Vidal, presidente. Abascal, secretario general.
Vidal, cabeza de las europeas. Abascal, cabeza de las generales españolas.
Por Jesús María García para elmunicipio.es
A las 9.30, estaban convocados los afiliados de VOX para recoger las acreditaciones en unas mesas atendidas por voluntarios cuyas caras transmitían la expectación propia del momento. Por esas curiosas jugadas del destino, el hotel acoge el mismo día la asamblea de la Gran Logia de España.
Ya son las 10.00h ya se ha llenado el auditorio principal, y como estaba previsto, se habilitan salones contiguos al principal para los tardones.
10.30h Como estaba previsto Javier Ortega, traje gris oscuro de raya diplomática y corbata en tonos rojos, abre el turno pidiendo un minuto de silencio por las víctimas del terrorismo coronado por un sonoro aplauso. Tras ese merecido homenaje, el abogado presenta VOX como un proyecto de transformación de España y anuncia el orden del día.
Acto seguido toma la palabra Ignacio Camuñas, chaqueta azul sin corbata, para dirigir al público un discurso vibrante, a tono con el momento crítico de España, que según el ex ministro, que demanda los españoles con un alto sentido del deber. Ese sentido del deber es lo que ha impulsado a los promotores de VoX a formar un partido, de vocación intergeneracional, que responde a una demanda de la sociedad. Ese partido, remata el ex -UCD, defenderá sin fisuras la unidad de España, la libertad y la democracia; convicciones inalterables que no se van a condicionar, apunta, al resultado de eventuales encuestas de opinión.
Ratificada formalmente la junta que presidirá la asamblea por Javier Ortega, Ana Velasco y el propio Ignacio Camuñas. Ignacio Camuñas da la palabra al presidente provisional José Luis González Quirós.
El filósofo, traje oscuro, camisa blanca y corbata, anuncia que va a hacer un discurso de pensador. Los partidos políticos, dice, son como ríos, en lo que lo importante no es el caudal del río sino el agua que el propio hueco del río hace aflorar. Esa vaguada es lo que es VOX, la forma de conducir ese agua. Le faltó decir que van a parar al mar, que son las elecciones, parafraseando a Manrique. Era un discurso de pensador no de liderazgo.
Le sigue en el ambón, Iván Espinosa de los Monteros, para afirmar con rotundidad que España es una nación con vocación universal, americana y europea. Y de Europa eran los testimonios videograbados de parlamentarios europeos que presentó, Tunne Kelam (Estonia) y Riita Korhola (Finlandia), que elogiaron la figura de Alejo Vidal Quadras.
Ana Velasco toma el atril para leer el reglamento de primarias para elegir la lista las europeas, y se lo cede a Cristina Seguí, cuya sola aparición, hace disparar los flashes en las butacas, para ventilar otra cuestión de funcionamiento como es la bajada de cuotas.
Tras la pausa toma la palabra Mikel Buesa quien se declara simpatizante de un partido cuya aparición saluda efusivamente al considerarlo como una formación distinta de las actuales cuyas perversiones pasa a desgranar. Comienza su charla con una referencia claramente desafortunada, endosando a las cortes franquistas diseñar una ley electoral que debía mantener en los cargos a los promotores de esa misma ley cuando adviniera la democracia. La inexactitud de la cita es decepcionante en una persona generalmente precisa. Destaca el economista el ventajismo de los partidos preeminentes en cuanto a la utilización de su posición privilegiada para captar dinero.
Le releva Carlos Bustelo quien dirige un discurso cargado de ironía y autocrítica sobre la Santa Transición que arranca las risas del público. Su intervención, inicialmente planeada para hablar de la ONU y el problema energético terminó mezclada con graciosas referencias a la inclusión de los Sindicatos y los juicios con jurados en la, no menos Santa, Constitución. “Brillante”.
Con el tono ya alto en el público, Santiago Abascal agarra el micrófono para explicar por qué VOX es diferente de dos partidos que se turnan en el gobierno y pactan con los que quieren romper España. El público interrumpió el discurso del Alavés cuando manifestó que VOX es “diferente de los partidos que pretenden proteger al discapacitado mientras dejan que los maten en el seno materno” Abascal remató una vibrante y brillante intervención demostrándose “un partido sin nostalgia pero sin vergüenza por su pasado”. Cerró con un Viva España.
Corona el acto Vidal Quadras. Su discurso lleno de ironía, carga las tintas sobre unos partidos españoles que han dejado crecer al elefante, el sistema autonómico a cuyos lomos se suben una corte de amiguetes de todos esos partidos. El político catalán se propone sustituir el torpe paquidermo por un ágil caballo. Y a esos políticos que están arruinando España, VOX y el propio Vidal Quadras barrerá del mapa “porque ni entienden España, ni la merecen”.
A fecha de hoy y según la página web de la Comunidad de Madrid, Santiago Abascal Conde sigue siendo el director de la Agencia de Protección de Datos, lo que conlleva un pecunio de unos 85.000 euros al año. Simultáneamente, en la página de la Fundación para el Patrocinio y Mecenazgo Social, sigue apareciendo como gerente de la misma, cargo agraciado con una remuneración de 82.500 euros al año. Entre una cosa y la otra, Abascal vendría a embolsarse la friolera de 170.000 euros anuales, que se dice pronto.
Ambos son cargos de designación a dedo por parte del PP madrileño, aunque curiosamente este señor esté militando en otro partido. ¿Hasta cuando va a ocupar Abascal esos cargos ? ¿ Se ha ido en serio del PP o es todo un camelo para recolocarse en el partido tras haber caído en desgracia ? ¿ Podría enseñarnos sus datos fiscales de 2013? Todo esto es bochornoso, sólo se trata de seguir siendo uno de los miembros mejor pagados de la casta hasta el último minuto, exprimir la ubre hasta dejarla seca. La única alternativa regeneradora a la derecha del PP es IMPULSO SOCIAL.
Los partidos de la izquierda alegan la preocupación de lo social; pero además que, aún en eso, son totalmente ineficaces, porque su política desquicia un sistema económico, y no mejora en nada la suerte de los humildes, los partidos de izquierda ejercen una política persecutoria, materialista y antinacional. Y los de derecha, al contrario, manejan un vocabulario patriótico, pero están llenos de mediocridad, pesadez y les falta la decisión auténtica de remediar las injusticias sociales”.
Yo de Falange Española de las JONS