Al parecer en Marruecos, emplear cualquier medio de seducción para quebrantar la fe de un musulmán o tratar de convertirlo a otra religión, tiene pena de cárcel, es decir, en Marruecos se puede ser cristiano siempre y cuando lo escondas.
El joven Mohamed Al Biladi de 31 años fue condenado, el pasado mes de septiembre, por intentar convertir a un musulmán al cristianismo.
«No es cierto: en mis siete años de cristiano nunca traté de convertir a nadie, yo no hago sino contestar a mis paisanos cuando me preguntan por qué me aparté del islam, pero nunca he regalado una Biblia ni promovido la conversión de nadie», explicaba el joven tras salir del tribunal.
Después de pasar un mes en prisión el juez decretó su libertad provisional. La sentencia se dará a conocer el próximo jueves 13 de febrero. Los abogados del joven, alrededor de una docena que se han ofrecido a ayudarle de forma desinteresada, han comunicado que son optimistas.
Además el joven asegura que “Me llevaron a comisaría y me preguntaron si leía el evangelio, si conocía a otros cristianos marroquíes y dónde se encontraban. Me dijeron que, por ser cristiano, jamás encontraría un puesto de trabajo fijo”.
La presión internacional podría beneficiar al joven, Mohamed Al Biladi, ya que el caso está siendo muy escandaloso tanto dentro como fuera de Marruecos.
