Crónica de “La tertulia de la lata de sardinas” celebrada en Valencia el pasado viernes 20 de noviembre bajo el título “José Antonio – El Hombre que Nunca Existió” del corresponsal de elmunicipio.es en la Comunidad Valenciana.
Maniobras miserables para silenciar el debate no logran impedir que arranque, con éxito, “Las tertulias de la lata de sardinas”.
Meses de preparativos para crear un foro de debate de carácter disidente se veían amenazados la semana previa a una inauguración que arrancaba con una tertulia dedicada al pensamiento del fundador de la Falange. El Municipio fue testigo de los mensajes amenazantes recibidos en el teléfono de Josele Sánchez, alma máter de este Proyecto. Por si no fuera suficiente extorsión, los chantajistas difundieron a través de las redes sociales el bulo de la suspensión de la tertulia programada y enviaron mensajes intimidatorios a los contertulios anunciados en el cartel. Así las cosas, desde la redacción de El Municipio quisimos estar presentes en dicho acto y nos desplazamos hasta Valencia: nos pareció una bonita manera de celebrar nuestro particular 20 de noviembre. Felizmente, a los chantajistas les salió el tiro por la culata y consiguieron el efecto contrario: Más de medio centenar de personas ¡algunas desplazadas ex profeso desde Santander, Madrid y Alicante! se congregaban para compartir almuerzo en el restaurante La Malquerida de Valencia y participar en esta primera tertulia cuyo título ya prometía: “José Antonio: El hombre que nunca existió”.
Las bajas producidas en el cartel previsto se sustituyeron y, moderados por el prestigioso letrado valenciano Jesús González Acuña, se enfrentaron en el debate el teólogo, filósofo y escritor Luis Miguel Villegas, el literato y ensayista Manuel Parra Celaya, el abogado Rafael Gómez, el histórico militante falangista Jesús de Paredes y el escritor y periodista Josele Sánchez.
Josele Sánchez abrió el debate y, fiel a su estilo periodístico y provocador, “con él llegó la polémica”. El novelista afirmó que “el José Antonio del Teatro de la Comedia era demasiado joven para ser erudito, demasiado señorito para ser profundo y demasiado burgués como para ser revolucionario”. Con una calculada provocación Josele Sánchez calificó al José Antonio de 1.933 de “aprendiz de cachorro fascista” y cuando muchos de los asistentes comenzaban a murmurar fue derivando su discurso hacia el otro José Antonio, el que según él aparece en 1.935 a partir de dos hechos históricos, la muerte de Matías Montero y la separación de Ramiro de Ledesma y, sobre todo, desde su conferencia en el Círculo Mercantil de Madrid. Según el escritor, “aquí es donde surge en José Antonio capaz de esbozar una ideología política claramente distanciada del fascismo y opuesta frontalmente al liberalismo capitalista y al marxismo”. El autor de la novela “Con la piel de cordero” volvió a insistir en su argumento de que “el pensamiento político de José Antonio debe ser recuperado desde una izquierda personalista, altermundista y revolucionaria. José Antonio estará siempre al lado de los desfavorecidos, de los desheredados del sistema…” Y concluyó afirmando que “si José Antonio fue capaz de mostrar esa evolución de pensamiento en sólo tres años quién puede creer que hoy permanecería en el mismo sitio. Habría evolucionado y habría adaptado su pensamiento a la realidad actual pero seguro que este estaría con los de abajo y no con los de arriba”.
El abogado Rafael Gómez, que fuera coordinador de Ciudadanos en Valencia (formación política que abandonó) recordó su militancia juvenil en Falange y destacó que nunca ha dejado de ser joseantoniano pero defendió que “es una manera de ser, no sólo de pensar. Los argumentos se quedaron viejos, el vocabulario anticuado y lo importante son los problemas actuales y qué respuesta podemos encontrar a ellos en el pensamiento político de José Antonio”.
