Los turbios asuntos delictivos del Duque de Palma, que participa a partes iguales en una empresa con la Infanta Cristina, y cuya imputación, algunas instancias judiciales sobre las que pudiera planear la sombra de la prevaricación, han dejado sin efecto, son la gota que colmó la paciencia del pueblo español.
Pero además, Corinna, la “amiga especial” del rey de España, que ha cobrado del erario público una ingente cantidad de dinero de los contribuyentes, muchos de quienes ahora se ven obligados a hacer cola en los Bancos de Alimentos, ha venido a confirmar que esta monarquía aparentemente actual y moderna no difiere mucho de aquellos monarcas orgiásticos del Versalles dieciochesco. La gran estafa borbónica ha terminado. ¡Basta ya de engaños! ¡Basta ya de cuentos chinos!
Si los grandes partidos políticos venían justificando hasta ahora el mantenimiento de la familia Real en términos de ser la mejor representación que podía tener España, su tiempo ha sido agotado simultáneamente a la paciencia del pueblo español.
Es hora ya de que los españoles se organicen en una república nacional. Es hora ya de que todos seamos iguales ante la ley. Es hora ya de que la Justicia se instaure en España. Es hora ya de Falange Española de las JONS.