Corea del Norte acusó hoy a la Agencia Central de Inteligencia de EEUU (CIA) y a los servicios de Inteligencia de Corea del Sur (IS) de organizar un supuesto plan para asesinar a su líder, Kim Jong Un, en el que pensaban recurrir a «sustancias químicas», «radiactivas» y «venenosas».
El Mundo / Citando un comunicado del ministerio de Seguridad Pública, y recurriendo a su singular estilo habitual, la agencia oficial norcoreana, KCNA, dijo que se traba de «un complot vicioso» organizado por los que describe como «caldo de cultivo de la maldad» que ya habían conseguido «infiltrar» en el país a un «horrible grupo terrorista» a tal efecto.
El mismo medio dijo que el plan comenzó en junio 2014, cuando habrían conseguido captar la adhesión de un norcoreano que trabaja en la industria maderera de la ciudad rusa de Khabarovsk, no lejos de la frontera con Corea del Norte, y lo «convirtieron en un terrorista repleto de repugnancia y deseo de venganza» contra el máximo dirigente local, al que debía intentar asesinar durante una de sus visitas al Palacio Kumsusan -donde permanecen momificados los cadáveres de Kim Il Sun y Kim Jong Il- o los desfiles militares que se suelen realizar con motivo de los aniversarios que recuerdan los cumpleaños de los dos antecesores de Kim Jong Un.
El dirigente norcoreano visitó efectivamente el palacio de Kumsusan y asistió a un espectacular parada militar el pasado 15 de abril, la fecha más importante del país, que recuerda el nacimiento de su abuelo, Kim Il Sung. Este periodista estuvo presente en esa exhibición sin que la presencia de Kim Jong Un estuviera rodeada de una mayor seguridad que la que siempre le rodea.
El relato de la agencia asegura asimismo que el norcoreano -residente en Pyongyang- recibió casi 300.000 dólares y un teléfono satélite, que usó para contactar con los servicios de inteligencia foráneos en tres ocasiones durante 2016 en las que se le proporcionaron directrices para llevar a cabo el hipotético plan.
En el largo listado de datos que proporciona la agencia norcoreana se habla de un encuentro en la ciudad china Dandong, la principal puerta de conexión entre las dos naciones vecinas, entre los agentes surcoreanos asistidos por un empresario local y el sujeto captado para su causa.La información concluye con toda una andanada de amenazas en las que afirman que «desentrañarán y destruirán hasta el último terrorista de la CIA» anunciando el inicio de una campaña «antiterrorista» en el país.
A Pyongyang se le han atribuido toda una larga serie de atentados en el exterior de sus país con varios intentos de asesinatos dirigidos contra los presidentes surcoreanos, incluido el que se llevó a cabo contra el mandatario Chun Dio-hwan en 1983 en Birmania, la colocación de una bomba que destruyó un avión surcoreano en 1987 o más recientemente el homicidio de Kim Jong-Nam, hermanastro de Kim Jong Un, que sufrió un ataque con sustancias químicas en el aeropuerto de Kuala Lumpur (Malasia) que acabó con su vida.
Los señalamientos de Pyongyang inciden en la espiral de tensión que enfrenta la Península de Corea desde hace ya varios meses. El mismo Kim Jong Un se personó en los destacamentos de artillería de de Jangjae y Mu para confirmar que están «completamente listos para el combate y entrar en acción», según relato la citada KCNA.Los cañones de Mu fueron precisamente los que atacaron en noviembre de 2010 la isla surcoreana de Yonpyeong; dejaron cuatro muertos y generaron una crisis mucho más intensa que la actual, colocando a las dos Coreas al borde de una conflicto abierto.
