingresar Camilo en la CNT, le desheredó y no le volvió a hablar nunca en su vida.

Cuando se produce la crisis de la CNT, auspiciada por Ángel Pestaña y se crea el “Treintismo”, Julio vuelve a contactar con Camilo y le convence para que inicie su militancia en Falange Española, al igual que otros militantes de la CNT como Sinforiano Moldes, Nicasio Álvarez de Sotomayor y Guillén Salaya. (que provenían de las JONS)

Desde el inicio de su nueva andadura política en Falange, traba una gran amistad con José Antonio, el cual atendiendo a su experiencia revolucionaria amasada en la CNT y su valentía personal, no duda en tenerle como “escolta personal” (lo que se demuestra en la fotografía en la que Camilo Olcina acompaña al Jefe y a otros mandos de Falange en el camino al Mitin del Cine Europa, y en la otra fotografía donde se le ve con pajarita entre Alejandro Salazar y Jose María Alonso Goya, en la comida homenaje a Eugenio Montes).

El 11 de julio de 1934 Camilo es detenido en la Sede Nacional de Falange, sita en el Palacete de la calle Marqués de Riscal, junto con otros muchos camaradas, y posteriormente puesto en libertad y absuelto en el juicio que se celebró por tenencia de armas y explosivos en la sede falangista.

Igualmente, Jose Antonio Primo de Rivera le encarga personalmente que redacte los Estatutos del Sindicato Obrero Falangista, CONS, tarea que en un principio se encomendó a Nicasio Alvarez de Sotomayor, pero al ser éste mejor orador que escritor, al final los Estatutos de la CONS los redactaron Camilo Olcina y Juan Orellana, camarada este último que provenía del Partido Comunista y que en las últimas elecciones se había presentado como “número uno” en la candidatura comunista por Sevilla, y que se afilió a Falange tras ser convencido por Narciso Perales y Patricio González de Canales.

Camilo participó en varios mítines falangistas como representante de la CONS junto con Manuel Mateo, Juan Orellana y Andrés de la Cuerda.

Camilo fue el último que habló y vio con vida al camarada caído “García Vara”, pues salieron los dos juntos de la sede de Falange de la “Cuesta de Santo Domingo”, despidiéndose de él unos minutos antes de que García Vara fuera asesinado por pistoleros socialistas (en este punto recordar que García Vara se pasó de la UGT a Falange fundando el primer Sindicato falangista).

A pesar de su nueva militancia falangista, Camilo seguía manteniendo buenas relaciones con sus ex compañeros de la CNT y especialmente con Ángel Pestaña y los “treintistas”. Por ello, el propio José Antonio le encomendó que contactara con Ángel Pestaña para mantener una reunión personal con el famoso dirigente sindicalista.

Cumpliendo las órdenes del Jefe, en el mes de octubre de 1935, se reúnen para comer en un restaurante del Tibidabo en Barcelona, por parte de Falange: José Antonio, Camilo Olcina (como representante de la CONS) y Luís Aguilar en su condición de lugarteniente nacional de las milicias falangistas, (sospecho que para evitar cualquier tipo de emboscada), con Ángel Pestaña y otros dos compañeros suyos, cuyos nombres se desconocen.

A los postres de la comida, Jose Antonio y Ángel Pestaña pidieron a los otros comensales que los dejaran solos, manteniendo una conversación privada y absolutamente desconocida, pues ni siquiera Jose Antonio le indicó de qué hablaron a Camilo.

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Obviamente, las conversaciones no llegaron a buen fin, pues parece que Ángel Pestaña solicitaba una cantidad de dinero a Jose Antonio a lo que este se negó en rotundo.

En marzo de 1936, Camilo es detenido junto con Jose Antonio y la mayoría de los mandos de la Falange, ingresado en la Cárcel Modelo de Madrid, siendo trasladado a la cárcel de Alicante en fechas anteriores al 18 de julio, por lo que logra evitar las matanzas de falangistas que se produjeron el 22 de agosto en la Modelo de Madrid.

Por tanto, en Alicante comparte prisión con Jose Antonio y después del fusilamiento del Jefe, gracias a sus contactos con familiares y sus antiguos compañeros de la CNT logra salvar la vida.

Al finalizar la Guerra Civil, intenta mantener su acción revolucionaria en la CNS, siempre en cargos de mínima importancia, a pesar de haber sido uno de los Jefes y fundadores de los sindicatos falangistas de antes de la guerra.

En julio de 1941, con cerca de 40 años, se alista a la gloriosa “División Azul”, y a pesar de los graves problemas de visión que tenía, consigue que le declaren apto para el servicio.

Es destinado al Cuartel General de Muñoz Grandes, y como quiera que no utilizaba sus gafas para no ser descubierta su miopía, prácticamente pierde la visión por lo que en un principio es evacuado al Hospital de Porchow y luego a Berlín desde donde es repatriado finalmente a España.

Durante el franquismo, trabajó en sindicatos como Jefe superior de administración, a título de curiosidad comentar que antes de su ingreso en Falange tomó la alternativa como “torero” en la Plaza de toros de Yecla (Murcia), aunque no se conoce su trayectoria posterior en la tauromaquia.

Igualmente es de reseñar su afición por la “magia”, realizando algunos espectáculos como mago una vez volvió de Rusia.

Por ello, Camilo Olcina, nunca disfrutó de ninguna prebenda “política” en el régimen de Franco, su trayectoria personal como sindicalista de la CNT y posteriormente falangista le impidió gozar de ningún tipo de privilegio, que por otra parte nunca fue solicitado por Camilo.

Camilo falleció en Madrid en el año 1974

PRESENTE

Información ofrecida por Juan Manuel Cepeda

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