Inicio Artículos de Opinión España es irrevocable. Puntualizaciones al Congreso de Falange Auténtica

España es irrevocable. Puntualizaciones al Congreso de Falange Auténtica

12

jose-antonio-primo-de-rivera
Colabora con el periódico digital El Municipio con un donativo para seguir informando con un periodismo combativo en libertad
Pincha en el boton Donar. Muchas gracias por tu ayuda y colaboración.

España es irrevocable. Puntualizaciones al Congreso de Falange Auténtica

Por José Ignacio Moreno Gómez para elmunicipio.es

Los españoles podrán decidir acerca de cosas secundarias; pero acerca de la esencia misma de España no tienen nada que decidir. España no es nuestra, como objeto patrimonial; Las naciones no son contratos, rescindibles por la voluntad de quienes los otorgan: son fundaciones, con sustantividad propia, no dependientes de la voluntad de pocos ni muchos. (José Antonio Primo de Rivera)

Falange Auténtica es una agrupación política de carácter democrático. Acepta que la pertenencia de las personas a un Estado unificado no puede imponerse contra su deseo mayoritario.

En consecuencia, Falange Auténtica acatará el veredicto de un referéndum en el que todos los españoles sean llamados a pronunciarse sobre la continuidad del Estado español. (Ponencia política del 4º Congreso Nacional de Falange Auténtica)

He de comenzar manifestando mis simpatías por los esfuerzos que los partidos Falange Auténtica, FE de las JONS, y otras personas, grupos y asociaciones, aunque no siempre con igual acierto, vienen haciendo para desarrollar y difundir el frustrado mensaje de José Antonio y perfilar con vocación de actualidad su proyecto personalista, democrático, comunalista-sindicalista y de Hispanidad sustantiva y universal. Radicalmente diferente a la basura ideológica y de estilo a la que nos tienen acostumbrados ciertas bandas que, sin pudor alguno, prostituyen los símbolos falangistas.

No obstante, considero que, en esta ocasión, los enunciados y propuestas de Falange Auténtica, en lo que afecta a la unidad de España manifiestan concepciones erróneas acerca de la sustantividad de la propia idea de España en la dinámica histórica y de los propios límites a los que una democracia ha de circunscribirse so pena de devenir en morbosa, vulnerable y suicida.

Se dice en el manifiesto que “la Patria reviste siempre un carácter voluntario y transitorio, aunque no inevitablemente breve. Incapaz de reconocerse en un hecho providencial y dado definitivamente, la Patria está obligada a reinventarse y renovarse cada hora”.

Recuerda esto a aquel plebiscito diario del que hablaba Renan, asumido desde sus extremos más formales. El orteguiano “proyecto sugestivo de vida en común” se encarna en el universo conceptual joseantoniano en una cierta idea de España situada en el logos armonizador del devenir histórico. Es cierto que la historia fluye; es cierto que las naciones y las fronteras están sujetas a mudanza. Pero el destino de la humanidad es un destino de unidad, de igualdad esencial del género humano, de mestizaje y de encuentro en el punto omega de una ciudadanía nueva y meta-histórica. Y en esto y como fruto de siglos de búsqueda de sí misma ad-extra, nuestra quijotesca España tomó ventaja y se definió como uno de los tres o cuatro arquetipos, como uno de los modos de ser en la Historia, que ha alumbrado la humanidad con alcance universal. Por eso dice bien José Antonio que el ser español es una de las pocas cosas serias que se pueden ser en el mundo.

No hablemos, pues, de la Patria abstracta; hablemos de la Patria España, cuya sustancia ha sido definida por la historia, cuyo proyecto no ha de inventarlo cada generación, ni es modificable en su fundamento a voluntad de quienes tomen cada relevo. Es cierto que hay que captar nuevas voluntades para la tarea, no sirviendo la imposición por la fuerza de una idea. Pero esto no es voluntarismo. Es cierto que la historia, la suma de acontecimientos y sobre todo, la batalla que presenten otros, pueden, casi lo han conseguido ya, sepultar hasta el mínimo destello de memoria de ese  proyecto comunal y libertario, católico y de orden auténtico que se llamó España o, mejor Hispanidad. Pero, desde luego, no nos juguemos el ser o no ser de España a la tómbola de un referéndum.

