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Nuevo enfoque sobre la reciente abdicación de Juan Carlos I. Del antiguo «atado y bien atado» (frase predilecta de Franco)

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Por Sigfredo Hillers de Luque, que  nos envía a elmunicipio.es, para su publicación, el siguiente texto a modo de réplica y nuevo planteamiento basado en la voluntad expresa de Franco frente a la voluntad presunta  en que se basa su interlocutor (un veterano periodista).

Análisis histórico-jurídico de la frase predilecta de Franco: «Todo queda atado y bien atado»

Querido veterano periodista… Celebrando… y discrepando…

1) De un lado, celebro que hayas reanudado tu interrumpida «conversación» de hace ya unos años… Fue el envío de un reportaje tuyo sobre la ´presunta «desactivación» de una Ley por parte de Franco…

2)  De otro lado, discrepo de tu planteamiento en el adjunto mensaje (ver más abajo, al final),  sobre el importante tema del «atado y bien atado» en frase de Franco.

     Ya de antemano, recuerdo tu costumbre de presentar tu «tarjeta de visita», diciéndonos lo que NO eres, i.e. «yo, que no soy ni jurista, ni economista, ni…» y un largo etc. donde podrías haber añadido, parafraseando la famosa canción hispano-americana (que no latinoamericana)… «Creo en Dios«, me parece que se titula… «…. ni arquitecto, ni ingeniero, ni  albañil…»

     Efectivamente, con la excusa o coartada de que no eres jurista, muestras un patente olvido… cuando no desprecio  o menosprecio… de la legislación, incluso de las Leyes Fundamentales (o constitucionales) al referirte al Régimen jurídico-político de Franco y a cualquier otro texto legal, como p.e. el texto del juramento que Juan Carlos, por voluntad de Franco, por supuesto, realizó o «prestó» en 2 ocasiones antes de ser coronado Rey de España.

        En el «atado y bien atado»… que refleja de forma clara e irrefutable la creencia firme de Franco al prepararse para «cuando se cumpliesen » las previsiones sucesorias» … frase creación de López Rodó, para evitar la palabra «muerte», sabedor de que a Franco no le gustaba su mención… Arranca nada menos que del 26.7.1947, con la promulgación de la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado… i.e. cuando Juan Carlos tenía 9 añitos… y cuando el legítimo heredero a la Corona, su padre D. Juan (Juan III para Luis Mª Anson) ha decidido que él, al ser legítimo heredero de Alfonso XIII, no necesita que nadie le nombre Rey y menos que le hagan jurar unas leyes establecidas por Franco.

       Frente a la voluntad expresa de Franco, reflejada en los textos legales, que tú pretendes ignorar o desprecias o menosprecias… te aferras a una voluntad presunta de Franco , a través de  frases presuntamente dichas por Franco, i.e. «Juan Carlos dijo que Franco le dijo…»;  «Vernon Walters  dijo que Franco le dijo..».

         Se te puede “disculpar” porque eres un veterano periodista y como tal «barres para casa» («pro domo sua» dicen los clásicos). Igual que hace un par de años te ocurrió con la presunta «desactivación» de una Ley por medio de una  «entrevista» de Franco al diario «Arriba», a lo que más adelante me referiré.

      Igual les ocurre también incluso a los  historiadores…o pseudo-historiadores españoles como Javier Tusell (q.e.p.d.) o extranjeros como Payne o Preston, etc. A propósito  ¿Conoces p.e. mi carta non-nata a «La Gaceta» época de Carlos Dávila, que no me quisieron publicar, (ni él ni su sucesor), refutando  el presunto «descubrimiento» de que Franco llegó a ser Jefe del Estado español durante 39 años, gracias a la «astucia» de su hermano Nicolás que mandó a la imprenta insertar  una «y» en el texto aprobado por la Junta de Defensa Nacional? Si te interesa, dímelo y te la envío.

      Respecto a la credibilidad que tú otorgas al «mejor Rey de la Historia de España», según el gremio periodístico,  cuando expone públicamente lo que dice que Franco le dijo… allá tú…

        Por lo que respecta a lo que tú ahora añades, como referencia periodística, de que Franco, en su lecho de muerte, ya moribundo,  le transmitió a Juan Carlos… a modo de su «última voluntad» o «testamento verbal»… solo la obligación o el deber de “mantener la unidad de España»… única y exclusivamente…  creo que te «trabucas»… Franco, ya moribundo, no recibió a Juan Carlos ni le mandó llamar para musitarle obligación alguna… Ya estaban escritas en las Leyes que él había jurado guardar fidelidad… Repito… te trabucas… Según la prensa de aquellos días fue su padre (Don Juan), en la clínica de la Universidad de Navarra,  quien le dijo tales palabras…

       No es labor mía de investigación… Es sencillamente lo que vosotros los periodistas nos transmitisteis en su día… y a su vez lo que Juan Carlos I os quiso transmitir…Si será o no verdad, yo soy incapaz de saberlo. Repito, yo no lo he investigado.

       En cuanto a Vernon Walters (V.W.) creo recordar que ya te rectifiqué hace unos pocos años, ya que yo me había leído sus «memorias» en Inglés y había observado algunas importantes «matizaciones» o diferencias respecto a la versión española..

       De todos modos… y empezando por el principio… V.W. era católico practicante o quizás más todavía «ferviente católico»… Su padre le educó “a distancia”, i.e. mandándole a un internado de Jesuitas…y nada menos que en Inglaterra… ¿Lo sabías?  V.W. regresa a EE.UU.  a los 16 años, para, como buen hijo,  ayudar a su padre, que era corredor de seguros…

       Conviene subrayar que V.W. llega a Teniente General USA, sin pasar por West Point ni estudiar en Universidad alguna… Fue Vice-Director de la CIA…También fue embajador/representante USA en las N.U. y embajador en Alemania Federal.   Todo a fuerza de «codos» y de olfato político… En la II GM es cuando empieza a vestir uniforme del Ejército… En 1953 actúa de intérprete, como militar, en la histórica visita de Eisenhower a Franco…

        Como buen católico estadounidense de aquella época, V.W.  era  un gran admirador de Franco… o mejor dicho un admirador (oculto) de Franco o «cripto-admirador», ya que él se desenvolvía políticamente y diplomáticamente en EE.UU. y en sus altas esferas… y sabía no solo lo que le podía perjudicar a él personalmente, sino en especial a la España de Franco, si se le llegaba a «detectar» su admiración por Franco.

