Por Eduardo López Pascual para elmunicipio.es
Reconozco, de entrada, que la situación y actitud de los dirigentes griegos, no ofrece ninguna seguridad ni financiera ni política al uso, más agravado cuando los Syrizas de Atenas, han cogido la mano de grupos y partidos, o a la inversa, de muy poca fiabilidad. Si acaso peor todavía cuando nos enteramos de que los neonazis de Amanecer Dorado, han decidido apoyar a los Varufakis y compañía. O sea, hay un panorama muy complicado en la Grecia de los amigos podemitas españoles. Esto no se puede negar, y que aparentemente, los responsables griegos de hoy, vienen utilizando una estrategia de duro enfrentamiento a los poderes económicos y capitalistas de la Europa del Mercado Común, del dinero y los bancos, como única voz capaz de luchar por todos los medios a su alcanze contra la también aparente condescendencia de la Troica, incluido el FMI, en su afán de conseguir para EL PUEBLO HELENO, mejores condiciones de vida para el país de las mil islas.
Reconozco que es una situación muy difícil, en la que los ciudadanos de allí, se ven envueltos en una tesis de cajeros cerrados, de bancos sin abrir, de “Corralitos” indeseables- esto es incapacidad de retirar fondos propios, salarios, pensiones, etc., por culpa de las oficinas impávidas (insensibles), de los centros bancarios, simplemente por falta de reservas, de euros, negados por la troica según la filosofía aprobada.
Yo no voy a aplaudir todas las formas en que Grecia lleva a cabo sus conversaciones con los amos del dinero, que acaso tuvieran otros modos de hacer las cosas, yo no voy a justificar los excesos “politizados” de los gobernantes del partido de la izquierda que gobierna a los griegos, yo no puedo quedar inerte ante los dramas que sin dudar sufre el pueblo descendiente de Pericles y Aristóteles, pero pienso -desde lo más hondo de mi mente y corazón-, que debo de estar al lado del más sufrido, del más débil, del más pobre, tal es nuestra filosofía, y en este caso lo tengo muy claro. Me pongo junto al pueblo griego y junto a quienes con enorme peligro y consecuencias políticas, como son los de Syriza, aun con todas sus contradicciones, pretenden defender a su pueblo necesitado. Por una vez, pido a los amigos y correligionarios, que vayan a fondo del asunto, Aún más. deberíamos -gente como uno mismo-, despertar conciencias a favor de ese pueblo tan castigado. Al menos, esa dignidad en nombre de una nación tan explotada y tan dependiente. Una país que, los números son los números, estará endeudado hasta las cejas por varias generaciones, por muchas, y este sentido, permitid que por una vez, estemos al lado de los débiles, y dejad incluso que nos equivoquemos, pero que caminemos junto a los hombres y mujeres de un país cercado.
(Por una corriente de izquierda falangista demócrata y humanista).
Estimado Eduardo: antes de nada, tengo que agradecerte tu esfuerzo por abrir y estimular interesantes debates. Después, aún estando de acuerdo contigo en parte, no podría ser de otra manera, puesto que el primer impulso que nos mueve a los falangistas es el de la justicia social y el favor a los más débiles, se viene demostrando desde que existen las «democracias» liberalmarxistas que no basta con presentarse a unas elecciones, ganarlas y conseguir el poder político; que es el pueblo el que tiene que estar sustentando un proyecto social y político no solo con el voto sino participando de las tareas del Estado y asumiendo la finalidad del mismo, ha de tener conciencia clara, coraje y visión de su destino común; entonces estará dispuesto al sacrificio y a la consecución de altas metas, de esta manera será vencedor e invencible, será David.
Desgraciadamente y a día de hoy, lo que sucede es que los pueblos se han convertido en masas amorfas fagocitadas por la manipulación, la ignorancia, el individualismo, el egoísmo, los mass media, el materialismo, el hedonismo, el relativismo y una comodidad muelle que los vuelve temerosos. Como volubles veletas son presas fáciles de unos y otros vientos. Del odio y el resentimiento que siempre han manejado hábilmente los bolcheviques y del miedo al caos y al desorden que enarbolan los liberalcapitalistas. Son tristes víctimas de sus veleidades caprichosas y se entregan al mejor postor que halaga sus angustiados oídos solo con la esperanza de que les devuelva a la orgía materialista y consumista de hace unos pocos años. Por todo esto, no me canso de propugnar que nuestra primera tarea ha de ser la de devolverles su dignidad y libertad, como pueblos y como personas individuales. Esta es la labor más ardua y lenta, pero ha de ser la primordial y fundamental. Es absolutamente necesario devolverles su historia, los verdaderos valores basados en el cristianismo, el sentido del bien común y la fe en un destino universal. Sino y mientras tanto, podemos seguir esperando sentados las sucesivas elecciones y referenda, será más de lo mismo…David, no con pies de barro, sino de arena.
Por cierto, recordarte, como siempre, que no hay Falange de izquierdas ni de derechas, Falange solo hay una.
Un saludo afectuoso.