Salvando las enormes distancias entre la situación de Cataluña y de aquella Polonia, y desde nuestra óptica, que no es ni materialista ni clasista, podríamos repetir aquellas palabras de Rosa Luxemburgo:  «la dependencia o independencia de los estados-nación viene determinada no por el voto de mayorías parlamentarias, sino por el desarrollo socioeconómico, por los intereses materiales de clase y, en materia de política exterior, por la lucha armada, la guerra o la insurrección […]. En otras palabras, el pueblo polaco podrá realizar su ‘derecho’ a la autodeterminación solo cuando tenga la capacidad real y la fuerza necesaria para ello, y lo realizará no en función de sus ‘derechos’ sino en función de su poder.» (Rosa Luxemburgo, La cuestión nacional y la autonomía).

A los catalanes habrá que convencerlos de su españolidad, si es que no lo están, en el fondo. A Cataluña habrá que amarla, respetarla y contemplarla en toda su profundidad y extensión de pueblo. Pero el trabajo de desistimiento en su vinculación con España que lo hagan otros. Como seguidores de José Antonio, militantes de una falange que es, con todas las consecuencias, española, debería darnos igual una declaración unilateral que un referéndum de todos los españoles: el ser de España no se improvisa en un acto de voluntad. Habría que relegar, por su falsedad, cualquier actuación en este sentido al último lugar del menosprecio. Ni prestarnos a ese juego ni dar ninguna oportunidad, a favor o en contra de la ley, a tales propuestas. Sólo podríamos asumir una situación de derrota  ante un poder que triunfe y arrolle, pero nunca rendirnos ante un “deseo”.  Y ello no implica, necesariamente, que haya que emprenderla a garrotazos contra los independentistas ni hacerse planteamientos bélicos, como propugnan otros: vencer no es convencer.

Si alguien piensa que las ideas anteriormente expuestas son inaceptables para una mentalidad democrática, contemplen como ya el abate Sieyès, adelantándose a algunos excesos del contractualismo roussoniano,  se apresuró a postular que la soberanía radica en la nación y no en el pueblo, queriendo con ello expresar que la autoridad no puede obrar, solamente, tomando en cuenta el sentimiento mayoritario y coyuntural de un pueblo, que podía ser objeto de influencias o pasiones desarticuladoras, sino que además tuviera en cuenta el legado histórico y cultural de esa nación y los valores y principios bajo los cuales se había fundado.

También en la actualidad, el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de Naciones Unidas afirmaba en 1996 que el Derecho internacional no reconoce un derecho a la secesión unilateral en favor de los pueblos con carácter general y que una excesiva fragmentación de los Estados podría ir en detrimento de la protección de los derechos humanos y la preservación de la paz y la seguridad. El sujeto del derecho de libre determinación, según esta tesis, se define de acuerdo con las fronteras preestablecidas que configuran un Estado. Según la llamada teoría de la infinita divisibilidad, el reconocimiento del derecho con carácter general puede llevar a una progresiva fragmentación del territorio mediante la aplicación de criterios nacionalistas cada vez más estrictos, produciéndose tras cada secesión una nueva secesión. Este efecto se vería propiciado por una atmósfera favorable a la ruptura de Estados existentes y el surgimiento de nuevos pequeños Estados: un fenómeno conocido como «tribalismo postmoderno” o balcanización.

