Pese a que el once inicial que escogió Zidane para su debut era inédito esta temporada, jugaron prácticamente los mismos futbolistas que han hecho que Benítez esté ahora en Liverpool. Y siendo los mismos, hubo un cambio notable en el fútbol del Real Madrid. ¿Por qué? Esa es la pregunta que todos se hacen. La respuesta fácil señala a la actitud de los jugadores pero hay algo más. Ese algo es clave. Y es que pese a que hay que tener prudencia porque sólo ha dirigido un partido, el Madrid de Zidane ha cambiado su estilo y sus formas con y sin la pelota. Sigue demostrando ciertas carencias defensivas pero el cambio con una sola semana en el cargo es notable. De ahí que el Santiago Bernabéu se haya divertido como no lo había hecho con el anterior entrenador.
LD / El cambio comenzó con una orden sencilla: que los centrales, Pepe y Ramos en este caso, se olvidaran del pelotazo y se aprovecharan de la calidad de todos sus compañeros. Pelota jugada incluso en situaciones de presión. Es decir, que se atrevieron a hacer lo que debería ser normal en esta plantilla. A partir de ahí, el Real Madrid crecía y se divertía.
Da la impresión de que los jugadores se olvidaron de tantas cuestiones tácticas, de pensar donde deberían estar, de donde está el jugador que tienen que defender y se centraron en jugar que es lo que mejor se les da. A veces vale más un «salir a jugar» que 25 consejos tácticos. Al menos con esta plantilla. Parece un estilo similar al de Ancelotti. Gusto por tener la pelota, jugar al ataque pero con ciertos errores en defensa. Algo normal con un once tan ofensivo.
Y es que Zidane no es el mejor entrenador del mundo. No es mago. Nadie es capaz de cambiar tanto a un equipo con una barita mágica. La clave está sí o sí en los jugadores. En su voluntad y actitud. Alguno seguro que se frotó las manos al comprobar que la BBC defendía. Los tres. Como había pedido Zidane. A veces no saben cómo hacerlo porque no son especialistas pero es un comienzo. Así en el minuto 70 Bale salvó un tanto del Deportivo de la Coruña haciendo a Carvajal una cobertura que puede representar el cambio de actitud que necesita este Real Madrid. Y es que hay tiempo para todo si juegan bien. Para defender y para marcar. Bale se llevó la pelota y Benzema anotó otro dos. No así Ronaldo pero por mala suerte o mala puntería porque ocasiones tuvo de sobra.
Gareth Bale era de uno de los jugadores que más afinidad tenía con Benítez. Se supone que estaría afectado por el cambio de entrenador. Pues en el debut de Zidane firmó uno de sus mejores partidos. Hat-trick, el balón para casa y la afición en el bolsillo. Lleva 12 goles en liga. Lo está consiguiendo poco a poco porque junto a Benzema, está siendo el mejor jugador del Madrid esta temporada. Lleva 51 goles con la camiseta del Madrid. Uno más de los que anotó Zidane en toda su etapa en el club y es el mejor rematador de cabeza de la liga. No es una opinión, es un dato. Y eso que hay jugadores como Aduriz.
El marcador lo inauguró, otra vez, Benzema. En el minuto 14 y en una posición dudosa. Protestaron mucho los jugadores del Deportivo de la Coruña y quizá con razón. En un saque de esquina, el francés culminó de espuela un remate enfrente de Lux. Él no estaba en fuera de juego, pero sí Bale que estaba justo al lado y pudo distraer el portero. A los ocho minutos, el Deportivo, que había tenido y tendría más ocasiones, recibió el segundo tanto. Carvajal, que había recibido un minuto antes la orden de Zidane de subir, llega a línea de fondo y da un centro medido a la cabeza de Bale.
Hacía tiempo que no se veían jugadas así. Y lo bueno para el madridismo, es que se repetían. En el 38, prácticamente todo el Bernabéu se levantó a aplaudir –parece que se ha olvidado todo- tras una jugada completa. Madrid pierde el balón pero lo recupera ipso facto. Isco lanza la jugada con Marcelo abriendo el campo. Centra Bale y Ronaldo al palo de cabeza.
Al descanso hubo un cambio. El de Sergio Ramos, que estaba tocado, por Varane. James, que estaba en el banquillo, no salió hasta que el partido ya estaba finiquitado. Y al instante vimos otra diferencia con respecto a Benítez. Hubo partido completo. No tiraron a la basura la segunda parte.
A los cuatro minutos, Bale anotó el 3 a 0 tras un centro de Ronaldo desde la derecha. Velocidad, movilidad y sin egoísmos. El cuarto tanto llegó en un córner botado por Kroos y rematado por Bale y el quinto en el último minuto del partido. Iba a marcar Cristiano en un dos contra uno pero Jesé dio mal el pase y el rechace lo fusiló Benzema. El canario ni celebró el gol al ver el enfado de Ronaldo.
Es la máxima goleada en el debut de un entrenador del Real Madrid en liga desde 1959. Se declara el estado de esperanza en el Bernabéu y con razón. Los jugadores, como ya avisamos esta semana, sí creen y respetan a este entrenador. Criticable pero el fútbol está montado así.