La portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, volvió a justificar ayer su participación en el asalto a una capilla de la Universidad Complutense en 2011: «Fue una forma bastante clásica de la movilización social». La concejala del Ejecutivo de Manuela Carmena ha reiterado esta semana que no piensa dimitir a pesar de estar imputada y de que pese sobre ella una petición de un año de cárcel por parte de la Fiscalía. En su estreno como portavoz municipal, Maestre quitó hierro a la polémica y afirmó que se trató de una «protesta pacífica en favor de la laicidad en las instituciones públicas, como las universidades». Preguntada por si haría ese mismo de actos en una mezquita, Maestre negó que la protesta obedeciera a una especial fijación contra la religión católica: «No era contra una confesión concreta sino por el uso de un espacio público en un Estado aconfesional para cuestiones no académicas y que se produjo en un momento de mucha expresión y participación, mientras que ahora está abierto el cauce de la protesta y de las instituciones».
Este argumento no termina, sin embargo, de convencer a algunos a colectivos como la Asociación Española de Abogados Cristianos, que lanzó ayer una recogida de firmas a través de la plataforma Change.org para pedir la dimisión de Maestre.
Al cierre de esta edición, la iniciativa contaba ya con más de 17.000 adhesiones. Esta asociación defiende que «la cabecilla de ese acto aberrante fue Rita Maestre» en calidad de «líder de la agrupación que orquestó la profanación de la capilla». Lamentan que esta persona sea ahora «concejala en el Ayuntamiento de Madrid, y su sueldo se lo estemos pagando todos los españoles». Los abogados cristianos exigen a «Manuela Carmena, líder de Ahora Madrid, el cese de Maestre».
En su comparecencia de ayer, Maestre sugirió que, con perspectiva, posiblemente haría la protesta de otra forma. El objetivo de la portavoz de restar importancia al proceso judicial en el que está imputada también contrasta, por ejemplo, con los datos de la Diócesis de Madrid, según la cual tres millones y medio de madrileños son católicos.
Envuelta en esta polémica, Maestre cerró ayer su primera semana como portavoz con su debut en la rueda de prensa posterior a la reunión del Ejecutivo. Durante las más de tres horas que duró la junta, Carmena y su equipo comenzaron a perfilar el adelgazamiento de la administración local, que podrán presentar en dos semanas: «Nos llevará tiempo hacer una estructura racional y eficiente». Sobre el estado de las cuentas del consistorio, Maestre tuvo palabras positivas hacia la herencia recibida de Ana Botella: «El concejal de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez, está realizado las primeras averiguaciones y, aunque es necesario profundizar, las noticias no son tan malas como esperábamos». Y añadió a este respecto que «con una cierta reestructuración presupuestaria, que en principio no plantea demasiadas dificultades, ya que parte del Presupuesto no se ha ejecutado aún, podríamos hacer más cosas de las que pensábamos».
Información ofrecida por el diario La Razón.
Menuda representación tiene España. ….