En 2013, se prevé que saldrán a la venta un millón de relojes inteligentes aproximadamente. La ciencia hará posible que las nuevas tecnologías y la moda, se fundan en una misma aportando innovadores prendas como puede ser el famoso vestido climático. Este vestido, fue diseñado en 2010 por una empresa llamada “Diffus”, y tiene la cualidad de iluminar sus bombillas ante la presencia en el ambiente de CO2 demostrando a los espectadores la gran cantidad de contaminación que hay en el ambiente.
Otro ejemplo de ello, es “MYO Band” un brazalete que ha sido creado por una empresa Start Up de Canadá, cuya peculiaridad se basa en la capacidad de retransmitir a un ordenador nuestros movimientos musculares a medida que los detecta.
La creación de productos electrónicos para áreas como el deporte ya estaba explotado años atrás con la biobike y otras máquinas como la plataforma vibratoria, pero la moda ecológica no había alcanzado nunca antes un desarrollo tan elevado como este año.
Un buen indicador del crecimiento de esta tendencia, es la creación de escuelas de diseño que imparten asignaturas basadas en el aprendizaje del uso de las nuevas tecnologías como es la escuela de diseño Parsons. Así mismo, científicos de la Universidad de Maryland (Estados Unidos) han estado trabajando en I+D para el desarrollo de materiales eco-friendly para las colecciones de moda de diseñadores relevantes obteniendo como resultado la nanocelulosa. Este material está elaborado a través del uso de papel siendo transparente, maleable, y teniendo además una elevada flexibilidad.
Si bien la moda eco o sostenible ha sido directamente relacionada con el comercio justo así como el desarrollo de materiales orgánicos, la empresa “Diffus” ha dado un giro a este concepto haciendo uso de las fuentes de tecnología renovables para diseños de moda.
Imagen: Facebook Oficial Adolfo Domínguez
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