«Europa está arrodilla esperando a ser violada por los musulmanes», sentencia Moshe Feiglin, exdiputado israelí y columnista, que reflexiona sobre los sucesos acaecidos en el viejo continente tras las agresiones sexuales ocurridas en diversas ciudades alemanas durante el Año Nuevo. «Los ataques son parte de una agitación sexual mucho más grande y la indiferencia de la policía, los medios de comunicación y los políticos es terrible, recuerda.
Feiglin busca esclarecer las causas de los sucesos y llegan a la conclusión de que los musulmanes que abandonan sus países de origen buscan Alemania, Suecia y Finlandia «no sólo por razones económicas»: «Hay algo mucho más profundo, pues Europa se ha convertido en el lugar más secular del mundo».
«La mayor parte la humanidad cree en Dios, pero Europa Occidental se ha convertido en una isla de ateísmo donde llegan miles de musulmanes», subraya que Feiglin, que entiende que la pérdida de la cultura tradicional favorece la expansión internacional del islam y el yihadismo. En este sentido, apunta el político israelí, la corrección política de Merkel con los refugiados está «justificada en el deseo de negar a Dios por encima de todas las cosas».
Feiglin cree que la campaña violenta del Estado Islámico ha hipnotizado a las potencias occidentales, que «ven como cada vez más personas se convierten al islam y más jóvenes parten rumbo a Siria para luchar con los yihadistas». «La complacencia con la que aceptamos los ataques es sorprendente», sentencia.
Información ofrecida por el diario La Gaceta.