D. Claudio Sánchez Albornoz, historiador eminentísimo, ministro y presidente del gobierno republicano en el exilio, exponía en las Cortes de la II República : “La unidad española radica en algo sustantivo; pese a algunos amigos catalanes que se sientan enfrente, hay una unidad geográfica, racial, cultural, de temperamento y de destino, que nos ata a perpetuidad; pese a las pesadillas de los cerebros torturados de uno y otro bando, no corre peligro la unidad española, primero, porque sólo desean la ruptura de esa unidad una docena de insensatos, y que defienden la libertad de las regiones; después, porque si algún día la pasión cegara de tal manera las mentes de todas las gentes que integran una cualquiera de las regiones españolas que les llevara a un suicidio colectivo, a pensar en una separación de España, las otras regiones no lo consentirían, y, por último, porque si España tendiera algún día puente de plata a la región hostil que no se comportara fraternalmente con otras, todos lo sabéis, la región que atravesara el Rubicón de la ruptura, antes de medio siglo, o tendría que pedir sin condiciones su reingreso en la comunidad española o seria un montón de harapos y de ruinas».

Las cosas han cambiado hoy día, ciertamente y los independentistas catalanes sueñan con estar en Europa, en el gran mercado, sin ser tributarios de España. Y llevan razón si la única perspectiva es la Europa individualista, materialista y capitalista, anglosajona, germánica o latina. Si España dimite de su vocación iberoamericana, espiritual; si estamos dispuestos a ser mera colonia de otras empresas, el viaje hacia Europa no precisa de ninguna alforja española, ni para Cataluña, ni para ninguna otra región. Y esta es la gran cuestión, anterior y causa de muchas de las  que subyacen al problema del separatismo. Aquí, en nuestra política internacional, es donde de veras se está jugando y, acaso, perdiendo ya irremisiblemente, la idea de España.

Casi ya olvidado y traicionado nuestro designio sólo nos cabe la esperanza de otear algún día naves venidas del otro lado del Atlántico para hacernos descubrir nuestro lugar en el mundo. España es irrevocable; José Antonio tenía razón.

José Ignacio Moreno Gómez

Colabora con el periódico digital El Municipio con un donativo para seguir informando con un periodismo combativo en libertad
Pincha en el boton Donar. Muchas gracias por tu ayuda y colaboración.

12 COMENTARIOS

  1. José Ignacio Moreno Gómez:
    Formidable artículo, clarividente y clarificador. Oportunísima la cita de don Claudio Sánchez Albonoz, que en aquella guerra civil quedó del lado republicano; lo que aclara que también en él existieron españoles hasta la médula, además de eminentísimos. Por cierto, crucé alguna carta con este gran medievalista, que vivía en Argentina, a propósito de haberle dedicado un artículo en el Norte de Castilla. Algún día la daré publicidad. Escrita a mano, con rasgos temblorosos como correspondía a sus ya noventa y tantos años. Para mí emocionante. Los artículos que le dediqué están recogidos en mi libro Testimonio y Desencanto.
    Mi enhorabuena, José Ignacio y un ¡Arriba España!

  2. No doy crédito a la ponencia de Falange Auténtica. ¿Someter la continuidad de España a un referéndum? ¿Pero es que nos hemos vuelto liberalMEMÓcratas o qué? Por mucho que se simpatice con la democracia hay cosas que no se pueden someter a ésta. La pervivencia de una nación es una de ellas. El aborto, el racismo, la Justicia Social, la esclavitud o la existencia de Dios son otros buenos y clarificadores ejemplos. Hay cosas que no se pueden habilitar o restringir en función de los votos que tengan. Son o no son, son buenas o malas, independientemente de que la mayoría se oponga a lo moralmente correcto. Y si las urnas sólo van a servir para hacer el mal, más vale que su destino sea la rotura, como diría José Antonio.