       De ahí los «matices» entre lo que declaraba en USA y lo que declaraba en España… o la versión española de su libro y la versión original en Inglés, fruto no solo de sus conocimientos lingüísticos inglés-español, sino de la idiosincrasia del mundillo político-social en USA y el ambiente político en España.

      N.B. Igual experiencia viví yo en mi estancia en Alemania (1958 en la época de Adenauer). Los admiradores de Adenauer eran al mismo tiempo «cripto-admiradores» de Franco (p.e. los sacerdotes… Uno de ellos me hizo la confidencia de que Adenauer estaba «loco» por conocer a Franco, pero no se atrevía, mientras fuese Canciller, por miedo a…Efectivamente tan pronto dejó de ser Canciller, se apresuró a visitar a Franco…Fraga, entonces Ministro de Información, para disimular, le preparó una conferencia en el Ateneo, a la que asistieron (aparte de un ilustre personaje, llamado SH…) tanto Juan Carlos como Carlos-Hugo, el candidato de los carlistas a ser nombrado Rey de España.

          Tú te anotas un buen tanto periodístico cuando hablas del mensaje escrito que V.W. entrega al Presidente Nixon en una audiencia (sic), donde indicas no solo el día sino hasta la hora y los minutos… Enhorabuena, veterano periodista… pero según parece,  ignoras que V.W. no necesitaba de «audiencia» para ver a su amigo Richard Nixon.  Iba a verle y podía hablar con él por teléfono cuantas veces quisiera. Por eso Nixon le elige a él, precisamente, a V.W., sin ser diplomático, para que, de su parte se entrevistase con Franco, como  «mensajero personal» suyo. VW y Nixon se conocían de muchos años atrás, cuando Nixon era Vice-Presidente con Eisenhower… y además, como las desgracias vividas juntos, hermanan mucho, cuando en 1958 las «turbas» apedrearon y zarandearon  en Caracas el automóvil oficial USA de Nixon en su visita de Estado a Venezuela (como Vice-Presidente, pues Eisenhower estaba hospitalizado)… Le acompañaba V.W., que resultó herido (leve) y Nixon ileso…

      Después de muerto Franco, le invitan a pronunciar una conferencia en El Escorial, por nuestra Universidad (¿época de Villapalos?), y luego ofrece una rueda de prensa, aparte de otras entrevistas, V.W. que conoce bien el cambio político de la «sagrada Transición» (siempre con inicial mayúscula), sin faltar a la verdad,  le ofrece a Franco un «homenaje póstumo»  diciendo que Franco le dijo o le insinuó que….. etc.  etc. 

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       V.W. acostumbrado a lidiar con periodistas de 1ª División, con el  «colmillo retorcido» y anti-católicos, como p.e. New York Times, The Washington Post, etc. sabía manejar el capote con los periodistas españoles de 3ª Regional…  y  con su olfato político y su dominio del idioma español (el castellano para los separatistas catalanes), sabía manejar como nadie la «muleta», i.e.   los «matices»… para decir en público lo que la «casta mediática» española de aquella época (ya muerto Franco) quería escuchar… y que pudiera suponer un elogio post-mortem de Franco… Como recordarás, ni por lo más remoto se le ocurrió leer el informe que pasó en su día a su amigo Nixon… y mucho menos repartir una fotocopia del mismo entre la «jauría»…

          En cuanto al informe que presentó en su día a Nixon, después de su entrevista con Franco, no hay necesidad de esforzarse en localizar el original… Es fácil colegir su contenido…i.e. seguro que contiene aquello que Nixon quería oir/leer sobre la España de Franco… Y lo mismo  ocurriría con sus explicaciones verbales en lo que tú denominas «audiencia»  o en sus múltiples posteriores conversaciones telefónicas o personales…i.e.  Lo que Nixon quería escuchar…  Nadie conocía mejor a Nixon que V.W. y nadie en EE.UU. quería tanto a la entonces católica España y a Franco como V.W.   

     Lo que es perfectamente demostrable  es que en los libros, entrevistas, declaraciones, etc. de V.W. nunca encontraremos un comentario adverso, ni una opinión negativa sobre la España de Franco. Jamás.

        Siguiendo tu planteamiento, resultaría que Franco era un «bromista»… N.B. No te enfades, igual le escribí hace años a Licinio de la Fuente (q.e.p.d.) cuando publicó su libro «Valió la pena»… 

          Resulta que  Franco de un lado se esforzó tenazmente, a lo largo y ancho de más de 30 años, en dejar todo «atado y bien atado» redactando, revisando, sopesando el texto y significado de una serie de Leyes, una minuciosa Ley de sucesión para que le sucediera Juan Carlos de Borbón (ante la negativa de su padre a…) y continuara su obra (sic), i.e. su Régimen jurídico-político… Redactando y revisando el texto de un doble juramento de fidelidad que ha de prestar solemnemente su sucesor para poder ser proclamado Rey… y al mismo tiempo… de palabra… le otorga una presunta «licencia» para que incumpla todo lo que jura… y dinamite mediante una «voladura controlada» su Régimen, i.e. todo lo que él jurídica y legalmente ha construido de forma tan tenaz como minuciosa…

       Una pregunta ociosa… ¿En alguna ocasión tuviste oportunidad de hablar con Laureano López Rodó…? que de la voluntad expresa de Franco, sabía un rato largo…Mucho más que Sabino Fdez. Campo)    Pues, yo sí… (concretamente el 15.5.1983) durante más de una hora, en mi despacho de la Facultad de Derecho… El tuvo la gentileza y la humildad de celebrar la larga conversación en mi despacho, a pesar de su mucha mayor categoría y rango académico).

