Francesc Cambó es uno de los padres del catalanismo político moderno. En su libro de memorias declaró que «los catalanes siempre hemos sido hábiles a la hora de manejar los aranceles y defender nuestros intereses». Sus reflexiones aludían a las ventajas comerciales que obtuvieron las élites catalanas durante el siglo XIX.
LM / Gracias a estos privilegios, Cataluña entró en el siglo XX con una fuerte ventaja sobre el resto de territorios. Así, las series largas de la economía española que ha elaborado Ángel de la Fuente certifican que el PIB real de Cataluña alcanzaba en 1955 los 22.617 millones de euros frente a los 19.567 millones de Madrid, los 18.158 de Andalucía o los 10.959 de Valencia.
Pero esas ventajas no solo siguieron en pie en los años del desarrollismo franquista, sino que se exacerbaron a raíz de la apertura económica decretada por el régimen de Franco. Así, el PIB real de Cataluña creció de 22.617 a 78.118 millones entre los años 1955 y 1975, aumentando su peso sobre la economía nacional del 17,7% al 19,1%.
Una buena forma de entender este despegue pasa por comparar el PIB real de Cataluña con el de la Comunidad de Madrid. En 1955, el diferencial a favor de Cataluña ascendía a 3.050 millones. Veinte años después, en 1975, ese saldo positivo se había ensanchado hasta los 8.076 millones. No obstante, conviene señalar que el diferencial tocó máximos en 1971, cuando llegó a 9.404 millones. Desde entonces, el mayor ritmo de crecimiento de la economía madrileña fue achicando la brecha.
Las cifras de empleo también reflejan el repunte del bienestar en la Cataluña de aquellos años. El desarrollismo franquista arranca con 997.000 trabajadores ocupados en la región mediterránea, cifra que crece hasta llegar a 1.874.000 asalariados en 1975 tras veinte años de expansión.
En total, el empleo registrado en Cataluña ascendía al 15,8% del total nacional en 1955, pero llegaba al 18,8% en 1975. Mientras que el empleo en Cataluña creció un 87,9% a lo largo del desarrollismo, el resto de España vivió una subida mucho más moderada, en niveles del 53,6%.
