Malos tiempos se avecinan para Izquierda Unida, que pierda votantes en favor de podemos y se ve sujeta a las restricciones de la Ley d´Hont. Quizá por eso es por lo que su europarlamentario estrella, Willy Meyer, decidió apuntarse al chollo de las SICAV.
Para aquellos que no sepan como funcionan estas sociedades de inversión, puede resumirse en que se tratan de Sociedades de Inversión de Capital Variable, que exigen un capital mínimo de 2,4 millones de euros y al menos un centenar de participantes. Es por lo tanto un club de privilegiados que buscan evadir impuestos a través de las pensiones. Sus operaciones tributan al 1% en el Impuesto de Sociedades, en lugar del 25-30 % del resto de empresas, y sus beneficios no tributan alto: entre el 21% y el 27%.
Para evitar la fiscalidad de la Hacienda Española, el viejo comunista invertía en su SICAV de luxemburgo, por lo que tampoco pagaba a la Hacienda Española, incrementando su patrimonio personal. El comunismo se quita máscaras: Pablo Iglesias desayuna en el Ritz junto a los prebostes del régimen, defendiendo a ETA, y Willy Meyer administra su fortuna en el extranjero defraudando a la Hacienda española. Extraña manera, la de estos revolucionarios de salón, de defender los derechos de los desahuciados y de los desamparados, pero clásica manera sin embargo, de codearse con la misma casta a la que ambos pertenecen.
Una vez más, el nacional – sindicalismo es la única vía para alcanzar la Justicia Social que necesitan España y los españoles.
Falange Española de las JONS