Antonio Miguel Carmona, doctor en Economía y diputado de la Asamblea de Madrid, aúna todos sus esfuerzos para conseguir ser el alcalde de Madrid, una ciudad que quiere convertir en la «capital del español en el mundo”. Defensor a ultranza de la unidad de España, ondea la bandera de la sanidad pública y de la bajada del IBI para conseguir el apoyo de todo los madrileños en un tiempo demasiado convulso para el PSOE. Él, por el contrario, dice que prefiere “no entrometerse en asuntos internos” para dedicar su labor a todos los madrileños.
La Gaceta – ¿Cómo se definiría en este momento Antonio Carmona a los votantes que empiezan a pensar a quién votar en las próximas elecciones?
– Soy de centro, español y con treinta años cotizados a la Seguridad Social. Quiero llevar al Ayuntamiento de Madrid el sentido común. La gente me para por la calle, muchos de ellos del Partido Popular, y me aseguran que me van a votar a mí. Ven la opción de centro y moderada.
– ¿No ha temido hipotecar su futuro con el de Tomás Gómez?
– Todas las encuestas me dan el Gobierno municipal. Es la primera vez que los votantes no van a votar a las marcas sino que van a ver cuáles son las propuestas y si el candidato les da confianza. Van a tener la pericia del relojero, por eso soy tan optimista.
– Puede ser porque lleva una campaña desenfrenada…
– Será porque no soy político. No he dejado de trabajar en la empresa privada y seguiré haciéndolo.
– Y también le gustaría ser el secretario regional en Madrid…
– Creo que hay que ordenar el PSM. Pero mi prioridad ahora mismo es la alcaldía. Con la confianza de los madrileños gobernaremos la ciudad y haremos cosas importantes.
– ¿Pero le da tiempo a dormir?
– No. Duermo sólo cuatro horas al día y no lo digo presumiendo.
– Y aparte de su labor, siente por parte del PSOE el apoyo que también le otorgaron cuando lanzó su candidatura en el hotel Ritz justo el día antes de que Sánchez se saliera de la línea de flotación…
– Si. Soy el primer candidato que tiene el respaldo de todos, de la dirección federal, regional y de los militantes. El primero en los últimos 25 años.
– Justo ese día también puso las dos manos en el fuego por Tomás Gómez.
– Y llevaba yo razón, porque al final todo el mundo ha reconocido que Tomás Gómez es una persona honesta.
– Entonces los motivos que César Luena expuso para justificar el cese de Tomás Gómez, el declive de la imagen el partido y la inestabilidad orgánica, fueran una excusa para no hablar de cuestiones electorales…
– No recuerdo esa frase. No estoy metido en asuntos internos. Mi único cometido es no salir de Madrid y no me meto aposta en estas cuestiones para poder dedicarme exclusivamente a los madrileños. Cada minuto que invierto en ello me hace perder tiempo para mi cometido.
– ¿Está desencantado con su partido?
– No, al contrario. Vamos a gobernar el Ayuntamiento en Madrid.
– ¿Quién cree que puede ser su pareja de baile de camino a las elecciones?
– Cualquier persona que elijan desde el partido será bienvenida. Lo importante es dedicarnos a los ciudadanos y que no sufran una sangría pagando una plusvalía que es abusiva y confiscatoria para los madrileños. Mi dedicación es plena hacia ellos. De hecho, pondré mi cargo a disposición si no cumplo con una de mis promesas: bajar el IBI. Además, voy a tener un gran equipo de asesores y quiero decir que hay 305 cargos de designación política y 250 asesores, y deberían ir haciendo su currículum, porque no le voy a pagar su salario con el dinero de los madrileños.
– El Partido Popular aún no ha presentado a su candidata. ¿Cree que puede ser Esperanza Aguirre?
– Ojalá fuera Esperanza Aguirre. Sería como discutir entre el pasado y el futuro. Quedan 70 días, han perdido las elecciones y aún no lo saben pero espero que despierten. Va a ganar una opción de centro representada por mí.
– ¿No le da miedo Aguirre?.
– En absoluto, quienes tienen que tener miedo son los responsables de la corrupción en Madrid. Hay muchos interesados que están deseando que pierda Esperanza, por eso la animan a presentarse. Yo me llevo muy bien con ella, pero me parece humillante ver a una persona arrastrarse para ser candidata.
– Aun así, las encuestas a las que se remite constantemente no le dan mayoría absoluta. Llegado el momento tendría que pactar.
– No voy a pactar ni con el PP ni con nadie. Yo pongo encima de la mesa mi programa y quien quiera votar un proyecto sólido, bajando el IBI y reduciendo las multas entre otras propuestas, que lo haga. Si no seré jefe de la oposición y continuaré en la universidad. No soy de los que coloca la diana por donde pasa la flecha. Vivimos en una época en la que los cargos públicos intentan ser importantes antes que útiles. Yo no necesito ninguna trascendencia a nivel público, tengo muy bien cubierta mi vida privada.
– ¿Qué es lo que más teme de la política?
– La corrupción, pero sobre todo la impunidad. Lucharé contra ello de forma muy contundente. El concejal que esté dentro de la corrupción no tiene kilómetros para correr. Voy a crear una oficina antifraude regentada por un magistrado y que investigará las relaciones económicas de los alcaldes y de todos los concejales.
– ¿Y cómo madrileño que teme?
– La negligencia. Pero vamos a luchar por convertir en Madrid en la capital del español en el mundo. Prometo que todo lo que se ha hablado de Cataluña en los últimos ocho años se hablará de Madrid en los próximos.
