Por Fernando Conde
¡No, que no quiero verlo! Que no quiero ver al toro en las jaulas, en los libros de historia, en hueras pancartas. Que no quiero ver su estampa vejada en quejas extrañas, en manifestaciones ruidosas, en falsas batallas. Que no quiero un toro manso, ni dócil, ni mucho menos, uno de andar por casa. Un toro de humo, un toro de nubes, un toro de paja. Un toro inútil, de inútil fiereza, nutrido de gachas. Que no vale nada un toro sin muerte, un toro sin fuerza, un toro sin raza. Un toro a la mano, de humana querencia, de estampa apagada. Un toro que viva en parques temáticos, en casetas de perro, en reservas cerradas…
Lo que yo quiero es un toro de dehesa, un toro de calle, un toro de plaza. Un toro que embista, un toro que mande, ese toro que brama. Yo quiero un toro en cartel, uno en chiqueros, uno en el agua. Un toro en el monte, un toro en la suerte, un toro en la capa. Un toro en los medios, un toro en la vega, un toro en la vara. Yo quiero un toro de fuego, un toro de luna, un toro del alma. Un toro torero, un toro al caballo, un toro que pasa. Ese toro que a las cinco de la tarde, cada tarde, todas las tardes, sale a hacer plaza. Ese toro que conquista y que brilla, el que enmudece hasta el habla.
Y también quiero a ese otro toro, al de Lorca, al de Hernández, al de Dalí, al de Goya, al de Gaya, al de Alberti, al de Curro, al de Belmonte, al de Ortega -por nombre don José-, al de Marzal, al de Hemingway, al de Lluis Companys, al de San Fermín, al de Picasso, al de Machado, al de Cuéllar, al de Tomás -por nombre sólo José-, al de Bergamín, al de Benítez Reyes, al de Bienvenida, al de Almodóvar, al de los Cossío, al de Panero, al de Ava Gadner con Dominguín, al toro de Osborne, al de Sabina, al de Brines, al de Boadella, al de Díaz Yanes, al de Vargas Llosa, al de Trapiello, al de Santonja, al de Berger, al de de Paula. Ese toro de Corrochano, de Joaquín Vidal, de Matías, de Navalón, de Aguado, de Fernández Román, de Gala. Quiero ese toro al que cantaron con voces de oro y con voces plata, tantos poetas, escritores, pintores, artesanos de la palabra. Y quiero, por supuesto, al toro que es nuestro, a ese toro de reyes, a ese toro de España.
Artículo de Fernando Conde en el diario ABC Castilla y León.
Ese, ese es exactamente el toro de España. el ser de España, con el que quieren acabar los que no saben ser españoles ni qué es España.