Antonio Cerrillo, marido de la alcaldesa socialista de Cantoria, Purificación Sánchez, y asesor municipal, irrumpió de forma impetuosa la tarde del pasado jueves 27 de abril a mitad del pleno municipal, se sentó en la primera fila del público y, sin mediar más palabras, gritó irrespetuosamente al portavoz del Partido Popular, José María Llamas: “…¿Y tú qué miras, gilipollas?…”.
La conducta de Cerrillo, quien antes de las pasadas elecciones fue retirado a última hora como candidato a la alcaldía por su partido después de que fuera interceptado por la Guardia Civil en posesión de cocaína a las puertas de un puticlub, llevó a Llamas a pedir amparo a la alcaldesa, a quien dijo que consideraba intolerable estos insultos en el pleno a un representante de los vecinos, al igual que era ella.
Ante la evidencia de los hechos, y teniendo en cuenta que su marido y asesor no cesaba en sus gritos hacia el concejal popular, Purificación Sánchez tuvo que ordenar a la Policía Local que le sacara del salón de plenos, como así sucedió, aunque ya en la calle continuara con sus gritos junto a algunos familiares y vecinos.
A la conclusión del pleno, José María Llamas se dirigió al cuartel de la Guardia Civil en Albox, el más próximo al municipio, y presentó una denuncia contra Cerrillo. En ella pide que se le retire el permiso de armas puesto que, como también ha asegurado a este diario, teme por su integridad y la de su familia por el “carácter violento de este individuo, y máxime teniendo en cuenta que es cazador y que tiene en casa armas de fuego”.
También asegura que Cerrillo “llegó al pleno como un toro desbocado, con los ojos desencajados y presuntamente hasta arriba de ciertas sustancias y alcohol, como pueden atestiguar todas las personas que se encontraban en el pleno”. “Si un día me agrede voy a tener que defenderme, y eso es lo que quiero evitar con esta denuncia”, añade.
Llamas lamenta el suceso protagonizado por Cerrillo, que según dice está motivado por recientes sentencias judiciales que han determinado la improcedencia de tres despidos de trabajadores municipales por el equipo de gobierno socialista “el mismo día en que tomaron posesión”.
Los jueces han determinado, además, que uno de estos trabajadores sea readmitido en su puesto, junto al pago de todos los salarios desde que fue despedido, aunque la alcaldesa ya ha anunciado que recurrirá al TSJA. “El único pecado de estos empleados era que, para los socialistas, debían ser afines al PP”, explica Llamas, quien también lamentó que Cerrillo sea el auténtico alcalde en la sombra de Cantoria.
