La tasa española supera sin embargo la media de la UE (60,3% de la velocidad contratada) y está muy por delante de las cifras de otros grandes países como Francia (40,4%) y Reino Unido (44,7%). Los Estados miembros donde la velocidad real de conexión se acerca más a la publicitada son Eslovaquia (97,1%) y Hungría (90,3%).
Según el informe de Bruselas, el cable es la tecnología que proporciona velocidades de conexión más próximas a las publicitadas, no sólo en España (96,4%) sino también en el conjunto de la UE (91,9%). En segundo lugar se sitúa la fibra FTTx, cuya velocidad de descarga en España alcanza el 87,8% de lo contratado (81,2% de media en la UE).
El Ejecutivo comunitario cree que estos datos demuestran que el mercado de banda ancha debe ser más transparente para funcionar mejor. En la actualidad, sostiene Bruselas, los usuarios no saben lo que contratan y desconocen que no están recibiendo aquello por lo que pagaron.
«Esta es la primera vez que la diferencia entre la velocidad publicitada y la real de la banda ancha se confirma con datos comparables y fiables de todos los Estados miembros de la UE», ha dicho la comisaria de Telecomunicaciones, Neelie Kroes, en un comunicado, en el que ha anunciado su intención de hacer más ejercicios de este tipo y de usar los datos en sus futuras propuestas para crear un mercado único de telecomunicaciones.
En términos absolutos, la velocidad real de descarga en hora punta en España queda por debajo de la media de la UE en todas las tecnologías. Se sitúa en 6,92 megas por segundo en la banda ancha tradicional (frente a 7,23 megas de media en la UE); 30,4 megas por segundo en cable (frente a 35,1); y 36,06 megas por segundo en fibra (frente a 36,96).
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