Vaya Noticias/ La causa se halla en la gran cantidad de metano que contenían los gases que expelían los saurópodos; en concreto, se estima que expulsaban 520 millones de toneladas de metano al año, cifra comparable a la que emiten las fábricas de todo el mundo en la actualidad. Quizá por eso el clima de la Tierra era en el Mesozoico 10 grados más cálido.
Parece que hemos de alegrarnos de la extinción de los dinosaurios; de lo contrario, ahora viviríamos en un planeta que sería como un horno (si es que la vida pudiera seguir siendo posible en tales condiciones).
En la actualidad, los científicos mantienen la atención puesta en los rumiantes –especialmente en las vacas-, dado que sus ventosidades también contienen una elevada cantidad de metano. Exactamente, emiten entre 50 y 100 millones de toneladas al año, lo que supone el 18 por ciento de las emisiones mundiales de gases causantes del efecto invernadero.
El día que a los expertos les dé por calcular la emisión de gases contaminantes por determinados ejemplares humanos es posible que los estómagos de los dinosaurios se vean como meros globitos inofensivos. Como bien sentencia el sabio refranero español, mentiras de día y pedos de noche, los hay a troche y moche.
