Un artículo en agradecimiento a Sergio.
Ni derechas ni izquierdas. Fue uno de los lemas joseantonianos, repetido por el fundador falangista desde los inicios de su vida pública. Pero fue un gran error. También dejó escrito su negativa a la existencia de los Partidos políticos, y fue otro inmenso error; en otra ocasión, habló sobre el Estado totalitario, y aunque fue con toda seguridad, mal interpretado por sus enemigos pues José Antonio se refería que ese Estado beneficiase a todos sus ciudadanos, como así lo exponía Adolfo Muñoz Alonso, en su libro “Un pensador para un pueblo”, no fue sino otra equivocación que, aun después de muchos lustros, todavía seguimos pagando muchos de sus seguidores, y líbreme el Señor, de nombrar a mi admirado Pedro Conde. Ahora bien, José Antonio pronunció o escribió esas palabras en un contexto social y político en descomposición, sumido el país en una situación de caos, desorden, injustica y crimen -político y no político-, que estremecía las instituciones y las calles de España. Resultaba casi lógico que en aquellas circunstancias, alguien, el mismo Líder falangista, dijera cosas así, más aún cuando los falangistas estaban siendo carne de cañón para una masa de revolucionarios callejeros.
Pero ocurría en aquel esperpento, peligroso, de nación, donde todo podía pasar. Y la Historia hay que comprenderla en su contexto temporal, tal cono enseña el maestro Vives. Y sin embargo, esa frase de ser de derechas o ser de izquierdas es ver a la sociedad con un solo ojo (versión libre de las palabras de José Antonio), no se sostiene en lo más mínimo, y creo sinceramente que Ayala, Unamuno, Ortega, el mismo Azaña, Machado, Araquistaín, Bestéiro, y tantos intelectuales españoles de la época; nos referimos también a los Gil Robles, Lerroux, etc. de tuertos no tenían nada de nada. Eso ha servido para que demasiados azules, disculparan su indefinición política. A esto, se añade el hecho de acabar la dichosa frase con un “estoy enfrente”, de parte de buena gente, pero que al fin y al cabo parece una banalidad. ¿Enfrente de quién, de la derecha, de la izquierda, del centro… de quién? No Hay respuesta adecuada, porque decir que se está enfrente de de la injustica, de la pobreza, o del crimen, es una obviedad, porque todos aseguran querer lo mismo y ¿quién tiene la verdad absoluta, solo nosotros? Desde luego yo me niego a no ver en “los otros” al menos un mismo deseo de mejora. No vamos aquí a ser exegetas de los textos de José Antonio, pero él mismo, ya apuntaba que”si el socialismo, por ejemplo, no se hubiera descarriado, él no tendría porque haber fundado la Falange” (más o menos, que no quiero pecar de pedante). Más en el fondo significa conceder a esa ideología, y al partido que lo representa, una justa y urgente justificación.
Recuerdo ahora, las conversaciones que con este tema teníamos en tiempos de Narciso Perales en la vieja calle del Pez, 21, o en su visita a Murcia, Cartagena o Cieza, en la primeras elecciones democráticas, en donde todos rezumábamos un viraje a la izquierda, y que los medios de aquel tiempo nos reconocían, como medio eficaz, casi único, para diferenciarnos de la “derecha franquista-movimientista”, que siempre ha sido un freno para la Falange. Como recuerdo las similitudes que otros camaradas ponían sobre la mesa política, Cantarero, Rodrigo Royo, Dionisio Ridruejo, etc., ¿o es que ellos también se habían quedado tuertos? Luego, está aquello tan manido de no queremos la democracia de partidos, ni por supuesto los partidos, que nos colocaba de nuevo en el limbo; cierto que ahora, algunos del mundo azul, pregonan no ser enemigo de su existencia pero, la verdad, siempre con alguna reserva que pone en duda su sinceridad. Personalmente, siempre advertí, a través de un viejo profesor de formación del Espíritu Nacional, la famosa y desacreditada FEN, que aquella negación supondría un verdadero lastre para la Falange, idea que me lo avalaba un magnífico artículo, estudio, del Ex Profesor Universitario de Filosofía del Derecho, Alberto Montoro, que hizo un hermoso trabajo sobre la imposibilidad de excluir a los Partidos Políticos entre las naturales asociaciones de los hombres y mujeres de un lugar, o de un país. Esa teoría, Es decir, la contraria, estaría mal que bien justificada en tiempos de desintegración social, pero que aparte de que esto no se da en nuestra democracia, ello conduciría a una situación de dictadura, y a nosotros definitivamente nos apartaría de la acción política, y creo, que somos políticos y debemos de ser demócratas. Posicionarnos en un criterio ecléctico es, se diga lo que se diga, excluirnos de la democracia.
Luego queda lo del totalitarismo, que es igual a partido único, que es igual a lo que la gente considera como Régimen fascista y que, aunque la mayoría de nosotros rechacen esa fórmula, aún queda algún que otro nostálgico de herencias pasadas, que continúa con el mantra de un partido, un caudillo. Algo que José Antonio ya denunció, por ejemplo, cuando dijo de sí mismo, que él no servía para ser un “Caudillo”. En definitiva que por razones de pura filosofía política, y partir de un modo especial de análisis, puramente estratégico, ni Falange, ni nosotros como falangistas, hemos de mantener esos “mantras”, que nos descalificarían para toda la vida. Hay quien como yo, defendemos una izquierda no marxista, en absoluto materialista, para ubicarnos en el mundo real que nos pide quiénes somos, y donde estamos. Para terminar, pienso que hay muchos más argumentos para borrar esa primeriza consigna de no ser de derechas ni de izquierdas, pero quizá no sea este al Foro posible, pero al fin, alguien, a pesar de que lo crucifiquen -políticamente claro-, puede defender que en absoluto está de acuerdo con ellas-esas dichosas palabras.
Eduardo, muchas gracias, es para mi un honor que usted me dedique un artículo como gratitud por mis comentarios. Que quiere que le diga, que chapó, usted es un falangista de 5 estrellas. Resulta no solo posible sino imprescindible identificar a José Antonio con una izquierda mucho más avanzada que el marxismo. Me encanta leerle que José Antonio se equivocó en algunas cosas ¡por supuesto! es lo mismo que cuando Josele Sánchez dice estoy de acuerdo en mucho con J.A. pero no en todo. Se ha creado un mito con José Antonio y parece que sea Dios, un ser infalible que nunca se contradijo o que nunca se equivocó en su vida. Pensar en un J.A. humano, «el pensador político mas importante del siglo Xx junto a Carlos Marx» que dijo Josele en la entrevista que le hizo El Municipio, es más productivo políticamente y tal vez más leal que permanecer inamovibles en pensamientos y actitudes que no conducen a nada. Por favor, júntese con su amigo Josele Sánchez, con Pedro Conde, con Tuñón de Aza que es nada menos que el presidente de la Fundación José Antonio, con Ceferino Maestu qu en su última entrevista dice que la Falange ya no es un medio válido para transformar la sociedad y que J.A. Hoy no estaría en Falange y publiquen un documento donde se revise la doctrina joseantoniana para el siglo XXI. Muchos les atacaran, otra vez, despiadadamente. Pero a lo mejor otros muchos encontramos argumentos con solvencia intelectual con los que movernos, como joseantonianos, en la España de hoy. Otra vez muchas gracias por su deferencia