Manuel Parra Celaya cautivó al público con sus artes oratorias de viejo docente y con un planteamiento perfectamente estructurado. Defendió “la pertenencia de José Antonio a una corriente regeneracionista española que antes de él tuvo, entre otros, a Costa y Ortega”. “José Antonio -dijo Parra Celaya- más que un ideólogo ha sido un arquetipo humano, un ejemplo de modo de ser y de pensar”. Dijo que “nuestras circunstancias actuales están muy lejos de las suyas y que resulta estéril debatir sobre qué hubiera pensado José Antonio”. Por ello resaltó las diferencias entre “creencias e ideas son, como decía Ortega, cosas diferentes. Las creencias nos vienen dadas y conforman nuestra interpretación básica del mundo, mientras que las ideas corresponden a nuestra responsabilidad de elaborar, en estos momentos, alternativas, soluciones y discurso político actual”. Manuel Parra afirmó que “la Falange es una ideología inconclusa, apenas esbozada. Una vez muerto José Antonio prácticamente no ha habido intentos de profundizar ideológicamente en la doctrina. José Luis Arrese, Muñoz Alonso y poco más”.
Jesús de Paredes defendió la videncia del pensamiento joseantoniano y de la militancia falangista en pleno siglo XXI porque “sigue siendo necesaria una respuesta al capitalismo económico que el comunismo no ha sabido dar. La banca, los sectores energéticos, el modelo productivo español, la agricultura, los desahucios, el desempleo siguen necesitando de una alternativa revolucionaria que ponga al Estado al servicio de los individuos y esa respuesta está en el nacionalsindicalismo”.
Luis Miguel Villegas tampoco defraudó a quienes esperaban su discurso siempre tremendamente autocrítico. El teólogo y filósofo dijo que “sí que había que utilizar el falangistómetro pero para decir qué es y qué no es falangista. Interpretaciones de José Antonio caben -añadió- desde muy de derechas hasta muy de izquierdas pero ser liberal no es ser falangista”. Villegas dijo que “llevamos muchos años repitiendo las mismas frases que fueron dichas en otras generaciones y que hoy carecen de continente y de contenido”. También tuvo duros reproches para “el francofalangismo de taconazo, camisa azul, correajes y gorrito cuartelero que se dedica a llevar coronas en una mezcla vergonzante de romería y carnaval” .
Después intervinieron los asistentes y la tertulia se animó (con mucha polémica incluida) de tal modo que Parra Celaya tuvo que abandonarla porque perdía su tren de vuelta a Barcelona. Hasta casi las ocho de la tarde se mantuvo un debate vivo e interesante sobre José Antonio, un debate repleto de enfrentamientos dialécticos y reflexiones que, en definitiva, resultaron una extraordinaria y diferente manera de celebrar el 20 de noviembre.
No llego a entender ese tema del chantaje, los cambios en los invitados y toda esa polémica surgida por una simple tertulia sin mayor trascendencia. Aunque sea por privado a mi correo andres_santo@hotmail.com, por Facebook o Twitter me gustaría recibir más información. Gracias. Un saludo.
Las tertulias de la Lata de Sardinas han comenzado con buen pie en Valencia. Esperemos que se puedan extender a otras ciudades españolas.
La extrema derecha es la que ha estado instigando contra la realización de la tertulia. No quieren que se hable de un José Antonio diferente. Sentar en un foro de debate al escritor Josele Sanchez y al franciscano Luis Miguel Villegas es juntar a las voces más enérgicas del falangismo de izquierdas. ¿Quien está detrás de esas anenzas? ESPAÑA 2000, FE La Falange y algún abogado laboralista de Madrid defensores, todos, de una Nueva Derecha y de un Frente Nacional
Por lo que se ve en las imágenes hay un grupo bastante considerable de gente falangista en Valencia. Deseo que las tertulias se mantengan en la misma dirección.
Felicidades a los organizadores. Me parecería una gran noticia que las tertulias recorrieran otras ciudades de España. Hace muchos años que no sabía nada de Luis Miguel Villegas, ni sabía que se hizo sacerdote. Me encanta saber que sigue en la brecha porque de él aprendí cuando era yo muy joven la mejor versión de José Antonio, un José Antonio que, coincido con Josele Sánchez, está y estará en la izquierda humanista
Yo creo que esta nueva forma de entender el falangismo llega demasiado tarde. Si la Auténtica de Pedro Conde se hubiera consolidado puede que hoy existiera en España un partido falangista fuerte en la izquierda del espectro político pero ahora es demasiado tarde. Por la izquierda surgió Podemos y por la derecha Ciudadanos. Una nueva marca como Defensa Social está muy bien pero ¿qué espacio queda libre para ella?