Inicio Economía Las diez averías que provoca en su coche el conductor

Las diez averías que provoca en su coche el conductor

0

Hombre-mujer-con-el-coche-roto
Colabora con el periódico digital El Municipio con un donativo para seguir informando con un periodismo combativo en libertad
Pincha en el boton Donar. Muchas gracias por tu ayuda y colaboración.

1.- Si no revisa las presiones de los neumáticos de forma periódica, pueden ocurrir dos cosas:

– Que los neumáticos se desgasten de forma irregular.

– Que sufra un reventón en marcha, algo que, además de poder provocar un accidente, podría dañar la llanta al rodar sobre el suelo sin la goma del neumático. Los reventones suceden a alta velocidad, por lo que también es posible que los trozos de goma causen daños en los pasos de rueda, paragolpes, aletas, etc. al salir despedidos y golpearlos.

Coste: un neumático o reparar una llanta cuesta desde 60 euros; arreglar los desperfectos de la carrocería, desde 90 euros.

Acostúmbrese a… Revisar la presión de los neumáticos, al menos, una vez al mes. Las presiones indicadas por su fabricante vienen indicadas en el libro de usuario, en la cara interna de la tapa del depósito de carburante, o en el marco de alguna de las puertas.

2.- Si no tiene en cuenta la temperatura del motor al acelerar

Cuando el motor lleva un buen rato apagado y, por tanto, está frío, la mayor parte del aceite queda depositado en el cárter. Por eso, cuando arrancamos, el propulsor necesita unos segundos para que el aceite llegue a todos los ‘recovecos’ y, también, para que éste alcance una mayor temperatura, consiguiendo una mejor lubricación. Por todo ello, acelerar en exceso con el motor en frío provoca un mayor desgaste interno del motor.

Coste: acelerar demasiado el coche en frío es el principal motivo de desgaste prematuro del motor -cilindros, guías de válvulas…-, algo que puede reducir su vida útil en más de un 50%. Reparar un motor ‘desgastado’ cuesta desde 900 euros.

Acostúmbrese a… Si el motor está frío, es recomendable esperar unos 10 segundos antes de comenzar a circular. Después, acelere siempre de forma progresiva, evitando que el motor supere las 2.700 rpm en los diésel y las 3.500 en los gasolina.

3.- Si, en un semáforo, mantienes pisado el pedal del embrague

Esta mala costumbre provoca un mayor desgaste del sistema de embrague, pues aunque tenga pisado el pedal a fondo, siempre se produce cierto rozamiento en sus partes internas, afectando tanto al disco como, sobre todo, a las piezas que actúan sobre él.

Coste: desde 400 euros.

Acostúmbrese a… Dejar el coche en punto muerto y sin pisar el embrague en esas circunstancias. Evitará ese desgaste… y su pierna izquierda estará más descansada.

4.- Si abusa de los frenos en bajadas prolongadas

Pisar mucho el pedal del freno puede tener tres consecuencias: aumentar el desgaste de los discos y pastillas, provocar posibles deformaciones en los discos -algo que generaría fuertes vibraciones en el volante al frenar- y deteriorar el líquido de frenos -ofrecerá una menor resistencia a la fatiga-.

Coste: cambiar las pastillas le costará desde 60 euros y, si también tiene que hacer lo propio con los discos, le saldrá por una media de 250 euros. Sustituir el líquido de frenos por otro nuevo le supondrá 70 euros de media.

Acostúmbrese a… Utilizar marchas cortas -por ejemplo, baje en tercera velocidad en vez de en cuarta- cuando afronte una bajada prolongada. Además de hacer trabajar menos a los frenos, tendrá un mayor control sobre el vehículo al tomar las curvas.

Coche-roto-en-carretera

5.- Si circulas con el motor muy bajo de revoluciones

Este tipo de conducción podría afectar a:

– La válvula EGR -sobre todo, en diésel-: provoca que en ella se acumule mayor cantidad de carbonilla, reduciendo su vida útil hasta un 50%.

– El catalizador -diésel y gasolina-: como ocurre con la válvula EGR, en él se acumula más carbonilla, algo que puede terminar por dañarlo -además, es muy probable que no puedas pasar la ITV-.

– El filtro de partículas -en los diésel-: como en los dos casos anteriores, la carbonilla acaba por saturarlo, algo que puede terminar por dañarlo.

– En motores veteranos, a partes internas: el sobreesfuerzo al que se ve sometido el propulsor podría provocar daños en piezas como los casquillos del cigüeñal, de las bielas… Esto reduce la vida útil del motor.

Coste: cambiar la válvula EGR ronda los 250 euros de media; sustituir el catalizador, unos 700 euros; el filtro de partículas, 1.200 euros; y, si se produjesen daños en el cigüeñal, por ejemplo, el coste podría superar los 1.500 euros.