      Te sugiero muy cordialmente que te repases el texto de las Leyes Fundamentales, empezando por la mencionada «Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado”… donde se refleja claramente la voluntad de Franco  ya en 1947, con una especie de nombramiento «in pectore» del niño de 9 añitos Juanito (como bien sabes, lo de su decisión de llamarle Juan Carlos viene después…) que sustituyese al  «soberbio»  pero «lógico» heredero de Alfonso XIII… La Ley de Principios del Movimiento Nacional, en su art. 1 y sobre todo en su art. 2: «Todos los órganos y autoridades vendrán obligadas a su más estricta observancia… El juramento que se exige para ser investido de cargos públicos habrá de referirse al texto de estos Principios Fundamentales»…  El «Fuero del Trabajo»  -1938; (modificado por la Ley Orgánica del Estado de 1967… Toma nota, querido periodista… «modificado«,  no «desactivado«…) donde se suprimen párrafos fundamentales del magnífico prólogo redactado por  Dionisio Ridruejo en 1938  ¿Lo sabías? … i.e. El Estado español deja ya de ser «Nacional – Sindicalista»… suprime la referencia peyorativa al «capitalismo liberal» en su paralelismo con el «materialismo marxista», etc.  El «Fuero de los Españoles» -1945…   etc. etc.   y la Ley «ad hoc» de 22.7.1969 nº 62 (B.O.E. 23.7.1969) que ya tenía redactada el gran administrativista Laureano López Rodó por encargo de Franco, tan pronto prestase … como se esperaba… el  juramento de aceptación por parte de Juan Carlos como sucesor de Franco a la Jefatura del Estado, a título de Rey + el texto de los 2 juramentos que reproduzco más abajo.

           Presta atención, querido periodista, cómo manifiesta Franco,  pública y solemnemente su voluntad expresa:

22 Julio 1969, Franco ante el pleno de las Cortes -convocadas expresamente por Franco, claro está- proponiendo como sucesor suyo a don Juan Carlos de Borbón y Borbón:

1) «… En este orden creo necesario recordaos que el Reino que nosotros, con el asentimiento de la Nación, hemos establecido, nada debe al pasado, nace de aquel acto decisivo del 18 de Julio (sic)  que constituye un hecho histórico  trascendente que no admite pactos ni condiciones

2) “… Se trata pues de una instauración y no de una restauración… Ha de quedar claro y bien entendido ante los españoles de hoy y ante las generaciones futuras, que esta Monarquía es la que… fue instaurada con la Ley de Sucesión del 7 Julio 1947, perfeccionada por la Ley Orgánica del Estado del 10 enero 1967; monarquía del Movimiento Nacional,(*) continuadora perenne de sus principios e instituciones y de la gloriosa tradición española. Por ello…”

(*) Si mal no recuerdo, en alguno de tus artículos, tú lo ponías en duda…

 3)  “… Así pues, valorando con toda objetividad las condiciones que concurren en la persona del Príncipe don Juan Carlos de Borbón y Borbón… ha dado claras muestras de lealtad a los principios e instituciones del Régimen…he decidido proponerle a la Patria como mi sucesor… y asegura la unidad y permanencia de los principios del Movimiento Nacional… está en todo conforme con las normas y provisiones de nuestras leyes…

4) Juan Carlos, por su parte… el que en junio 2014 tras su abdicación, sería declarado por los m.c.s. «el mejor Rey de la Historia de España», por delante de Felipe II, Carlos V y de los Reyes Católicos… el 23 julio 1969, y después de prestar el juramento que luego veremos, declara o lee lo siguiente:

          «Mi General, señores Ministros, señores Procuradores. Plenamente consciente (sic) de la responsabilidad que asumo, acabo de jurar, como sucesor a tíulo de Rey, lealtad a Su Excelencia el Jefe del Estado y fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional y Leyes Fundamentales del Reino«.

          «… recibo de Su Excelencia el Jefe del Estado y Generalísimo Franco la legitimidad  política surgida el 18 de julio de 1936, en medio de tantos sacrificios, de tantos sufrimientos, tristes pero necesarios, para que nuestra Patria encauzara de nuevo su destino»

         «… España, en estos últimos años… bajo la dirección de Vuestra Excelencia… (N.B. Tenía a Franco delante mientras lo decía…)… la paz que hemos vivido, los grandes progresos en todos los órdenes… son la obra del hombre excepcional que España ha tenido la inmensa fortuna de que haya sido, y siga siendo por muchos años, el rector de nuestra política…”

             «El juramento solemne ante vosotros de cumplir fielmente (sic) con mis deberes constitucionales(sic)

N.B. No se está refiriendo a la Constitución abortista de 1978… sino a las Leyes Fundamentales del Régimen de Franco que tenían categoría jurídica de «leyes constitucionales»…

Y todavía añade o remata en su discurso leído: «… “mi pulso no temblará”  (*) para hacer cuanto fuere preciso en defensa de los Principios y Leyes que acabo de jurar» (sic). 

      (*) N.B. entrecomillado en el original porque fue una frase literal de Franco al ser nombrado Director de la Academia General Militar de Zaragoza, si no me equivoco

5) Texto del  solemne juramento, ante el pleno de las Cortes y ante  los Santos Evangelios, de Juan Carlos de Borbón el 23 Julio 1969:

 Presidente de las Cortes: «En nombre de Dios (sic) y sobre los Santos Evangelios, ¿Juráis lealtad a S.E. el Jefe del Estado y fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional y demás Leyes Fundamentales del Reino?

