Albert Rivera ya ejerce como presidente del grupo de Ciudadanos en el Congreso. Este jueves ha presentado una proposición no de ley en defensa de la unidad de España, a imagen y semejanza de lo que el partido centrista ha hecho en los parlamentos autonómicos, obligando en ocasiones a retratarse al PSOE, que no siempre la defendió, como ocurrió en Madrid.
LD / Albert Rivera, en su primera rueda de prensa en la Cámara Baja, explicaba así sus intenciones: «Queremos que se vote en esta cámara el apoyo al Gobierno en funciones en aquellas medidas que deba tomar para garantizar la legalidad democrática, en cualquier rincón de España, en este caso concretamente en Cataluña». Para el líder centrista, es muy importante que el nuevo presidente catalán, Carles Puigdemont, tenga claro que, aunque esté en funciones, el Ejecutivo de Mariano Rajoy, respaldado por unas cortes ya activas, no permitirá pasos en el desafío secesionista. «Queremos dejarle claro al señor Puigdemont que aunque tengamos un Gobierno en funciones, tenemos un Parlamento que ya funciona y que va a aprobar ampliamente, espero que así sea, una resolución para decirle a todos los poderes autonómicos y locales que la igualdad no está en juego».
Albert Rivera forzará así una primera toma de posición del PSOE, condicionado por su intento de alcanzar acuerdos con Podemos y sus socios independentistas, a los que se ha referido también: «Pedro Sánchez dice que quiere ser presidente con 90 escaños, y que va a conseguir el apoyo de once partidos políticos, unos que piden la ruptura de España, otros que no defienden la Constitución y otros que piden la ruptura del pacto del euro, otros antisistema… eso es imposible. Todo eso cómo se configura con un partido constitucionalista, demócrata, que quiere respetar la economía de mercado, la sociedad de bienestar y el pacto de Europa. Es incompatible».
Ni un sí ni entrar en el Gobierno
Sobre la futura gobernabilidad Rivera no se mueve de momento del guión, descartando un sí a un presidente popular y socialista y entrar a formar parte de un Gobierno: «No es una posibilidad que tengamos encima de la mesa. Básicamente porque hemos demostrado en algunas comunidades autónomas que sin estar en el Gobierno se puede gobernar y tener una oposición responsable. El formato que hemos adoptado no nos parece malo, de hecho creo que la gente lo ha valorado bien. Se garantiza que hay una institución que funciona, una legislatura, a la vez se va pactando tema por tema. No creemos que sea una mala fórmula, de hecho creemos que es buena. Creo que en un parlamento donde, además, no sólo basta con el apoyo o la abstención del PSOE y de Ciudadanos sino que, en nuestro caso, se necesita que haya una abstención de otro partido, ya sea del Partido Popular o del PSOE, según quién gobierne, es una fórmula que no contemplamos».
Fuentes de Ciudadanos, sin embargo, aseguran desde hace días que, aunque para ellos no sería prioritario entrar a formar parte de un Ejecutivo -el famoso «no negociar a cambio de sillas» que Rivera ha repetido en todas las elecciones de 2015- si el Partido Popular les pidiera integrarse en un Gobierno de coalición, del que también podría formar parte el PSOE, ese no sería «un obstáculo» para alcanzar el acuerdo a tres entre populares, socialistas y centristas por el que Rivera viene abogando desde las elecciones del pasado 20 de diciembre.
