«Dios está hasta en los pucheros»
Teresa de Avila
Nadie duda, al menos eso creo, que vivimos en el mejor momento de la historia de la humanidad. La farmacopea y la medicina han realizado conquistas que nuestros antepasados jamás hubieran soñado, se unen brazos traumáticamente amputados, la mortalidad del cáncer se reduce cada día…
En materia tecnológica ni hablemos, el hoy es ya pasado y caduco y cada día nos sorprendemos con un engendro que nos facilita/complica la vida.
A todo esto habrá que sumar derechos e igualdades que a ninguno nos son ajenos.
Sin embargo cuando nos paramos cinco minutos a reflexionar, comprobamos que el hombre no termina de ser feliz y es aqui donde entran las matemáticas. Si a la felicidad completa le restamos estas pequeñas «felicidades» de las que he hablado, el resto que resulta para alcanzar esa felicidad plena y saciante tiene un nombre y ese es Dios.
Por Alberto en Falange Auténtica
Extraña ecuación: pues si ahora, a la Felicidad completa le restas Dios, el resultado no es «pequeñas felicidadades», sino que es exactamente cero. Y es que Dios también está acompañando al hombre en sus avances, descubrimientos y luchas… El espíritu de Yahvé se cernía sobre las aguas.