   Príncipe D. Juan Carlos: «Sí, juro lealtad a S.E. el Jefe del Estado y fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional y demás Leyes Fundamentales del Reino«

     Presidente de las Cortes: «Si así lo hiciereis que Dios (sic) os lo premie, y si no, os lo demande». 

6) A la muerte de Franco, dos días después, 22 novbre. 1975,  presta el mismo juramento ante el pleno de las Cortes (“franquistas”)  y ante los Santos Evangelios (sic), suprimiéndose el párrafo dedicado a la “lealtad” a Franco, claro está.

      N.B. Obsérvese esta importante peculiaridad en el “atado y bien atado” en la voluntad  expresa  de Franco.  No le es suficiente que su sucesor Juan Carlos, preste un juramento de aceptación de su nombramiento, sino que en ese mismo año 1969 elabora una norma con rango de Ley, por la cual Juan Carlos, para ser coronado Rey,  ha de jurar nuevamente guardar fidelidad  tanto a la Ley de Principios del Movimiento Nacional… como a las demás Leyes Fundamentales…

Es decir, matización sobre matización…. Separa la mención a la Ley de Principios del Movimiento Nacional del resto de las Leyes Fundamentales…Y sigue la peculiaridad de la voluntad expresa de Franco….   Quiere que su sucesor preste 2 juramentos… uno delante de él (de Franco) y otro para poder ser coronado o acceder  al trono de España, una vez muerto Franco.

7) Después de prestar este 2º juramento, Juan Carlos I pronuncia (o lee) un “emocionado” discurso, del que entresacamos algunos valiosos párrafos:

a) “…  Una figura excepcional entra en la Historia. El nombre de Francisco Franco será ya un jalón del acontecer español…   Con respeto y gratitud (sic) quiero recordar la figura… Es de pueblos grandes y nobles el saber recordar…   España  nunca podrá olvidar a quien como soldado y estadista…”

     N.B. Quien se lea el discurso de abdicación del 1 junio 2014 de Juan Carlos I, comprobará que no recordó para nada a Francisco Franco, a cuya decidida voluntad, mantenida a lo largo de 30 años y elevada a categoría de Ley, debía el trono, no a su padre, que se oponía tenazmente a que Franco nombrase Rey de España a su hijo, reivindicando que él (Don Juan) era el Rey legítimo por haber sido nombrado por Alfonso XIII en su testamento… Hasta el 14 de mayo 1977, en que cede sus derechos al sucesor de Franco, a título de Rey, y deja de ser voluntariamente el Jefe de la Casa Real…

       Bien es verdad que el actual Rey, Felipe VI, por aquello de lo apuntado por el sabio refranero español…. “de raza le viene al galgo”,  siguió sus pasos…    En efecto, en su primer discurso ante las Cortes, hace mención agradecida de su padre, de su madre… y hasta de su abuelo (que no llegó a reinar, como sabemos…) pero… ni la menor mención a un tal… Francisco Franco, gracias al cual su padre accedió al trono.  Más todavía, gracias al cual fue derogada en 1938 la Ley de la II República española de 1931 por la que se  consideraba al destronado Alfonso XIII “reo de alta traición” y se le  privaba de todos sus derechos y de la nacionalidad española, prohibiéndole su entrada en territorio español…. “sin que pueda reivindicarlos jamás ni para él ni para sus sucesores”.

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b) “… Se trata de continuar la ingente labor del Caudillo… y pongo de manifiesto mi lealtad a un Régimen nacido de la necesidad de recuperar la identidad nacional del país y su legitimidad como Estado…”  (N.B. Aquí existen dudas de si el párrafo corresponde a este discurso de novbre. 1975 o al anterior de julio 1969)…

       Como verás, querido veterano periodista, todo este largo “exordio” no son conjeturas  mías, sino reproducción literal de textos que reflejan la voluntad expresa de Franco, tanto de forma directa como de forma indirecta (cuando el que lo manifiesta es Juan Carlos I).

        Y sin embargo, tú por el contrario haces unas rotundas afirmaciones en tu e-mail como p.e. “… Don Juan Carlos I es heredero de Franco,  pero no continuador del franquismo, entre otras razones, porque no era propósito de Franco (sic)…”   Y lo haces basándote en conjeturas,  i.e. en una presunta voluntad de Franco… “J.C. dijo que en cierta ocasión Franco le dijo”….; ·V.W. dijo que Franco le dijo…”

         Ya lo creo que era “propósito de Franco”  la continuidad de su Régimen jurídico-político… Naturalmente que sí… Por eso le hizo jurar a su sucesor –y por 2 veces- fidelidad a las Leyes Fundamentales… con la matización hecha más arriba: fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional y  fidelidad a las demás Leyes Fundamentales (N.B. Durante años yo no había reparado en esta separación o distinción…).

     Pensemos además que esto era tan importante para Franco hasta el punto de romper la línea sucesoria establecida por Alfonso XIII, saltándose al heredero legítimo, su hijo don Juan…  Y como lo fue para el propio padre de Juan Carlos (Don Juan), que se negó en redondo a prestar tal juramento y que supuso la ruptura –más o menos temporal- entre padre e hijo por haber accedido Juan Carlos a aceptar el nombramiento por parte de Franco… que llevaba aparejado  el juramento (y además por 2 veces) como continuidad del régimen jurídico-político de Franco… vuelvo a repetir.

Como tú bien sabes (pero otros muchos lo ignoran), desde el 22 novbre. 1975 hasta el 14 mayo 1977, España tuvo 2 Reyes. Uno D. Juan de Borbón, hijo y heredero legítimo del destronado Alfonso XIII, exiliado y muerto en Roma (bajo el Régimen de Mussolini), según la dinastía de la Casa de Borbón, y otro Juan Carlos I, nombrado por voluntad tenaz de Franco, a lo largo de más de 30 años, conforme a las Leyes establecidas por su régimen jurídico-político.

