«Lo que pasé en Bataclán fue mil veces peor». Así lo asegura Matthew, un estadounidense de 36 años que sobrevivió no sólo a la masacre vivida el pasado 13 de noviembre en la sala de conciertos parisina, sino también a los atentados del 11 de septiembre.
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La Gaceta / El superviviente no consiguió salir ileso del que ya es su segundo ataque terrorista. Recibió un disparo en la pierna cuando huía del teatro de París después de que los yihadistas abrieran fuego contra el público. Él estaba allí, en la platea, viendo a uno de sus grupos favoritos de rock cuando comenzaron los disparos. Fue entonces cuando corrió hacia la salida. «Quizá por mi cultura estadounidense», señala en una entrevista para el diario británico ‘Telegraph’.
Matthew fue abatido. Recibió un disparo en la pierna aunque se arrastraba hacia la salida cada vez que los yihadistas paraban para recargar sus armas. Una vez fuera se desplomó en la acera, donde Daniel Psenny, periodista de Le Monde y otro hombre vestido de negro le socorrieron.
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«Creía que estaba muerto. Cuando sentí que alguien me tiraba de los brazos ni siquiera quise mirar hacia arriba», señala Matthew quien asistió solo al concierto después de que su mujer se quedara en casa con sus dos hijos al no encontrar niñera.
Tardó dos horas en llamarla, el tiempo que tardó en ser consciente de todo lo que había sucedido. Sesenta minutos después fue evacuado hacia el Hospital George Pompidou cuando la masacre ya había finalizado. «No soy un héroe. Actué por instinto», señala Matthew.
Hace 14 años su instinto también consiguió salvarle. Él se encontraba en la entrada del World Trade Center el 11 de septiembre para asistir a una reunión del trabajo. Cuando el primer avión de United Airlines colisionó con la una de las torre él, simplemente, volvió a huir.
