El partido político Podemos, la formación política chavista del momento en España, celebrará un congreso fundacional el próximo otoño, bajo el lema “sí, se puede”. Una vuelta al leit motiv de la formación, que ha demostrado su capacidad de movilización en las pasadas elecciones europeas, consiguiendo un 7,97% de los votos. El “sí, se puede” estará encaminado a las elecciones autonómicas y locales que se celebrarán en el 2015, que coincidirán con el cuarto aniversario del movimiento 15-M.
Pablo Iglesias impone una lista cerrada para gobernar el partido hasta el congreso fundacional. No quiere perder el control de Podemos.
Después de los resultados electorales del 25-M, el congreso fundacional marcará el futuro inmediato de Podemos. Perfilará sus mensajes, sus estrategias políticas, y el cariz que tome su relación con otros partidos políticos; singularmente con Izquierda Unida. De modo que el congreso fundacional tendrá una importancia crucial en la formación.
Su líder absoluto, Pablo Iglesias, presentó el pasado jueves las características del congreso. Se creará un grupo de trabajo, que será quien dirija las actividades de Podemos hasta entonces, y elabore los trabajos previos al congreso. La elección será los días 13 y 14.
Según anunció Pablo Iglesias, él propondrá una lista, encabezada por Luis Alegre, quien ha realizado labores de comunicación para Iglesias en la campaña electoral. “Voy a proponer un equipo amplio que nos llevará a la asamblea y que coordinará Podemos hasta entonces”, aventura Iglesias. La lista está compuesta por 25 personas de su entera confianza. Y será cerrada, de modo que si, como es previsible, sale elegida la que él proponga, entrará entera, sin que haya posibilidad alguna de que otras personas del partido pueden ocupar esos puestos.
Esta forma antidemocrática de imponer una lista cerrada que gobernará el partido y acomodará el congreso ha despertado una revuelta interna en Podemos, según informa el diario El País. Este pasado domingo se celebró una reunión de los círculos, células por las que funciona el partido, de Madrid con dos representantes por cada uno de ellos. Esa reunión fue objeto de una larga discusión y protestas entre las bases, con un fuerte enfrentamiento sobre la falta de democracia interna del partido.
Lo que trasluce de esta decisión por parte de la dirección de Podemos es el intento por parte de otros grupos de controlar la organización. Según las palabras de Monedero, recogidas por el diario madrileño, “La idea de las listas no nos parece muy sensata pero hay gente conspirando para quedarse con Podemos y no nos da la gana. Gente con responsabilidades en otros partidos ha mandado correos a los simpatizantes dando instrucciones de qué hacer el día 14”. El grupo que estaría intentando quedarse con la plataforma Podemos sería Izquierda Anticapitalista.
Según informa el diario El País, Juan Carlos Monedero acusó a los críticos de querer dar un “golpe de Estado” dentro de la organización, y de querer relegarla a ser una corriente izquierdista de Izquierda Unida. Y sancionó la crítica de falta de democracia interna invitando a los críticos a irse de la organización política.