Queriéndolo o sin querer tu planteamiento sigue la estela del maquiavélico leguleyo  Torcuato Fdez. Miranda (…que no tenía ni p. idea de Derecho Político/Derecho Constitucional, a pesar de ser catedrático de la asignatura… y a pesar de haber sido Alférez Provisional del Ejército Nacional) con su famoso: “De la Ley a la Ley” cuando yo estoy cansado de repetirlo (y lo tengo escrito en algunos de mis libros desde hace 30 años) fue en realidad: “De oca a oca… y tiro porque me toca… o mejor dicho porque me da la real gana…porque para eso el parchís es mío…”.

Queda por referirnos al texto del testamento de Franco. Tú dices: “Como es bien sabido, en el testamento de Franco, oral o escrito (sic), no hay indicación alguna sobre el modo de reinar (sic) de su sucesor…”  

En este punto te armas un hermoso “taco”. De entrada te planteas una disyuntiva inexistente: “testamento oral o escrito”. No existe tal disyuntiva. ¿Cómo es posible que te plantees tal duda a estas alturas?  Es impropio de un veterano periodista como tú. Claro que existió un testamento escrito de Franco. Más todavía… escrito de su puño y letra (… hasta con una hermosa falta de ortografía, creo recordar…) que entrega a su hija para que lo pase a máquina. Y se lo entregue, a su muerte, al Presidente del Gobierno (Arias Navarro).  ¿Y por qué pasas por alto algo tan importante como es su texto?  Otra vez te empeñas en estar emparentado con los pseudo-historiadores. En alguno de mis libros denuncio el estilo clásico de Javier Tusell (q.e.p.d.) a la hora de “analizar” p.e. la carta de Franco a Churchill en octubre de 1944… pero sin transcribir su texto para que sus propios lectores puedan juzgar si lo que Franco advirtió a Churchill respecto a la Unión Soviética fue una petulancia, una “mamarrachada” o algo acertado, con clara visión de futuro.

Franco, en su testamento, no tiene a Juan Carlos como destinatario. No tiene que decirle sus obligaciones (“el modo de reinar” dices tú). Eso se lo tiene dicho y ordenado en la Ley Orgánica arriba citada, obra maestra de López Rodó, de julio 1969… y resumida en el texto del juramento que presta por 2 veces … vuelvo a repetir una vez más… y que tú no le das la menor importancia y, por lo tanto, ni lo mencionas. La prueba de ello es que cuando te refieres al Príncipe, dices: “… declarado y aceptado su heredero”. Pero te falta añadir… y debidamente “juramentado”, i.e. que ha jurado –en 2 ocasiones- fidelidad a…  Repásate el texto de su repetido juramento… guardar fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional y demás Leyes Fundamentales…

El testamento de Franco, es pura y sencillamente su última voluntad. Y en él, claro que menciona a su sucesor Juan Carlos de Borbón… pero dirigiéndose “urbi et orbi”, en abstracto, a todos nosotros, pidiéndonos nuestro apoyo al sucesor que él (Franco) había elegido y designado.… aunque todos sabemos que principalmente iba dirigida la petición a los militares, sus más fieles devotos… y cuyo apoyo era crucial para Juan Carlos I…: “Por el amor que siento por nuestra Patria, os pido que perseveréis en la unidad y en la paz, él y que rodeéis al futuro Rey de España, don Juan Carlos de Borbón (N.B. Su nombre lo colocó interlineado…señal evidente de que quiso “remachar clavo”), del mismo afecto y lealtad que a mí me habéis brindado, y que le prestéis en todo momento (sic) el mismo apoyo y colaboración que de vosotros he tenido…” . Y para mayor “inri” lo escribe sin ninguna cautela, i.e. sin ningún condicionante… podía haber escrito: “… siempre y cuando…se mantenga fiel a su juramento…”.  Pero no lo hizo…

Es evidente que en esa petición de “afecto y lealtad”; y de “apoyo y colaboración”  al futuro Rey Juan Carlos, Franco no se está dirigiendo ni a ti ni a mí ni a los miles y miles –entonces- de falangistas en toda España. “Verde y con asas”… No hace falta haber realizado ningún cursillo con Sherlock Holmes… Se refiere a los militares tanto del Ejército de la Victoria, como a las generaciones de jefes y oficiales de post-guerra, herederos espirituales del Ejército de la Victoria.

Franco conocía mejor que nadie a los militares de su época y a las jóvenes generaciones posteriores de jefes y oficiales que no pudieron hacer la guerra por edad.  Sabía que tanto los militares de la cúpula militar, como los de las primeras promociones de las academias Militares –salvo honrosísimas excepciones- no se leían el B.O.E. Era una devoción personal a Franco.  Las Leyes Fundamentales nunca se estudiaron en las Academias Militares, a pesar de estar firmadas por Franco. No estuvieron prohibidas, claro está, pero no eran materia de estudio en ningún curso. “Eso es política… No me interesa” contestaban despectivamente (Respuesta literal de un –entonces- Tte. Coronel, de Estado Mayor, de mucho prestigio entre sus compañeros, teóricamente algo “politizado” (¿?) y afín en ideas a nosotros, cuando le pregunté si se había leído en el B.O.E. el “Estatuto de Guernica”…).

Sin embargo, el testamento escrito de Franco, lo reciben como lo que era… la última voluntad de Franco… Eso sí que se lo leen y se lo aprenden casi de memoria…  lo reproducen en alguno de sus párrafos –como el arriba citado- en letras gigantes, y a modo de mural (“poster” para los que no saben lo que es en inglés…) lo colocaron en todos los despachos oficiales de los altos mandos militares y, llevados de su devoción a Franco, en los despachos de sus casas particulares.

Y, no obstante… paradoja de las paradojas  el art. 37 de la L.O.E. (enero 1967; una de las Leyes Fundamentales, no lo olvidemos, obra maestra de Derecho Administrativo, redactada por López Rodó… encargaba expresamente a las Fuerzas Armadas “la defensa del orden institucional”, i.e. la defensa de las Leyes Fundamentales… Y resulta que, como quedó luego demostrado,  las Fuerzas Armadas (cúpula militar) no sabían en qué consistía el “orden institucional” que tenían que defender… coyuntura que aprovecha el “elegido y designado” Juan Carlos (que había  jurado solemnemente por 2 veces… no nos cansaremos de repetirlo… fidelidad a las Leyes Fundamentales), con la meritoria ayuda del “maniobrero mayor del Reino” Torcuato Fdez. Miranda (q.e.p.d.), para colocar la carga de dinamita y realizar “la voladura controlada” del Régimen jurídico-político de Franco….  “De la Ley a la Ley”  o más bien “De oca a oca…etc.” 

Franco muere totalmente convencido de la lealtad hacia su persona del elegido por él como sucesor suyo, a título de Rey,  y en la sinceridad del juramento ya prestado en julio 1969, aparte de las muestras personales de cariño y afecto a lo largo de los últimos años…

           Razón por la cual, yo en mis clases, año tras año,  promovía la idea de que a Juan Carlos se le debía conceder un Oscar a la mejor interpretación, por parte de la Academia de Hollywood. Tú y yo sabemos de oídas que a Franco no era nada fácil engañarle, que tenía un fino olfato en conocer a las personas, sin necesidad de intimar con ellas, pero… a veces se equivocaba… En cuanto a la Reina Sofía… también merecedora de otro Oscar de Hollywood.  Después de muerto Franco nos hemos enterado por alguien del reducido   entorno de amistades de Dª Carmen que les contaba su impresión: “Esta Sofía se ha metido a Paco en el bolsillo”… Recuérdese además su “repentina” o quasi-milagrosa conversión al Catolicismo…  Las “malas lenguas” deducen que fue sabiamente aconsejada por su madre… la Reina Federica de Grecia, de origen alemán… para no perder el trono, pues Franco era muy estricto y exigía incluso por Ley Fundamental que el candidato a ser elegido debía “profesar la Religión Católica”… Ya sabemos que matrimonios entre católicos y de la Religión ortodoxa griega, previo permiso papal, etc. no eran imposibles, pero… por si acaso… más vale… etc. le aconsejó la Reina Federica.

De ahí que a Franco “responsable ante Dios y ante la Historia” (que a él le gustaba utilizar) se le podía aplicar la “culpa in eligendo”, tipificada ya en Derecho Romano… junto a la “culpa in vigilando”,  ya que Franco –mejor que nadie- tenía medios para cerciorarse de una posible equivocación al haber elegido como sucesor a Juan Carlos de Borbón, i.e. para saber los “pasos” que iba dando en dirección a la traición… N.B. Y eso que en el texto de las Leyes Fundamentales ya se previó esa posibilidad, i.e. Franco siempre pudo legalmente rectificar, incluso después de haberle nombrado su sucesor (1969).  Incluso gente muy allegada a él, de quien le constaba su devoción y lealtad como p.e. Girón; Utrera Molina; González Bueno (Ministro en 1938), Blas Piñar… le advirtieron a tiempo (“Eso que me está Vd. diciendo, Utrera, es muy grave…”). Pero finalmente no quiso rectificar… No le cabía en la cabeza  que pudiese ser verdad… O no quiso verlo… Y para nosotros fue una losa que nos cayó encima… El efecto post-mortem del testamento de Franco en las Fuerzas Armadas, fue demoledor…No son conjeturas… A las pruebas me remito…

“Testamento oral” de Franco (presunto).-   Tu escribes: “Una sola cosa (es decir, ninguna otra) le pide Franco, moribundo (sic), al Príncipe declarado y aceptado  su heredero, seis años antes: Que mantenga la unidad de España”. 

Como ya te digo más arriba, te “columpias” o “patinas”…No es frase que pertenezca a Franco sino a D. Juan (Juan III para Luis Mª Anson). Tu cerebro te jugò aquí una mala pasada. No es que mientas, pero te auto-engañas.  Sin necesidad de consultar con el Dr. Freud (q.e.p.d.) bien pudiera ser que te precipitaste porque encajaba perfectamente con tu planteamiento, aunque también es verdad que… parafraseándote a ti… yo que no soy periodista… ni arquitecto, ni ingeniero,  ni albañil… nosotros lo sabemos por vosotros los periodistas y  la fuente presuntamente “fidedigna” es la de Juan Carlos I…  ya que fue él quien se la transmite a los periodistas.

Más sobre el “atado y bien atado”.  A mayor abundamiento…  Yo no he investigado en las hemerotecas para comprobar si,  como tú dices,  fueron 3 o más veces las que Franco lo citó.  Mi memoria, sin embargo, me dice que te estás saltando una ocasión solemne en la Franco lo cita, v.gr. ante una asamblea nacional de los Alféreces Provisionales.  Tuvo que ser o bien en la inauguración del Valle de los Caídos… nada menos… i.e. 1º Abril 1959 o anteriormente, también en una asamblea nacional de Alféreces Provisionales… en el Cerro Garabitas, en la Casa de Campo.  RNE transmitió un amplio reportaje, con pasajes del mismo, i.e. con la voz de Franco.  Seguro… Absolutamente seguro… Yo no estuve allí, pero lo escuché por RNE “in illo tempore”…

Para ir terminando… Tú escribes en tu e-mail: “Hasta el momento, nadie ha rebatido la idea de que, sin la intervención (sic) de Franco, hoy no habría monarquía en España”.

Ya de entrada, lo de la “intervención” de Franco deja mucho que desear, desde el punto de vista periodístico. Utilizas un vocablo muy “pobre”. Fue una decidida y tenaz voluntad expresa de Franco a lo largo y ancho de más de 30 años, sin importarle la “leal oposición” de los falangistas (numerosos y fieles a él, hasta su decisión personal, como Caudillo de España,  en la década de los 40 y 50) Una voluntad recogida en las Leyes Fundamentales del sistema jurídico-político de la España surgida del Alzamiento Nacional del 18 de Julio. Así pues, tú podrías hablar de la “intervención” de López Rodó o de Rdez. Valcarcel, pero lo de la “intervención” de Franco queda un poco “pobre” y harto “corto descriptivo”.

En cuanto a lo de “nadie ha rebatido” te noto cierta “ingenuidad”. Perdona que te lo diga.  El sistema partitocrático que “disfrutamos” en España no necesita rebatir nada, querido veterano periodista.  Inmediatamente que leí tu frase me acordé de una certera frase/sentencia de George Orwell (te suena ¿verdad?) de hace más de 60 años:  “Para imponer las mentiras del presente, es necesario antes  BORRAR las verdades del pasado”.

Proclamación-FelipeVI

Eso es lo que ha hecho muy eficazmente la partitocracia por medio de la valiosa cooperación de la casta periodística actual. Repásate el discurso de abdicación de S.M. J.C. I y el de su hijo Felipe VI.   J.C. I solo habla de que “heredó de su padre el legado histórico de la Monarquía española…”. Ni la menor mención a Franco, gracias a cuya tenaz voluntad expresa recibió y heredó etc. etc. En cuanto al primer discurso del nuevo Rey… párrafo de agradecimiento a su padre… a su madre… y a su abuelo… Ni la menor mención a Franco… ¿Y la casta periodística actual? ¿Por casualidad ha enmendado/remediado tan flagrante omisión de los Reyes…?

¿Refutar?   ¿Para qué?… mucho más sencillo y más eficaz es BORRAR las verdades expuestas más arriba.  No son mis “verdades”, sino las VERDADES del pasado, aunque sean de un tal…  Francisco Franco…   Razón por la cual me permito sugerirte, querido veterano periodista que no contribuyas con tu silencio o tu olvido a BORRAR las verdades del pasado para que se impongan las mentiras del presente, i.e. del sistema partitocrático.

Finalmente, para terminar,  en cuanto a la “conversación” interrumpida hace un par de años con tu planteamiento (eminentemente periodístico, pero no jurídico) de que Franco “desactivó” una determinada Ley para facilitar el camino llano a su sucesor J.C. I, ya te indico anteriormente mi discrepancia… Una Ley (en un Estado de Derecho) se promulga; se deroga; se modifica… pero no se “desactiva” por medio de una presunta entrevista al director de un periódico. 

No lo tomes a mal, pero es así… Queriéndolo o sin querer te pasa algo parecido a lo que le ocurría a Girón (confío en que no te moleste la comparación) cuando en su último libro de “memorias” nos cuenta que habiendo solicitado una audiencia urgente a Franco, le describió algunas presuntas infidelidades al Régimen, junto con algunas presuntas “irregularidades” de varios de sus Ministros… Y terminó su exposición –según el propio Girón nos relata-  diciendo: “Ahora, mi General, si Vd. quiere me manda fusilar, pero yo quería exponérselo con toda sinceridad y crudeza…”   Evidentemente le estaba llamando a Franco “dictador” o “tirano”… En ningún Estado de Derecho, un Jefe de Estado puede mandar fusilar a un ciudadano por hablarle “crudamente” en una audiencia oficial,  pero a Franco, esta especie de “devotio ibérica” le caía muy bien y tenía a Girón por un fiel devoto… Así pues le contestó con una sonora carcajada… le dio un efusivo abrazo… y hasta la próxima.

Pues lo mismo te digo a tí ahora…Franco no tenía ninguna necesidad de “desactivar” ninguna Ley. En tal hipotético  caso, sencillamente hubiera llamado a López Rodó y le hubiera encargado preparar una modificación de tal o cual Ley. Igual ocurrió p.e. en 1967 en la que se modificaron diversas Leyes… y nada menos que Leyes Fundamentales, sin necesidad de que Franco interviniese personalmente, ni simulase ninguna entrevista periodística, desde el “Arriba”…

Nada más por hoy. Espero con interés tus comentarios.

Saludo a nuestro estilo

                                              Sigfredo Hillers 

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TEXTO RECIBIDO  – ABDICACION JUAN CARLOS  I +  “ATADO Y BIEN ATADO” (frase de FRANCO)

Hasta el momento, nadie ha rebatido la idea de que, sin la intervención de Franco, hoy no habría monarquía en España, cualquiera que hubiera sido la derivación hipotética de la  República en 1936, de no haber sucedido la guerra civil.

            Don Juan Carlos I es heredero de Franco pero no continuador del franquismo, entre otras razones, porque no era propósito de Franco, a pesar de lo que aventuren, entre otros, don Fernando Almansa.

            Como es bien sabido, en el testamento de Franco, oral o escrito, no hay indicación alguna sobre el modo de reinar de su sucesor en la Jefatura del Estado a título de Rey.  Anécdotas comprobadas apoyan aquella actitud respetuosa con la monarquía. Una sola cosa (es decir, ninguna otra) le pide Franco, moribundo, al Príncipe declarado y aceptado  su heredero, seis años antes: Que mantenga la unidad de España.

            Hay, sí (lo señala Ruiz Quintano), el pronóstico de Franco: tendremos democracia. Pero, mire usted por dónde, no hay manera de encontrar el informe en que el general Walters se lo comunica al Presidente Nixon, documento que le entrega en la audiencia celebrada en la Casa Blanca, el 2 de marzo de 1971, entre  3:59 y 4:15 pm.

El general Walters relata que Franco le dijo (26 de febrero de 1971, a las 17 h) que la sucesión se haría de forma ordenada; que el Príncipe sería rey porque no había alternativa; que España emprenderá un largo camino hacia la democracia; y, con  absoluta confianza,  que, tras su muerte, el Príncipe será capaz de manejar la transición (The mighty and the meek).

Si, como es deseable, la abdicación de Juan Carlos I se consolida naturalmente en el reinado de Felipe VI, se podrá dar por conclusa la Transición, al mismo tiempo que dar por cumplida plenamente la previsión de Franco, al comienzo de la guerra: Si alguna vez en la cumbre del Estado vuelve a haber un Rey, tendría que venir con el carácter de pacificador y no debe contarse en  el numero de los vencedores  (ABC, 18 de julio de 1937)

También se habrá cumplido el atado y bien atado, referido inequívocamente a la institución de la monarquía, aunque  se haya tergiversado hasta lo grotesco (Aquí hubo una guerra, paginas 257-273) Franco usa en tres ocasiones la expresión atado y bien atado. La primera, en las Cortes, con motivo de la designación de heredero (22 de julio de 1969); la segunda en el mensaje de fin de aquel año; y la tercera, en la apertura de la X legislatura de las Cortes (18 de noviembre de 1971). En las dos ultimas, como en la primera, con expresa referencia al futuro rey. Sabino Fernández Campos, con perspectiva y autoridad, lo corrobora en 1998: Su sucesión en la persona de don Juan Carlos fue lo único que Franco dejó atado y bien atado.

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7 COMENTARIOS

  1. Olvida Hillers que el fracaso de la «Operación Arrese» había decido el fracaso del régimen de Franco a su muerte. Como dejó escrito Lamo de Espinosa en sus memorias, fue entonces, 20 años antes de la aprobación de la Ley para la Reforma Política, cuando “el franquismo se jugó y perdió la continuidad sin Franco». El desmontaje del Movimiento, reducido a una cáscara vacía, fue clave para dejar las manos libres al monarca y esto se sabía, habiéndose pronosticado ya el perjurio de Juan Carlos y la «transición» tal como ocurrió.Franco estaba advertido pero optó por Laureano y defenestró a Arrese. Vean las memorias de éste y de Lamo de Espinosa. Pero, en fin, ya sabemos que Franco nunca optó por las alternativas que olieran a falangismo. Las consecuencias claro se venían venir. El sistema partitocrático es la envoltura política del sistema capitalista que el franquismo afianzó y dejó atado y bien atado.

    • A propósito. Son muy interesantes los trabajos del profesor Álvaro de Diego, de quien he tomado, casi literalmente, lo que expreso en las cuatro primeras líneas

  2. Mi enhorabuena a Sigfredo Hillers por su erudito y extenso trabajo. Ilumina mucho, enseña mucho. Teniendo también presente la observación que José Ignacio Moreno Gómez hace en su intervención.
    Mi pregunta es, dando por cierta la traición e histórica marrullería borbónica, si en el contexto geopolítico en el que está inmersa España podríamos tragarnos otra cosa que no fuera esta democracia liberal-partitocrática de nuestras maldiciones. Si al menos fuera más decente; pero ni siquiera eso. Así que mantengo lo de maldita. A lo que añado mi permanente repudio a la dinastía borbónica que tanto daño a hecho a nuestra Patria. Así estamos.

  3. Mi enhorabuena a Sigfredo Hillers por su erudito y extenso trabajo. Ilumina mucho, enseña mucho. Teniendo también presente la observación que José Ignacio Moreno Gómez hace en su intervención.
    Mi pregunta es, dando por cierta la traición e histórica marrullería borbónica, si en el contexto geopolítico en el que está inmersa España podríamos tragarnos otra cosa que no fuera esta democracia liberal-partitocrática de nuestras maldiciones. Si al menos fuera más decente; pero ni siquiera eso. Así que mantengo lo de maldita. A lo que añado mi permanente repudio a la dinastía borbónica que tanto daño a hecho a nuestra Patria. Así estamos.

  4. Mi muy admirado Pedro Conde, al hilo de la preguntas que planteas, me viene a la memoria un libro publicado por los años sesenta por un frustrado falangista, luego meramente sindicalista, José Luis Rubio.
    Sin duda conoces su obra, «Europa como evasión, Iberoamérica como revolución». Él llevaba también razón; en aquellos años se decidió nuestro régimen político actual y nuestra ubicación en el contexto geopolítico-económico con nuestra solicitud de adhesión al Mercado Común Europeo. Podría haberse optado por ingresar en la Asociación Latino-Americana de Libre Comercio; podría haberse optado por una política común con otros movimientos Ibero-americanos sobre una base común de formas de propiedad comunitaria (Alvarado en Perú, peronismo, etc..). La elección fue suicidarnos en Europa en lugar de plenificarnos en una Unión Iberoamericana. Ahora, el camino hacia otras formas económicas y políticas es, ciertamente, muy, muy complicado.

  5. Amigo y, creo, camarada José Ignacio Moreno Gómez:
    Dejo, como tú, en el aire la pregunta, porque como de todo preterible, de todo suceso del pasado, sólo Dios tiene la respuesta.
    Lo que voy a contar es más que una anécdota. Conocí a José Luis Rubio accidental e indicentalmente; en unas circunstancias que le honran. Fue en una de las primeras celebraciones de la fiesta autonómica de Castilla y León, el aniversario de la derrota de los Comuneros en Villalar. ¡Conmemorar una derrota con las victorias que nos sobran! Sea todo por Padilla, Bravo y Maldonado. Las izquierdas, más precisamente la extrema izquierda, como siempre, honrando a nuestra Patria con la quema de una bandera nacional. Creo que no estaba muy lejos una tal Doris Benegas, filoetarra, que fue un tiempo compañera mía, de trabajo, digo, que no de otra cosa, en Fasa-Renault. Al enterarse, allá acudió José Luis Rubio a apagar con sus propias manos la bandera ardiendo. Alguien nos avisó entonces a los pocos de la Falange Auténtica que por allí andábamos. Llegamos cuando ya José Luis había apagado la quema. Nos presentaron y le saludé con sus manos ya quemadas. Para mí aquello no tuvo otro calificativo que el de un acto de heroicidad por el hecho en sí y por el contexto de odio izquierdoso que nos rodeaba.
    Creo que José Luis militaba entonces en el Partido Sindicalista.

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