Artur Mas, Presidente de la Generalitat, fue intervenido de urgencia el pasado domingo por problemas cardíacos. El político catalán se sintió mal y con dolores en el pecho y se le detectó una oclusión arterial que fue solucionada quirúrgicamente mediante cateterismo e instalación de un “sten”, en una intervención que se mantuvo en secreto. Mas pasó la jornada del lunes bajo control médico y se perdió el anuncio de tener preparadas “todas las medidas para impedir la consulta”. El presidente de Convergencia que se encuentra muy recuperado, desapareció del escenario político hasta hoy cuando tiene previsto reaparecer en la reunión habitual del su Ejecutivo.
Mientras Más, nacido el 31 de enero de 1956 (58 años), inauguraba expediente de “cardiópata”. Sus reflexiones en una entrevista a “El Temps” daban pie a innumerables especulaciones, sobre todo cuando reconocía que “de qué serviría la independencia, si no nos reconoce nadie” o que algunos procesos de independencia habían sido ridículos.
Los problemas de corazón del Presidente catalán coinciden con las exigencias de PP y Ciudadanos para que comparezca en el Parlament por el “caso Pujol”. La oposición recuerda que Mas fue consejero de Obras Públicas entre 1995 y 1997 y pretenden revisar posibles comisiones en la adjudicación de obra pública. “Más no es ajeno a lo que ha pasado durante tres décadas de gobierno de la Generalitat”, manifestaba el número dos del PP, Enric Millo.
El propio Mas tuvo un episodio fiscal idéntico al reconocido por Pujol: dinero supuestamente del padre; fallecido en ambos casos, que es detectado por la infidelidad de un empleado bancario de un paraíso fiscal y que deben regularizar ante la Agencia Tributaria. En el caso de Mas, los fondos se hallaban en Liechtenstein y se descubrieron cuando un empleado infiel de LGT Bank vendió varios CD’s con información al fisco alemán. Mas dijo que estos fondos provenían de la venta de una empresa de su padre, aunque los importes no cuadran. La UDEF además sitúa al padre de Mas como uno de los testaferros de la fortuna de los Pujol en paraísos fiscales.
Mas, que llegó a la Presidencia de la Generalitat tras el triunfo electoral de su federación con Unió en 2010, también ocupó la cartera de Economía (1997/2001) y fue consejero primero del Gobierno de Pujol entre 2001 y 2003. Fue Artur Mas Gavarró quien “recomendó” a Jordi Pujol Ferrusola, el primogénito de Pujol que dejase de llevar los cobros de CDC cuando llegó el tripartito de Maragall al poder.
Información ofrecida por el diario La Gaceta.