    Y lo que sí es “votable» debe asegurar que los electores conozcan la verdad para ser libres a la hora de votar, y muchos catalanes no lo son, ya que durante décadas han sido aborregados en un odio a España que no tiene razón de ser y sí mucho de manipulación, mentiras y mistificaciones. A todos ellos, pues hay que hacerles ver la verdad, para que vuelvan a enamorarse del sugestivo proyecto común que es España. Sin imposiciones. Sin prohibiciones. Sin dictaduras. Sin tanques ni ejércitos. Sin separadores rollo Montjuic. Sólo con la palabra y la verdad.

    Así y sólo así, Cataluña volverá a sentir la españolidad que le ha sido arrebatada.

  3. No solamente de acuerdo con lo escrito porJosé Ignacio Moreno, sino también por por lo de los dos anteriores comentaristas.

  4. Comparto lo dicho por José Ignacio Moreno y le felicito por lo magníficamente expuesto.
    Es obvio que en nuestra filas ha anidado el relativismo neo-liberal. La perdida de la Verdad permanente e inmutable, del sentido de trascendencia, de lo espiritual y lo eterno, de la creencia en definitiva en Dios como valor supremo y permanente sin el cual nada tiene sentido; nos lleva a dar a la voluntad humana todo el poder sobre la Verdad. En consecuencia, Dios, el Hombre, la Patria, la Libertad, la Democracia… El Bien y el Mal…solo existen y se acomodan en cada momento a los intereses y deseos del hombre materializado.
    José Antonio y su Falange querían Pan, Patria y Justicia para todos y sobre todo para que el Hombre trascendiese a la supremacía de lo espiritual. Claro que José Antonio Primo de Rivera y su Falange conocían el camino, sabían que espiritualidad ansiaban y eran o intentaban ser coherentes con ella.
    La Patria España es Eterna e Irrevocable lo quieran o no los españoles de hoy o los del mañana. Votar su no existencia o su existencia es un acto nulo en si mimo y sobre todo contrario a la verdad y toda democracia que contradiga a la verdad se convierte en Tiranía Totalitaria.
    Pienso que los camaradas de FA maduraran su ponencia y la matizaran de acuerdo a la ortodoxia joseantoniana resultando este proceso enriquecedor para todos.

  5. Parece que FA está definitivamente envenenada del ébola demo-liberal y el sarampión podemita

    La línea a seguir sería un término medio entre FE de las JONS y FE-La Falange, ni una cosa, ni la otra

    AE siempre

  6. La Ponencia Política aprobada en el IV Congreso de Falange Auténtica, celebrado a finales del pasado mes de octubre, ha merecido un claro interés en propios y extraños. Los comentarios siempre son bien recibidos, pero hubiera resultado deseable que éstos se repartieran equitativamente entre el conjunto de análisis y propuestas que allí se hacen. Lamentablemente, sólo un capítulo ha polarizado el flujo de las respuestas. En todo caso, es algo que ya habíamos previsto.

    El carácter polémico del documento deriva de su pregunta en torno a cuál sea la mejor forma de superar los desafíos separatistas que amenazan la integridad territorial española, y de su revisión del aparato teórico con que la mentalidad falangista ha venido enfrentando esta amenaza en el pasado.

    Por lo que hace a esta segunda cuestión, los falangistas hemos cometido el error histórico de enfrentar el nacionalismo regional con las herramientas heredadas de un delicuescente nacionalismo español. Tal fue una de las hipótesis de partida de la reflexión congresual de octubre de 2014, y una primera fuente de debate.

    La defensa de la “nación” española discurre por los mismos cauces que la defensa de la “nación” catalana (o vasca, gallega o batueca), porque todos los nacionalismos adolecen de las mismas debilidades: historicismo, esencialismo y sentimentalismo. Resultaría prolijo desgranar aquí una crítica fundamentada de todas las fuentes que alimentan el espejismo nacionalista. Permitámonos, por ello, remitir a la reflexión de Karl Popper, uno de los pensadores más influyentes de nuestro momento histórico, con la esperanza de volver más detenidamente sobre estos mismos pasos en un futuro inmediato.