Acostúmbrese a… Mantener el motor siempre a un régimen en el que notes que el coche responde con cierta contundencia a poco que pises el acelerador. En un diesel, ese régimen suele estar a partir de 1.700-1.800 rpm, al igual que en muchos motores turbo de gasolina -si se trata de un propulsor gasolina atmosférico, ese ‘umbral’ asciende hasta las 2.500 rpm, aproximadamente.

6.- Si detiene el motor ‘de golpe’, después de un esfuerzo considerable

Ocurre en los motores turbo. Cuando se rueda por carretera, sobre todo si circulamos a alta velocidad, el turbo llega a superar los 300ºC con facilidad, en los diésel, y los 500ºC, en los gasolina. Por eso, si detenemos el motor ‘sin dejarlo reposar’, el aceite que queda acumulado en él tenderá a carbonizarse, provocando que el turbo se averíe.

Coste: cambiar el turbo le costará, de media, unos 1.000 euros.

Acostúmbrese a… Después de haber circulado por carretera, basta con que espere en torno a un minuto antes de detener el motor. En ese tiempo, el sistema de refrigeración y la propia circulación del aceite rebajaran la temperatura del turbo, reduciendo el riesgo de avería en más de un 90%.

7.- Si apenas utiliza el aire acondicionado

El propio funcionamiento del aire acondicionado asegura una correcta lubricación del sistema, algo que alarga la vida del compresor y ayuda a reducir el riesgo de posibles fugas de gas.

Coste: recargar el gas del sistema y reparar la fuga vale desde 50 euros; si se avería el compresor del sistema, uno nuevo le costará unos 400 euros de media.

Acostúmbrese a… Conecte el aire acondicionado al menos una vez cada dos o tres meses durante 10 minutos, da igual que selecciones una temperatura elevada para no pasar frío dentro del coche en invierno -recuerda que, si llueve, conectar el ‘aire’ le ayudará a evitar que las lunas se empañen-.

8.- Subir el coche a un bordillo de más de cinco centímetros

Debido a la fuerza que se ejerce contra el propio bordillo, esta maniobra puede afectar a varios elementos.

Coste: un neumático, desde 60 euros; una llanta, desde 120 euros; una rótula, desde 90 euros; reajustar la suspensión con un ‘paralelo’, 50 euros de media.

Acostúmbrese a… Evitar subir a los bordillos -en caso de hacerlo, intente que sea por la parte de menor altura- o apoyarse contra ellos al aparcar.

coche-extropeado-hombre-mujer

9.- Si mantienes la mano sobre la palanca de cambios, aunque no la use

Cuando se lleva la mano apoyada sobre la palanca, se genera un poco de presión sobre los mecanismos internos de la caja, algo que termina por desgastar y provocar holguras en sincronizadores, rodamientos… A largo plazo, esto se traduce en vibraciones, y que las marchas no entren correctamente…

Coste: estas reparaciones obligan a desmontar toda la caja de cambios, operación muy costosa. Desde 1.500 euros.

Acostúmbrese a… Poner la mano sobre la palanca sólo cuando vayas a cambiar de velocidad.

10.- Si no frena lo suficiente antes de pasar por un bache, un badén

Son similares a las que se producen por subir bordillos… pero sus efectos son mayores. Por ejemplo, es fácil que pinche un neumático al pellizcarlo contra la llanta, que también puede deformarse. Además, los ‘golpes secos’ pueden generar daños en las rótulas y, también, en los puntos de anclaje de la suspensión.

Coste: los mismos que en el punto anterior y, además, reparar el chasis en caso de que
se haya producido algún daño serio en los puntos de anclaje puede superar los 600 euros.

Acostúmbrese a… Pasar siempre despacio por zonas bacheadas, sobre todo si su coche lleva llantas de más de 17″ y no es un todoterreno. Además, intente frenar siempre antes de llegar al bache; si lo hace justo al afrontarlo, ‘cargará’ más peso sobre el eje delantero y los daños podrían ser aún mayores:

– Los neumáticos, que sufrirían deformaciones o pequeños cortes que podrían obligarle a sustituirlos.

– Las llantas, que podrían verse dañadas si el impacto es severo -notará vibraciones en la dirección a alta velocidad-.

– El sistema de suspensión, pues dañaría las rótulas o desajustaría las cotas, provocando que el vehículo pisase mal… y que los neumáticos se desgastasen irregularmente, además de provocar cierta pérdida de estabilidad.

El Economista

Colabora con el periódico digital El Municipio con un donativo para seguir informando con un periodismo combativo en libertad
Pincha en el boton Donar. Muchas gracias por tu ayuda y colaboración.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí