No sabemos muy bien si se debe a estar 10 kilómetros por encima del suelo o por la ansiedad que volar causa en muchas personas, pero parece ser que viajar en avión hace que la gente saque su lado más extraño. No hace falta marcarse un Melendi, ni pertenecer al selecto Mile High Club, basta con escuchar algunas de las cosas que se hacen o se preguntan para descubrir que los viajeros pierden toda conciencia o decoro cuando atraviesan el finger del avión.
El Confidencial / Una reciente encuesta publicada por Jet2, una aerolínea inglesa de bajo coste, ha recogido alguna de las cosas más extrañas que han preguntado a sus asistentes de vuelo. Como ha explicado uno de los portavoces de la compañía, “averiguar lo que algunos pasajeros han pedido nos ha hecho reír a todos, especialmente a la tripulación de cabina”. No obstante, y ya en un tono más serio (por decir algo), el responsable de comunicación afirmaba: “Siempre intentamos ser profesionales, pero es maravilloso que podamos bromear con los pasajeros después de que hayan dicho algo sin pensar lo ridículo que es”.
¿Su viajero preferido? Aquel que quería saber cómo bajar la ventanilla. “No creo que se diese cuenta lo que podría ocurrir si lo hiciesen a tal altura”, apuntan desde Jet2. Tampoco sería tan grave: simplemente el avión tendría que realizar un aterrizaje de emergencia mientras decenas de personas gritan aterrorizadas.
Estas son otras de las perlas que nos han dejado los pasajeros más iluminados:
–“Me he olvidado algo, ¿podemos dar la vuelta?”
–“Señorita, ¿puede pedirle a la tripulación que volemos más bajo? Mi mujer tiene miedo a las alturas”.
–“¿Dónde estamos?”
–“Perdone, ¿qué tiene este sándwich de jamón y queso?”
–“El piloto dice que vamos a llegar antes de la hora, ¿pero se refiere a la hora británica o a la española?”
–“¿Sabe los resultados del cricket?”
Jet2 no es la única compañía que ha publicado recientemente las preguntas más divertidas de los viajeros. Hace unos años, Cabin Crew, empresa dedicada a la formación de asistentes de vuelo, hizo lo propio a partir de las respuestas de sus clientes. Estas son algunas de las mejores:
–“¿Dónde está el cajero automático de a bordo?”
–“¿No puede abrir la ventanilla y que corra el aire? Hace mucho calor aquí dentro.”
–“Si el piloto está en el baño, ¿quién está conduciendo este cacharro?”
–“Mis hijos se están aburriendo y poniendo nerviosos. ¿Hay alguien en la tripulación de cabina que sepa hacer trucos de magia?”
–Uno de los viajeros que se desplazaban a Londres, y que suponemos que es un monárquico recalcitrante, preguntó a la tripulación si podían desviar el vuelo para que no pasase por encima del Castillo de Windsor, por si ello molestaba a la reina.
–“¿Por qué la señal telefónica es tan mala? Este vuelo es muy largo y me voy a aburrir si no puedo utilizar mi smartphone”.
–“¿Podemos bajar un poco cuando pasemos por la costa, para echarle un vistazo a Mónaco?”
–“Esperaba ver el Gran Cañón, pero no puedo con estas nubes. ¿Puede pedirle al piloto que vuele un poco más bajo?”
–“Diga al capitán si puede apagar el motor, porque me está dando dolor de cabeza”. El muy jefe protestó de forma oficial aduciendo que “los términos y condiciones no manifestaban lo alto que iban a sonar los motores durante el vuelo”.
–Otro viajero rellenó una queja en la que se lamentaba por la belleza de las azafatas: “Eran mucho más guapas en los anuncios, así que el vuelo no ha cumplido mis expectativas”.