    Establezcamos, no obstante, que en la lógica de la ideología nacionalista España y Cataluña se entienden en términos de igualdad ontológica. En consecuencia, el nacionalismo español ofrece una línea de defensa claramente improductiva para nuestro sentido del patriotismo.

    Por otra parte, después de más de una década de actividad política, habrían de quedar ya pocas dudas sobre el carácter democrático de Falange Auténtica. Pero la Democracia es una dama celosa. O se acepta que España ha de ser lo que la mayoría de los españoles quiera que sea, o se acepta que España ha de ser lo que una minoría quiera hacer de ella. El dilema es claro: Democracia u oligarquía.

    Aunque sólo fuera por la clara conciencia y recuerdo de los desmanes perpetrados por las elites españolas de todos los tiempos, y a lo largo de nuestra dilatada historia, Falange Auténtica renovaría caudalosamente su compromiso con la mayoría de la sociedad, contra el iluminismo de las pretendidas minorías rectoras. Sin perjuicio de contar con mejores argumentos que alegar, aparentemente desapercibidos en la Ponencia que hoy centra los comentarios.

    Nuestra sincera aceptación de los valores democráticos nos impele a erigirnos en una corriente de opinión mayoritaria dentro de la sociedad española, y a vertebrar todos los mecanismos democráticos para que esa opinión se transforme en un corpus legal efectivo. Una opinión mayoritariamente a favor de los principios y valores que tenemos por capitales, entre los que ocupa una posición predominante la defensa de la unidad de España.

    Pero la mentalidad democrática impone sus propias restricciones. Cabe la posibilidad, cada vez más cercana, de que la opinión mayoritaria se incline abiertamente hacia la desintegración de la unidad española. Un escenario apocalíptico para los falangistas, pero revestido por la legitimidad de los votos.

    Ante esta tesitura, Falange Auténtica cree urgente la necesidad de imprimir un cambio revolucionario a la deriva de la Patria. Una propuesta de refundación española sobre los principios rectores de la Dignidad y Libertad de la persona humana que, en nuestra interpretación, ha estado presente en todos los grandes hitos de nuestro acontecer histórico. Una propuesta de futuro que haga que los españoles quieran volver a sentirse españoles; participar de una empresa común por la que merezca, verdaderamente, trabajar unidos.

    Se puede ensoñar con el perfil de un héroe rebelde al mando de unas huestes armadas que marchen sobre Barcelona; se puede, también, fantasear con la posibilidad de mover los hilos que, en la sombra, manipulan el sentido del voto de la opinión pública menos formada; pero Falange Auténtica proclama que la nueva Patria española no será otra que la Revolución.

    Juan Ramón Sánchez Carballido.
    Ponente del IV Congreso de Falange Auténtica

    • Juan Ramón, ¿no fue José Antonio quien dijo que «si España quiere suicidarse, nosotros lo impediremos»? ¿No fue José Antonio quien dijo que «todo separatismo es un crimen que no perdonaremos»? ¿No fue José Antonio quien impugnó en el discurso fundacional que la permanencia de la Patria o su suicidio se pudiera confiar a las urnas?

      No voy a alargar mucho más la disputa, porque todo lo que usted ha dicho es tan infame y falaz se rebate con lo ya expuesto en el artículo y por nosotros, los que comentamos. Porque con la Patria se está con razón o sin ella, y si el patriotismo español algún día se convierte en minoritario, esa minoría deberá seguir peleando hasta vencer o morir.

      Pero sí le sugiero que su partido deje de llamarse Falange Auténtica, ya que ni es falange, ni mucho menos auténtica, sino socialdemócrata o ultraliberal. Intégrense en algún partido de su amadoo sistema y dejen de estafar a la gente.

