“Agradecen la acogida que les ofrecemos y la protección, aunque no tenemos seguridad militar y si el capricho de un Séléka es hacer un disparate, podríamos ser testigos de una matanza”, afirma Eynem Maguergue, salesiano en Galabadja.
Más de 65.000 personas se refugian en centros católicos en Bangui de los ataques de partidarios del exgrupo rebelde séléka. Estos partidarios de Séléka son de confesión musulmana y además están enfrentados desde el pasado mes de diciembre con las milicias cristianas en la República Centroafricana.
Un misionero católico ha relatado que “La gente solo nos pide un suelo para dormir y estar seguros. No sabemos qué hacer, pero tratamos de sonreír y darles confianza y fuerza. Solamente podemos estar”.
Con una población de más de 4 millones de habitantes cerca de 2 millones y medio de personas necesitan ayuda urgente, según ha informado la congregación religiosa.
La espiral de violencia que sufre la República Centroafricana desde hace más de un año tiene a la población aterrorizada por los asesinos.
