José María Aznar volvió a convertirse en el protagonista de la campaña a golpe de frases lapidarias. «Si hay un voto útil, ese voto está aquí y nada más que aquí», proclamó en Logroño, desdeñando al resto de formaciones políticas que concurren a los comicios de la próxima semana. «El PP es el partido de la mayoría de los españoles, el de las clases medias», resumió, dirigiéndose una y otra vez a los votantes descontentos, a los que dijo comprender. «Si queremos volver a la cola, dadle el voto al PSOE o a quien quiera apuntalarlo», añadió Mariano Rajoy, que se mostró en Palma más enérgico que en otras ocasiones.
LD / El expresidente del Gobierno ligó «el futuro del PP» con el nuevo contratoplanteado a los españoles el martes pasado en Zaragoza. «Yo también quiero ayudar a forjar ese compromiso», se ofreció, sin citar en ningún momento a Rajoy. «Hagámoslo juntos de nuevo otra vez», insistió en presencia de su amigo Pedro Sanz, que necesita -según Génova- «un puñado de votos» para revalidar la mayoría absoluta.
El objetivo de Aznar fue tratar de recuperar a los descontentos. Se dirigió «a los que dudan y se puedan sentir decepcionados», y reconoció que pueden estar cargados de razones. Pero «sinceramente, queremos que sigan con nosotros» porque «son necesarios para cambiar lo que hay que cambiar e indispensables para saber en qué nos hemos equivocadosin renunciar a lo mucho que se ha hecho bien». Y se incluyó en el proyecto.
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Al PP, Aznar le exigió «no bajar la guardia en la exigencia con nosotros mismos y mantenernos bien alerta». Y se envolvió en la bandera del patriotismo y la defensa de la unidad de España, apuntando indirectamente aquello que se ha descuidado. «Claro que soy exigente, exigente con nosotros mismos. Es nuestra responsabilidad y por eso pedimos la confianza de los que están aquí», se reafirmó en otro momento de su intervención, que siguieron cerca de 1.500 personas -llegados, en algunos casos, de localidades aledañas-.
Partiendo de esta base, articuló una dura crítica contra el resto de partidos, con Ciudadanos -aunque sin citar expresamente- en el centro de la diana. Para empezar, afeó a Albert Rivera que sólo quiera a políticos jóvenes -cosa que él mismo matizó-. «Hacer política es hacer las cosas bien», le contestó. «En estos tiempos hacen falta certezas, convicciones y seguridades. Lo de tener las claras las cosas es bastante conveniente», continuó, en relación a los últimos charcos que ha pisado el líder de Ciudadanos. Y dijo ver con «extrañeza» que «ahora es un mérito que no se conozca a los candidatos» o «presentarse a las elecciones diciendo que no eres político».
La Fundación FAES, que él mismo dirige, avisaba apenas un día antes de que Ciudadanos pretende «acabar» con el PP. En palabras de Javier Zarzalejos, su secretario general, «hay una lógica de poder» que sitúa a los de Rivera «en rumbo de colisión» con los populares.
Así, según repitió Aznar en Logroño, aumenta su «convicción» de que el 24M no puede ser recordado como «las elecciones del populismo, de los aprendices de brujo, ni de los que quieren la ruptura».Como colofón, el ataque al PSOE: «Cuando gobierna la izquierda funde el país, y luego viene el PP a arreglarlo. Alguna vez me gustaría recibir una herencia mejor», planteó, siempre sin abandonar la primera persona del plural.
El difícil paseo de Rajoy
Mientras, en Palma de Mallorca, Rajoy vivió su paseo electoral más difícil. A diferencia de en otras ocasiones, se vivieron momentos de tensión y los integrantes de la comitiva del PP apretaron el paso. Unos 40 jóvenes -según la agencia EFE– custodiados por la Policía corearon gritos de «yo quiero mi sobre» o «en Mallorca en catalán». «Tic-tac, os queda poco», le dijo un viandante al presidente mientras otro le llamó «asesino». A pesar de ello, también recibió el cariño de varios personas, que se quisieron hacer fotos con él.
«Vamos a poder hacer muchas más cosas y vamos a seguir creciendo si no cambiamos la política y si aprendemos que hay cosas que están bien y otras, como muestra la historia, no funcionan», defendió Rajoy ya en el mitin, que fue el más multitudinario en lo que llevamos de campaña -más de 4.500 simpatizantes, según la organización-. Ante José Ramón Bauzá, se comprometió a un nuevo sistema de financiación. «Ahora se puede», reiteró recibiendo una ovación.
También bromeó o sobre quienes dicen que no comunica bien o no tiene empatía. «Con vosotros comunico bien y soy empático, pero ser empático con todos y comunicar con todos viendo lo que hay requiere ser un héroe y ahí yo ya no llego», dijo socarrón. «Así que ya sabéis, vamos a comunicar bien, a ser empáticos y sobre todo a seguir creciendo y crear empleo que es de lo que se trata y lo que sabemos hacer como ya hemos demostrado muchas veces», remató Rajoy. Según sus estrategas, la campaña «está yendo bien».