- La progresía quería una princesa de Asturias divorciada y ahora quiere un futuro Rey divorciado.
- El fantasma de Lady Di planea sobre España y no es un espectro agradable.
- Y doña Letizia sigue ‘fuera de control’.
- Lo peor: el fatalismo con el que se acoge la ruptura del matrimonio regio.
- Y la peor conclusión: en el entorno monárquico y en el mediático se considera que el divorcio es “la mejor opción”.
Resulta triste informar sobre la ruptura programada de un matrimonio, sea en la familia real o cualquier otro, pero lo cierto es que la Casa Real ya prepara los tiempos, el ritmo de divorcio entre el príncipe heredero, Felipe de Borbón y doña Letizia Ortiz Rocasolano (ambos en la imagen). Y encima, al grito de ‘cuanto antes mejor’.
Y aún más triste contemplar el fatalismo con el que monárquicos y mundo mediático observan la ruptura. Como si no fuera evitable, como si se tratara de una razón de Estado, un sino del que no se pueda escapar. Se pretende ‘marcar los tiempos’, como asegura a Hispanidad un personaje ligado a la Casa Real. Desde luego, mientras Felipe De Borbón sea heredero al Trono y no haya sido coronado. El fantasma de Lady Di planea sobre España. Y todo ello porque se trata de “la mejor opción”.
De hecho, la vuelta atrás es compleja, dado que doña Letizia sigue fuera de control y no tiene ninguna señal de cambio. El lío que montó en Buenos Aires con el fracaso de Madrid 2020, enfrentándose a Moncloa, probablemente haya sido la gota que ha colmado el vaso.
En esa conspiración para el divorcio juega un papel importante la prensa. La Casa Real Española vive, desde hace años, obsesionada con su imagen, su mala imagen, y siempre hay periódicos, especialmente El País y El Mundo, dispuestos a colaborar en el desaguisado. A fin de cuentas, la progresía consiguió introducir a una divorciada en Zarzuela nada menos que como futura Reina de España. Ahora puede concluir su edificante operación con unos Reyes divorciados.
¿Es posible la vuelta atrás? Sí, siempre lo es, en un matrimonio. Pero para eso hay que querer dar marcha atrás. ¿O es que nos hemos olvidado que don Felipe y doña Letizia se casaron por la Iglesia, en un matrimonio indisoluble en el que se comprometieron a entregarse el uno al otro de por vida? ¿O es que también nos hemos olvidado de que las monarquías modernas son una referencia moral o no son nada?
Eulogio López
Hispanidad