Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han entrado la tarde de este jueves en la sede central del PP, en la calle de Génova, para requisar el ordenador del exgerente del partido en Madrid Beltrán Gutiérrez Moliner, según los investigadores. Fuentes del partido que lidera Mariano Rajoy han confirmado que «han entrado sobre las 16:30 preguntando por Beltrán», que actualmente —y desde su implicación en el caso de las tarjetas black— tiene «un despacho administrativo», informa Javier Casqueiro. Sin embargo, las mismas fuentes han matizado que «han estado revisando documentos y el ordenador con Beltrán, pero no se han llevado el ordenador». La «visita» de los agentes a la sede de Génova ha durado aproximadamente media hora, según los testigos. Las oficinas de los populares madrileños se encuentran en la primera planta de la sede.
El País / Según fuentes del caso, los agentes también han registrado el domicilio del exgerente, en el marco de una investigación por la supuesta financiación irregular del PP en Madrid. La Guardia Civil ha entrado, además, en el domicilio de Javier López Madrid —yerno del empresario Juan Miguel Villar Mir— y en la sede de Grupo Villar Mir, matriz de OHL, donde el primero es miembro del consejo de administración. Los agentes han entrado «en el lugar de trabajo de Gutiérrez Moliner», que también está implicado en las tarjetas black. En total se han llevado a cabo cinco registros en domicilios y dos en despachos, según fuentes judiciales.
Los hechos investigados por el magistrado podrían encajar en los delitos de cohecho y blanqueo de capitales. Las pesquisas forman parte de la supuesta financiación ilegal del PP en Madrid en la trama Púnica. Y los registros se producen como consecuencia de un manuscrito incautado al supuesto cabecilla de la trama, Francisco Granados.
El detonante de la operación: un papel de Granados
Ha sido el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, en el marco de las pesquisas que realiza sobre la trama Púnica, quien ha ordenado los registros de esta última operación, cuyo detonante es un papel hallado al supuesto cabecilla de la trama, el exsecretario general del PP y otrora hombre de confianza de Aguirre, Francisco Granados, actualmente en prisión. En esos papeles intervenidos a Granados, que se hallan en la parte que aún permanece secreta de la trama Púnica, figuran pagos de importantes sumas de dinero junto a las iniciales del nombre del yerno del dueño de la empresa OHL.
La investigación trata de acreditar, si como señala la documentación intervenida en Púnica, Javier López Madrid pagó fuertes sumas de dinero al PP madrileño y contribuyó a una financiación ilícita del partido. Es precisamente, el otro puntal de la trama Púnica, el empresario David Marjaliza, socio y amigo íntimo de Granados, quien ha ayudado al juez a interpretar los papeles incautados en los que aparecen las cantidades de dinero entregadas por OHL y las iniciales del nombre de Javier López Madrid, que en su día compartió barco con Granados. Marjaliza salió de la cárcel el pasado 31 de diciembre tras pagar una fianza de 100.000 euros.
Las anotaciones que figuran en las agenda intervenida a Granados. Y Marjaliza ha colaborado con el juez para desentrañar lo que en ella dejó escrito. El nombre de Villar Mir figura en los papeles de Bárcenas como donante de 300.000 euros al PP nacional y, según Bárcenas, tenía mucho interés en que el presidente —ahora en funciones— Mariano Rajoy supiera que hacía aportaciones al partido.
Gutiérrez Moliner dimitió tras conocerse que había gastado 58.000 euros con una tarjeta opaca de Caja Madrid. En noviembre de 2014, tras la dimisión, la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, instó al PP de Madrid a dar explicaciones sobre por qué mantenía como trabajador del partido a su exgerente. Cospedal recordó entonces que, tras conocer el uso de la tarjeta opaca, tomó «inmediatamente» la decisión de pedir el cese de Gutiérrez Moliner porque su puesto tenía una responsabilidad «con carácter nacional».