    • No. España no puede ser sometida al arbitrido de lo que decida una generación. Es patrimonio de todas las generaciones, sobre todo es patrimonio de las generaciones futuras.
      Hay cuestiones que pueden y deben resolverse por mayoría. Hay ottras que no.
      La voluntad mayoritaria, ni siquiera la voluntad de todos, no puede alterar lo que es moralmente bueno y convertirlo en malo o viceversa.
      Hay muchos, efectivamente, que piensan lo contrario. Pero entre ellos no estamos los falangistas, tampoco los católicos, por ejemplo.
      Los falangistas creemos que España es un bien necesario para la libertad y la dignidad de los españoles, que son valores morales sobre los que se fundamenta el ideario joseantoniano.
      Por esto, no por un sentimiento nacionalista que repudiamos, consideramos innegociable el ser de España.
      El lector abrá deducido, obviamente, que la España que consideramos un bien necesario no es esta España. La España en que vivimos. Hablo de la España donde la dignidad y la libertad de cada hombre pueda realizarse.
      Su ausencia, sin embargo, no nos autoriza a liquidar sus restos institucionales, a destruir su armazón vacío, dejándolo al arbitrio de la voluntad de la generación prresente.
      No sé si estamos en disposición de afrimar lo que ya afirmara José Antonio, no sé si somos capaces de evitar el suicidio de España pero, al menos, no debemos ni podemos ser colaboradores de su voladura.

  7. PIENSO, QUE CUANDO SE PIERDE EL NORTE, UNO SE DEDICA A VAGABUNDEAR POR LA FERIA DEL MUNDO, PARA VER UN NUEVO NORTE EN CUALQUIER FANAL O FAROLA QUE NOS DESLUMBRA…OLVIDANDO EL NORTE Y QUE EL SOL SALE SIEMPRE POR EL ESTE Y SE PONE POR EL OESTE…. SI SE OBVIA Y SE DA VALOR A LOS QUE DICEN QUE TODO SE PUEDE CAMBIAR EN CADA MOMENTO POR DECISION DE LA DEMOCRATICA MAYORÍA…PUES DESDE EL MISMO DIOS HASTA EL MISMO SER HUMANO Y SUS DIGNIDADES SON POSIBLES DECISIONES DE LAS MAYORÍAS… CUANDO LA VERDAD NATURAL E INMUTABLE ES LO QUE HAY DESDE SIEMPRE…. LA PATRIA ES SIEMPRE INDECTRUCTIBLE E INSEPABLE, PUEDE SER ATACADA, DESCUARTIZADA, PERO TDOO ESO CONTRA LA VOLUNTAD DE LOS PATRIOTAS… Y QUIEN LA ATACA, Y LO PONGO COMO SIMIL, VIENE A SER COMO UN VIRUS QUE SE INTERNA, SE IMPLANTA Y DOMINA AL ORGANISMO HUESPED PARA HACER CON ESTE LO QUE QUIERE… POR ELLO, SI FA TOMA ESTO COMO CONSIDERACION, SI PIERDE SU VISION DE PATRIA COMO LUGAR, SUELO Y MATERIALIZACION DE LA IDEA DE LA NACION, PUES SU RAZON DE SER FALANGISTA LA PIERDE, PUES SIN PATRIA, SIN DEFENDER LA UNIDAD DE LA PATRIA, SIN RECHAZAR EL POPULISMO DE DEJARSE IR AL QUE SE QUIERE IR A SU PROPIA FERIA, PERO CON LOS BIENES QUE GENERACIONES DE ANTEPASADOS HAN IDO AJUNTANDO PARA FORMARLA, COMO UN HIJO CRAPULA Y PRODIGO … PUES COMO DECIA ANTES, FA HA PERDIDO SU ESENCIA DE FALANGISMO, DE JOSEANTONIANISMO E INCLUSO DE NACIONAL SINDICALISMO … PUES SIN PATRIA, LOS TRABAJADORES NO TIENEN LUGAR DONDE PRODUCIR, DE DONDE SACAR SU SUBSISTENCIA, POR LO QUE … CONSIDERO QUE LA DIRECCION DE FA, DEBE TENER LA HONRADEZ DE CAMBIAR SU NOMBRE Y USAR EL DE «DEMOCRACIA AUTENTICA» O EL DE «AUTOGESTION DEMOCRATICA» … UN SALUDO…

  8. Bueno, por lo que veo sigue habiendo gente que no sabe leer bien, y a las primeras de cambio y como unica arma se dedica a menospreciar con argumentos que rayan en el insulto, si no lo son, las opiniones de otros,,,,, y como no a tergiversar nuestras palabras y llegar a decir lo que no hemos dicho….asi nos va.