De acuerdo con lo que razonas, Luis. Pero estas en este mundo, y en esto llegan momentos en que hay que posicionarse. Clao que falange solo hay una, pero creo y defiendo que hay que situarla, solo eso. Y desde luego, ante que ponerme al lado de los banqueros y capitalistas de Europa, prefiero estar al lado de los pueblos. Como el griego. Aunque me equivoque.Y pienso además que es bueno que exista una Corriente de Izquierda falangista (CIFA), No hablo de partido, sino de compromiso. Un abrazo Luis.
Eduardo: los falangistas siempre hemos estado posicionados del lado de los pueblos, por supuesto, nunca del lado de banqueros y capitalistas porque somos anticapitalistas, pero tampoco del lado de marxistas y bolcheviques porque no somos materialistas, aspiramos a los valores eternos de la persona(dignidad, libertad e integridad) y a las altas metas del espíritu. Por eso nuestro camino es solitario, ambos, liberales y marxistas son materialistas y capitalistas(individualistas y de propiedad privada unos, y colectivistas y de propiedad estatal otros). Me sorprendo a mi mismo teniendo que recordar cuestiones tan elementales para nosotros. Vivo en este mundo, con los pies muy afianzados en el, precisamente por eso y porque conozco muy bien la confusión y la mixtificación reinante, se hace absolutamente necesario dejar las posiciones doctrinales muy claras. Que tu inclinación personal es la de hacer hincapié en las cuestiones sociales, pues me parece magnífico, hay un inmenso campo para trabajar sobre ello y te aplaudo. El peligro está en recurrir a calificativos de izquierda y derecha que desvirtúan nuestra doctrina y además crean más ambigüedad, confusión y división de los que, por desgracia, venimos padeciendo desde hace ochenta años.
Un abrazo para ti también.
Sin ánimo de controversia. Luis, precisamente por defender tu tesis, tu posiciòn respecto a la Falange, es por lo que yo creo -y lo creo firmemente-, que la Falange está donde está.-Mira donde estamos después de ochenta y dos años, más o menos.
Un abrazo.
Eduardo: no temamos a la controversia entendida como diálogo y debate políticos constructivos donde se confrontan ideas y argumentos, que en nuestro caso, no tienen porque ser totalmente irreconciliables ni opuestos. Estamos así después de ochenta y dos años precisamente por no haber dado fe y testimonio de lo que en un origen fuimos y de lo que el resto del tiempo tragamos y aceptamos, impuesto desde instancias que se adueñaron de la cúpula de nuestro movimiento y que respondieron a intereses ajenos a nuestra auténtica doctrina y planteamientos; el resultado ha sido, de cara al interior, la división y el conflicto permanente, con el consiguiente debilitamiento y confusión provocados de cara a nuestra sociedad. Nunca he estado en contra de las corrientes, muy por el contrario las he propugnado entre mis camaradas. Lo que nunca he aceptado son las camarillas ni las conspiraciones que pretendan la hegemonía, y menos aún de las camarillas burocráticas o «aparatchik» que tanto daño han causado y siguen causando. Los distinto ángulos desde los que se puede ver nuestra doctrina creo que son constructivos y enriquecedores para nuestro movimiento y siempre dentro del permanente diálogo. Creo haberte pedido, por lo menos una vez, que nos expliques en concreción esa visión tuya de esa «corriente de izquierda falangista», seguro que no es tanto lo que nos separa. Ya sa sabes lo que dijo Jose Antonio de la necesidad en su momento del nacimiento del socialismo, pero sabes también que solo como tal recibió una crítica demoledora por su parte. El nacionalsindicalismo asume en su doctrina todo lo que es digerible para la verdadera justicia social y para la unidad de España; hasta ahí perfecto, ya se pusieron los límites en su momento. Ahora bien, si me estuvieras hablando de una aproximación distinta a esta, es decir, a lo que ha supuesto la izquierda histórica y lo que supone la presente, es donde te diría que entre nosotros no podría existir un punto de acuerdo. Insisto y te ruego, por tanto, que te explayes. Y podremos seguir manteniendo controversias, polémicas, debates, diálogos, diatribas, confrontaciones…como lo quieras llamar.
Un abrazo.
Perfectamente entendido el mensaje,me temo que en estos tiempos que corren a gran velocidad nos acercamos a una encrucijada hitórica,o seguir con un sistema capitalista occidental que ha sido hegemónico durante cinco décadas o ir girando hacia posicionamientos mas democraticos,de vuelta a la soberanía politica económica,o al menos,de vuelta dentro de lo posible.
Ni la izquierda mas radical que puede ser Syriza en Grecia esta planteando ninguna revolución ni siquiera acabar con quienes quieren ver a este país,cuna de la democracia de rodillas,los miles de suicidios y el enorme dolor les son indiferentes a los grandes magnates de la economia mundial ni a asus organizaciones pseudo-politicas-FMI-BM-etc…
El primer error y el ultimo de la falange fue no saber ni tener la convicción y potencia suficiente para encauzar aquella república hacia destinos nacionales y de unión de los españoles,hacer en aquellos años un pais soberano e independiente de cualquier organización supranacional.
Sin duda que no se puede cometer el mismo error,se debería estar con los de abajo y no con los de arriba,la mayor dificultad reside en saber hacer un movimiento que pueda saltar de un polo politico a otro,abarcar plenamente lo social y a la vez,por encima de cualquier interes exterior,optar por un soberanismo sin fisuras,aun dentro de la misma Europa.