    Como norma solo suelo responder a las personas que van de cara con su nombre, y no se ocultan bajo un nick, en este caso y por ultima vez hago esta excepción.

    Gracias a aquellos que se expresan sin ningun temor bajo su nombre y apellidos, por sus consejos y sus criticas que entiendo estan realizadas con la mejor de las intenciones y de los cuales intentaremos aprender, como siempre.

    Por ultimo yo le diria a Alce Rojo, que no por gritar mas (mayusculas en internet) uno tiene mas razón, al reves, algunas veces esa postura nos hace perder la RAZON.

    saludos

  9. No quería entrar en esta discusión, donde unos descalifican alegremente a una persona, a un camarada, o a un partido y, creo que son algunos que no han leído bien la ponencia o no han leído nada. El trabajo que ha hecho nuestro camarada Juan Ramón Carballido, un intelectual como la copa de un pino, proclama por más de quince veces la irreversible voluntad de FA en defender la unidad de España. y pone blanco sobre negro el absoluto rechazo a la secesión de Cataluña, pido que se estudie la Ponencia en su totalidad, y repite hasta la saciedad nuestro compromiso por una España una, si puede ser grande, y siempre libre. Nada hay en la ponencia que implique un abandono de esta Patria histórica, lo que apunta la Ponencia, es que en caso de que la tragedia del separarismo influya negativamente sobre el concepto de Patria, tragedia que se podía extender por desgracia a otras comunidades, quizá una formula para evitar una sangría territorial fuera la pregunta a todos los españoles, como modo de evitar el drama de sentir una España rota en pedazos, de como quisiéramos que fuera España, haciendo desde ya mismo, una labor de preocupación y entendimiento, de pedagogía española, que impida efectivamente que se reproducción situaciones como la catalana o la vasca. Por favor nadie ama más a nuestra patria QUE NOSOTROS, Pero no nos gusta los dogmas inmovilistas, más allá de nuestra fe en Dios, y en la vida.

  10. Solo quiero añadir una cosa, las intervenciones de FALANGE AUTENTICA veo que son respetuosas, no descalifican a los demás, ni sacan el famoso falangistómetro. Fíjense si viéramos lo demás, a agárranos a esos aspectos por los que otros pudiéramos decir que no son falangistas. No es esa la vía de ni de nuestro estilo a mi entender. Y menos del fin que se ha de pretender con la acción política

    Para bien o para mal. Para los aplausos o los reproches, ante todos por igual, FALANGE AUTENTICA es una organización soberana, y toma las decisiones que honestamente cree mas conveniente para construir un Destino Común, sin el que la Patria es una mera entelequia,. SIN n olvidar que la PATRIA, son fundamentalmente las PERSONAS portadora de esos valores eternos, que si no se practican, por y para las Personas, no tendremos PATRIA. Máxime si aquellas carecen del PAN suficiente, como para poder mirarse dentro, y mirar en el interior de los demás, no viendo al otro como el que le disputa el mendrugo que el necesita para vivir mañana.
    No supone renunciar a nada el convencimiento de que nuestras ideas, hoy no se imponen con la espada, ni con el fusil, ni siquiera con el poder, sino con el convencimiento que imprime en la conciencia colectiva la autoridad,. Y en el contexto histórico que nos toca vivir, esto solo se puede hacer haciendo mayoritaria nuestras lucha, imperando…….

    Un saludo.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí